El atentado contra la salud pública es prohibir el Cannabis
El gran atentado contra la salud pública, hoy, es prohibir el uso y autocultivo terapéutico de la planta del Cannabis.
El Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis (OECCC), la Unidad de Política de Drogas de la Universidad Autónoma de Barcelona, y la Fundación International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service (ICEERS) han emitido hoy un comunicado destacando este hecho y brindando las siguientes concusiones en función de la información impartida en el II Congreso Científico Internacional Cannabis Sativa.
Ley con autocultivo y cultivo colectivo
España debe aprobar de forma urgente una ley de Cannabis Medicinal y Terapéutico. En primer lugar por el clamor de las personas enfermas, cuyos testimonios estuvieron presentes en el II Congreso Científico Internacional Cannabis Sativa, todas con patologías complejas y de difícil manejo. Más que un simple reglamento, necesitan una ley que les facilite el acceso a los productos de calidad, con precio asequible, y que les permita seguir con las herramientas que han utilizado, como el autocultivo individual y colectivo. Hay que devolver la dignidad a los pacientes. Esto es posible por la reciente reclasificación del Cannabis en la ONU. También porque la legislación europea permite el registro simplificado para plantas medicinales de uso tradicional, y en este Congreso quedó claro que el Cannabis tuvo un extenso uso en la farmacopea española. Lo piden profesionales de medicina, enfermería e incluso la veterinaria. Además, el contexto latinoamericano demuestra el éxito de estas medidas.
Ley que garantice la seguridad
En la regulación se deben establecer herramientas de análisis, tanto de datos, como de la sustancia. Como una estrategia de reducción de riesgos, es necesario implementar procesos de analíticas accesibles a pacientes y médicos, para tener control de calidad y conocer el nivel de cannabinoides, a la vez que se descarta la presencia de metales pesados, pesticidas y metales pesados. Existen protocolos para hacer un autocultivo seguro, que descarte estos y otros contaminantes. Esto se debe combinar con otras estrategias de reducción de riesgos, que incluyan la información de calidad.
Stop estigmatización
El efecto séquito y las sinergias que se producen en el Cannabis, hacen que la flor cruda sea preferible en muchos casos al Sativex y Epidyolex. Existen dispositivos de calidad médica que permiten la vaporización. También es necesaria la transparencia en todo el proceso, lo que incluye las donaciones de las farmas, así como sus actividades de incidencia política y acuerdos confidenciales.
El cáñamo alto en CBD es una herramienta para el bienestar de muchas personas, las actuales intervenciones a cultivadores de cáñamo, que son tratados como narcotraficantes, son un error y un ataque a la economía española, pues este producto se puede importar de otros países de la Unión Europea. El criterio que se debería usar para distinguir cáñamo y marihuana es el índice de psicoactividad, tal y como marca Naciones Unidas.
Primero las personas
Es fundamental un enfoque desde los derechos constitucionales, que incluya perspectiva de género, justicia social y reparación, así como otros Objetivos Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Por esto el II Congreso Científico Internacional Cannabis Sativa destacó la importancia de que la sociedad civil empuje por una regulación hecha para las personas. En muchos casos, el conocimiento de la sociedad civil supera al de los reguladores, por lo que aportar información para materializar los necesarios cambios legales es un acto de amor a toda la sociedad.
Una de las conclusiones fundamentales de este II Congreso Científico Internacional Cannabis Sativa es la necesidad de ofrecer varias vías de acceso a los pacientes, incluyendo autocultivo individual y colectivo, así como fitofármacos de bajo coste. Comparado con el modelo de oligopolio farmacéutico, esta opción reduce el precio, aumenta la accesibilidad y facilita la adaptación a las circunstancias de cada paciente. En España sería un error hacer una ley de Cannabis Medicinal sin autocultivo. Una herramienta que ha empoderado a muchas personas enfermas. La sociedad rechaza que estas personas enfermas puedan seguir perseguidas por autocultivar, y resulta inaceptable obligarles a acceder solo a través de un oligopolio farmacéutico. Por supuesto, la farmacia es otra vía para ampliar el acceso, pero en ningún caso debe ser la única.
Sin estas garantías, la futura ley cannábica española será un fracaso.