ABC de la cocina cannábica

24 May 2021

Muchas personas consumimos marihuana principalmente para beneficiarnos de sus efectos psicotrópicos. Tanto como si quieres beneficiarte de esos efectos u otros de los tantos que produce la marihuana, puedes hacerlo sin necesidad de fumar. Habitualmente las personas comenzamos a consumir marihuana con los porros, pero con el tiempo, los efectos indeseados de esta vía de administración pueden hacernos cuestionar si hay otra manera de colocarse regularmente sin sentir que se reduce nuestra capacidad pulmonar, que los dientes se nos ponen amarillos, o que el olor nos delata. Para todas estas personas y aquellas que busquen un efecto alegre y duradero, en este artículo les enseñaremos una manera de incorporar la marihuana a la vida sin humo.


Eliminar las impurezas de la hierba

En internet nos encontramos con varias recetas cannábicas distintas, y algunas omiten este paso que a mi me parece muy importante porque cambia la calidad y el sabor del producto final. Para eliminar las impurezas de la hierba hay que hervirla 10 minutos en agua y ¡listo! Para terminar este paso, cuelas la hierba y descartas el agua que saldrá de un color verde intenso y contendrá clorofila y muchas impurezas hidrosolubles. Con la hierba limpia, prosigues con tu preparación.

Elaborar una preparación base que contenga los cannabinoides

Los cannabinoides, la parte que más nos interesa del Cannabis por sus propiedades, son liposolubles, y por lo tanto, hidrofóbicos. Esto quiere decir, que no se disuelven en agua, sino que en sustancias grasosas o aceitosas. Por esta razón, los cannabinoides sobreviven al hervor de la eliminación de las impurezas que se hace en agua.  Ahora que conocemos una de las propiedades químicas más importantes de los cannabinoides para aplicar en la cocina cannábica, debemos elegir el medio graso al que le incorporaremos los cannabinoides. Este medio puede ser: leche entera, mantequilla, aceite de oliva, etc. 

No hacer recetas que superen los 160ºC

Todas las sustancias se degradan con el aumento de la temperatura y pierden algunas de sus propiedades características. En el caso del THC (tetrahidrocannabinol), se degrada a los 157º. Es por eso que no debemos utilizar nuestra preparación base cannábica en recetas que requieran temperaturas mayores a 160ºC.

Descarboxilación

En la marihuana, no todo el THC que nos causa efecto psicotrópico se encuentra inicialmente en esa forma molecular. Gran parte del mismo se encuentra en la hierba en su forma ácida THC-A, Ácido tetrahidrocannabinólico. Cuando fumamos marihuana, el fuego calienta la hierba lo suficiente como para que el THC pase por un proceso químico conocido como descarboxilación, que transforma el THC-A en THC con propiedades psicoactivas.  Pero en este caso lo vamos a cocinar en vez de quemar, entonces ¿Cómo hacemos para descaboxilar el THC-A de nuestra preparación base para que ésta cause efectos psicoactivos? Muy sencillo, elaborando nuestra preparación base durante 30 minutos a una temperatura de al menos 110ºC (y menos que 160ºC).

Dosificación

comida-cannábica
Cuando consumas comida cannábica presta atención a sus efectos para adaptar la intensidad a tu preferencia la próxima vez.

Uno de los temas más enigmáticos de la cocina cannábica es la dosificación. A diferencia de cuando fumas, cuando comes cannabinoides su efecto lo percibes a partir de los 40 minutos después de haberlos ingerido, lo que dificulta la precisión a la hora de determinar la dosis. En términos generales se podrían estimar unos 5 gr de cogollos o 15 gramos de manicura cada 250 gr de mantequilla, o 1 gr de cogollo o 3 gr de manicura para 500 ml de leche entera. También se puede hacer con hachís. Una vez que pruebes tu receta con esta cantidad general, presta atención a sus efectos para adaptar la intensidad a tu preferencia la próxima vez.

¡Manos a la obra!

Antes de ponerse a hacer la receta, hay que prepararse. Puedes fraccionar tu receta en dos momentos o hacer la preparación base y tu receta en el mismo momento. Una buena idea si cocinas para consumir a diario, es organizarte un día a la semana para elaborar tu comida cannábica y reservar porciones para cada día de la semana.

Preparación base

El caso del aceite de oliva o los aceites vegetales tienen su toque especial, para simplificar este artículo, nos centraremos en la leche y manteca cannábica. Para la preparación base necesitarás:

  • Una olla grande donde quepa la hierba en abundante agua
  • Una olla pequeña donde quepa la mantequilla o la leche sin quemarse
  • Cuchara para remover
  • 1 litro de agua aprox.
  • Un colador
  • 250 gr de mantequilla o 500 ml de leche entera
  • Cogollos, manicura o hachís
  • Para conservar la mantequilla, un envase hermético apropiado

1º: En la olla grande, poner el material vegetal y cubrirlo con abundante agua. 

2º: Llevar a hervor y dejarlo 10 minutos. 

3º: Colar, descartar el agua y reservar el material vegetal.

4º: Con el material vegetal en el colador, pasarlo por el agua de grifo para eliminar el agua residual del hervor. 

5º: Llevar la mantequilla o la leche al fuego y colocar el material vegetal.

6º: Una vez que hierve, cocinar a fuego mínimo durante 30 minutos revolviendo esporádicamente y controlando la preparación en todo momento.

7º: Dejar enfriar en el recipiente adecuado. Ten en cuenta que gran parte de la leche es agua, por lo que en la media hora de cocción la leche se reducirá a casi la mitad.

¿Qué hacer con la leche o mantequilla cannábica?

leche
A la leche cannábica le puedes añadir cacao soluble para un delicioso desayuno o merienda.

Hay infinidad de recetas cannábicas y cada día creamos más. Aquí la creatividad tiene su oportunidad para expresarse y crear una comida rica, divertida, original y terapéutica. Si bien la leche y la mantequilla cannábicas se pueden ingerir tal cual, te dejaremos unos consejos. 

La leche cannábica queda exquisita con cacao soluble en polvo y una cucharadita de azúcar. Es ideal para un desayuno o merienda cannábicos y totalmente express. Con la leche también se puede cocinar cualquier receta, tanto dulce como salada, siempre que no supere los 160ºC. 

La mantequilla se puede comer sencillamente en un almuerzo, untada en una tostada con una loncha de queso encima, o bien elaborar recetas un poco más complejas como unos brownies o galletas. A tu receta de galletas favorita, le puedes reemplazar la mantequilla por mantequilla cannábica para darle magia ¡Presta atención a nuestros próximos artículos porque te traeremos una receta de galletas cannábicas que te va a encantar!

Ya tienes todos los elementos que necesitas para incorporar la cocina cannábica a tu vida. Podrás comprobar que los efectos son diferentes y más duraderos solo por cambiar la vía de administración de los cannabinoides ¡Cuéntanos tu experiencia en nuestras redes sociales!

 

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