Factores claves en el cultivo de cannabis

Frank Brandse
20 Oct 2021

En esta guía para comenzar a plantar cannabis podrás despejar muchas de las dudas más habituales. Iluminación, nutrición, cómo prevenir o combatir plagas son algunos de los apuntes que preparamos. Lo importante para empezar a cultivar es la observación.


Cómo cultivar marihuana en casa

Por Nico Vaia
La observación es una de las principales acciones durante los primeros meses de cultivo. Observar desde la germinación cómo se desarrolla la semilla es necesario para no tener complicaciones que retrasen el crecimiento.

Saber cuándo regar y fertilizar en el momento indicado también es muy  importante.  Un calendario de riego es muy útil, podes anotar fecha, hora, próximos riegos, condiciones climáticas y todo aquello que creas conveniente dejar asentado. Esto te facilitará la tarea y te dará una organización a la hora de mantener tu cultivo controlado.

Ten en cuenta que el calor trae aparejado mayor frecuencia de regado, eso lleva a prestar atención a la hora de fertilizar ya que si cultivas en maceta es muy posible que el sustrato se lave más rápido y por consiguiente pierda sus nutrientes.

La poda es otra acción a tener en cuenta en los primeros meses de cultivo. A medida que la planta crece es necesario tomar las tijeras y hacer esos cortes que son importantes.

Las podas pueden ser bajas para mantener el tallo limpio (si cultivas en suelo directo esto te ayudará a prevenir hongos y algunas plagas que suben por los tallos) y a la vez para poder realizar esquejes.

Las podas apicales permiten controlar la altura y ramificar la planta para sacar más producción y tener más clones para enraizar.

El control y prevención de plagas u hongos es otra acción que no puedes ignorar ya que una revisión tardía puede darte muchos dolores de cabeza. Es recomendable que prepares los productos para afrontar estas acciones preventivas o de combate.

La limpieza siempre es necesaria como acción preventiva, ciertas plagas o bichos no deseados podrían invadir el jardín si no tiene una correcta higiene. En el cultivo interior es de vital importancia mantener tu sala limpia, organizada y con una correcta ventilación.

Inicio del cultivo de marihuana

Para lograr un buen desarrollo inicial tienes que asegurar que las condiciones en tu lugar para plantar (interior y/o exterior) sean las necesarias para que el cultivo crezca sano, fuerte y productivo.

El medio de cultivo es clave. La condición del suelo y el sustrato a utilizar,  sea que vas a plantar en suelo directo o maceta, es muy importante.

Un sustrato aireado y nutrido te garantizará un muy buen desarrollo radicular para lograr los resultados que buscas. En las primeras semanas las raíces necesitan de un medio liviano donde expandirse sin estrés.

Turba y/o coco, perlita, vermiculita, humus de lombriz y compost es lo que necesitarás en la mezcla.

Germinación y luz del cannabis

En la etapa germinativa no es necesario usar luces, la semilla necesita oscuridad para germinar. Las primeras horas son cruciales, una vez que pones tu semilla en el germinador busca un lugar oscuro y siéntate a esperar.

El armario, ropero o alacena son una buena opción para germinar. Si la semilla es fértil es posible que luego de unas 48 a 72 horas comencemos a ver su pequeña colita blanca (radícula).

Una vez que el brote asomó ya podemos trasladarlo a su medio de cultivo. Utiliza un pequeño recipiente o maceta de un litro, con el sustrato liviano preparado, y pasa a la sala vegetativa con un ciclo lumínico programado en 18 horas de luz.

Si la idea es pasar tu planta al exterior, es conveniente que adaptes tu futuro plantín al ciclo lumínico del sol. Si la luz del día tiene una duración de 11 horas, programa tus luces en interior a 11 horas de luz hasta que veas que el plantín tomó fuerza y está adaptado para pasar al exterior. No hace falta que tengas una super sala si trabajas solo en exterior, una lámpara de 150 watts de bajo consumo podría ir muy bien.

Cuanto más crecido esté, aproximadamente 15 centímetros de altura, mejor será la adaptación al mundo exterior.

La condición lumínica es muy importante para el desarrollo inicial en el cultivo. Si plantas en exterior la posición de la zona de tu cultivo o de invernadero tendrían que estar orientadas al norte, aprovechando la mayor cantidad de horas de luz  tan necesarias e importantes en la etapa vegetativa.

