La revolución será feminista antiprohibicionista
Ver el feminismo desde el machismo es un error. Nos muestra el mismo mundo de guerra donde unos ganan y otros pierden. El feminismo no es una guerra, es una lucha por la igualdad entre los seres humanos y el mundo que nos rodea.
¿Qué significa vivir en un mundo machista?
La energía masculina es necesaria, pero en equilibrio con la femenina. Un mundo gobernado por el exceso de determinadas cualidades está destinado al sufrimiento y al fracaso. La solución está en el equilibrio, en la igualdad.
El feminismo no busca ganar, su victoria se encuentra en ocupar el lugar que le corresponde, y ese lugar no está debajo de ningún otro, sino que va a la par. Buscamos unión, buscamos sinergia para avanzar hacia un mundo más igualitario donde todas las personas podamos vivir en paz. Un mundo machista es un mundo desigual, un mundo de triunfos y fracasos, un mundo donde no cabemos todos, un mundo donde cabe la violencia y la crueldad. El machismo significa que una mujer sea vista como un objeto donde no se le reconoce su cualidad humana y se justifique faltarle el respeto.
Las mujeres pedimos igualdad de derechos.
¿Cómo podemos caminar hacia un mundo más igualitario?
Todos los seres humanos cabemos en un mundo respetuoso, un mundo donde se entiendan los límites de la libertad. Los límites de la libertad están delineados por el respeto. Respetar es no actuar con violencia frente a las diferencias de los demás.
Valorar las diferencias es entender que el mundo en blanco y negro es extremadamente limitado. Las diferencias nos dan la oportunidad de elegir. Cuantos más colores haya disponibles, más opciones tenemos para decidir cuál queremos usar en cada momento.
Cambiar la violencia por entendimiento es la solución. Es el primer paso hacia la convivencia pacífica. Así podremos reconocer en cada ser humano a nuestra madre, a nuestro padre, a nuestro hermano, a nuestra hermana, a nuestro vecino, a nuestra vecina, a nuestra amiga, a nuestro amigo, para simplemente estar unidos y ser el organismo humano que somos.
¿Dónde converge la marihuana con el feminismo?
Encuentro de mujeres cannábicas. Imagen extraída del documental "Cannábicas".
El mundo de la marihuana existe en el mismo mundo machista en el que existen los otros mundos que habitamos. Esto significa que las publicidades de los productos para Cannabis son sexistas, que los hombres entienden que las mujeres por consumir marihuana le estamos dando una oportunidad para tener sexo, que se publiquen fotos de mujeres desnudas con plantas de marihuana ignorando la personalidad, que se entienda que porque una mujer utilice marihuana está más incapacitada para cumplir su labor que un hombre, creer que una mujer sabe menos de Cannabis por ser mujer, que se apliquen sanciones más severas a las mujeres, etc. Todas estas ideas equivocadas hacen que las mujeres vivamos situaciones violentas, injustas, desagradables e innecesarias en nuestro día a día.
Por esto hoy queremos que se nos escuche. Queremos gritarle al mundo que el sufrimiento de la mujer tiene que parar ya. Pedimos que nuestras hijas vivan un mundo mejor y nuestras madres y abuelas se sientan orgullosas de haber luchado por un mundo que vale la pena.
Hoy pedimos que en el mundo cannábico haya igual cantidad de mujeres que hombres presidiendo, gestionando, y decidiendo en las asociaciones y organismos. Este 8 de mayo pedimos igualdad salarial entre hombres y mujeres en el sector cannábico. Decimos basta de sexismo en el mundo del Cannabis, basta de publicaciones con mujeres desnudas y plantas de marihuana que nos cosifican. Necesitamos leyes para la regulación del Cannabis con mirada de género.
¡La revolución será feminista, antiprohibicionista, o no será!
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