Para cultivo interior tienes opciones que pueden variar dependiendo del presupuesto que tengas a la hora de encarar tu sala. Obviamente que a mayor inversión, dedicación, trabajo y estudio los réditos serán mayores.

Si eres novato es preferible empezar de menor a mayor y no arriesgar todo de primera mano. La tecnología hoy ofrece variables posibles que puedes combinar.

¿Qué lámpara usar en el cannabis?

Lámparas de sodio, mercurio halogenado, LED, halogenuro cerámico (LEC), tubos PLL, son las opciones más comunes para iluminar a las plantas.

Las lámparas de mercurio son las utilizadas por la vieja escuela para la etapa de vegetación. Tienen un muy buen rendimiento y sus watts van de 250 a 1000. Para una sala de un metro por un metro, 400 watts es el indicado.

El consumo eléctrico puede ser alto y generalmente costoso, por eso muchos cultivadores de interior optan por los LED, que además tienen mayor espectro, durabilidad y no levanta temperatura, algo tan importante en época de verano.

Hoy por hoy hay fabricantes de paneles LED que están trabajando muy bien y muestran unos resultados fantásticos tanto a la hora de vegetar como de florecer.

Los LEC también están siendo muy utilizados para este periodo vegetativo y están reemplazando a la vieja y querida lámpara de sodio. Además de tener su balasto incorporado tienen un espectro lumínico más amplio, de esta manera la planta absorbe más luz y su desarrollo es mejor.

Otra ventaja es que nos sirve para la etapa de floración. Los costos y sus prestaciones marcarán qué es el mejor. Si puedes elegir y no tienes inconvenientes económicos, el LEC es muy bueno y tiene excelentes resultados.

En exterior, simplemente tenemos que tener en cuenta las horas de luz que van a recibir, ya sea directa o indirectamente.

En el hemisferio sur la temporada comienza entrando la primavera y dependiendo la zona geográfica las horas de luz pueden variar, los veranos pueden ser más largos e intensos,  al igual que los inviernos.

Busca y calcula las horas de luz diarias que tienes en tu zona, encuentra variedades o genéticas que puedan ser acordes a tu lugar. Las lluvias y la humedad podrían obligarte a buscar opciones híbridas con porcentajes más índicos ya que suelen ser más resistentes a ciertos hongos.

Control de plagas

Previo a comenzar es importante hacer una desinfección o control preventivo para mantener las plagas bajo control.

En mi caso utilizo tierra de diatomeas, fungicidas orgánicos y preparados caseros, una semana antes de comenzar,  riego y espolvoreo el suelo con estos productos.

Si tienes problemas en este punto y recién empiezas tu cultivo, esto podría verse afectado en el crecimiento y el sano desarrollo de las plantas.

Primeros objetivos al inicio del cultivo de cannabis

El objetivo del cultivo de cannabis en su fase inicial es lograr un crecimiento sano, fuerte y vigoroso para llegar a una cosecha productiva. Junto a una adecuada nutrición y seguimiento diario lograremos el objetivo.

La planta debe verse sana, sus hojas deben tener un color verde uniforme y estar libres de insectos y hongos. En sus hojas podemos observar como la planta se viene nutriendo y qué síntomas presenta, es decir carencias y/o excesos.

A medida que la planta va creciendo y consumiendo sus nutrientes, su color va perdiendo fuerza y va tornándose de color amarillo. Si logramos eso, estamos en un correcto final de cultivo a nivel nutricional. Pero si llegas al final y las hojas están verdes como al comienzo, quiere decir que no lavaste bien tus raíces y tendrás más presencia de clorofila, el nitrógeno no fue absorbido adecuadamente y que a la hora de fumar es posible con notes un raspado o un sabor más duro.

En cultivo a suelo directo diría que es muy difícil o me arriesgaría a decir que es imposible hacer un lavado de raíces, ya que por lógica el suelo no tiene el mismo drenaje que tiene una maceta. Pero eso se podría corregir con la dieta que vamos a utilizar, fertilizando en menores cantidades y teniendo un sustrato preparado acorde a la necesidad del cannabis, con esto tu planta podría llegar al final de la floración mostrando en sus hojas que ha consumido de manera correcta y a tiempo sus nutrientes.

La planta debe desarrollar un follaje sano y tupido, el tallo debe ir creciendo y haciéndose fuerte desde sus comienzos, verse duros y carnosos. En interior unos ventiladores ayudarán a generar movimiento en las plantas y así los tallos lograrán fuerza y dureza.

En el exterior esto generalmente pasa de manera natural con el viento. Podemos analizar la raíz de acuerdo a cómo vemos crecer la planta. Si la planta goza de buena salud significa que las raíces están sanas y están alimentándose de manera correcta.

Cada 15 días aproximadamente puedes regar con preventivos de hongos, con eso las raíces estarán solo predispuestas a nutrirse sin tener ningún sobresalto.

cómo cultivar marihuana exterior

Riesgos más habituales

La sobrefertilización es uno de los riesgos más habituales que ocurre durante los dos primeros meses. Su síntoma es claro, hojas en forma de serrucho o garras dependiendo el problema y el tipo de sobrefertilización.

 

Otro riesgo es pasarse con el riego, eso puede ahogar y/o pudrir las raíces y acabar con tu planta. Esto es muy frecuente en cultivadores que recién se inician, ya que quieren resultados rápidos y piensan que a mayor cantidad o frecuencia en el riego, mayor será el crecimiento en la planta.

 

Los golpes de calor pueden afectar la planta en los primeros meses. El verano y las temperaturas altas en indoor acompañado de una mala nutrición pueden ser letales e irremediables.

 

Es necesario controlar, saber qué día fertilizamos y con cuántos mililitros hemos regado.

La ayuda de “timmers” para programar las horas de luz y del sistema de ventilación son muy útiles y eficaces.

 

¿Qué hacer si el riesgo pasó a problema?

Si tienes poco espacio y tu cultivo es limitado en cuanto a cantidad de plantas, tal vez es preferible comenzar de nuevo y no perder el tiempo. Muchas veces queremos recuperar algo que puede dar más problemas, es posible que el estrés producido se vea reflejado en un crecimiento deficiente y en la producción final muy resentida. Son muchos meses de esfuerzo y esmero para no lograr lo que nos propusimos.

 

Ciclo lumínico del cannabis

En interior el ciclo de luz para los primeros dos meses será de 18 horas de luz continua y seis horas de total oscuridad.

 

Muchos cultivadores de interior suelen imitar el desarrollo lumínico de exterior en algún momento. Por ejemplo, una semana o dos previa a la floración empiezan a reducir las horas de luz hasta llegar a las 12/12. Una vez en floración es posible que lleguen a la cosecha con un ciclo de 15 horas de oscuridad y 9 de luz. Todo esto puedes experimentarlo y sacar tu mismo las conclusiones. Siempre es bueno romper esas reglas y darse cuenta por sí solo hasta dónde podemos llegar.

 

Nutrición: sustrato, fertilizantes, preventivos

La nutrición que se necesita al comienzo tiene que ser rica en nitrógeno. El fósforo y potasio también tendrán su participación en esta etapa, pero su presencia será más fuerte en la etapa de floración.

 

Muchos productos ofrecen una mezcla justa de estos elementos listos para usar y de buena calidad. Date una vuelta por tu growshop de confianza y asesórate sobre marcas, precios, calidad y rendimiento.

 

Una opción fuera del mercado es la preparación de tés orgánicos caseros para fertilizar.

Una buena y nutrida compostera trabajada con tiempo te dará mejores resultados. Los hechos de tés de compost contienen una muy buena carga nutricional, también el lixiviado de humus de lombriz es muy rico en nitrógeno.

 

La cola de caballo contiene muy buenos niveles de nitrógeno y carbono, puedes usarla para compostar junto al estiércol de pollo, gallina y vaca entre otros.

 

Fertilizar plantas de exterior en el suelo directo es más fácil que fertilizar plantas en maceta, en el suelo las raíces tienen más nutrientes para absorber y pueden desarrollarse en tamaños imposibles para una maceta.La melaza de caña nunca falta en mi dieta, la uso durante todo el ciclo de cultivo. Preparo una cucharada sopera en cinco litros de agua y riego cada 15 días.

 

Entrando en el segundo mes de vegetación aplico guano de murciélago al riego en pequeñas dosis. Por ejemplo, una cucharada de té cada tres litros.

 

En el sustrato no puede faltar una porción importante de humus de lombriz y compost casero. Un preparado habitual es 20% de turba y/o coco, 10% de perlita, 10% de vermiculita, 40% de humus de lombriz y 20% de compost.         

 

Para la prevención, control de hongos y plagas es importante que los productos sean naturales, ya que tu planta será luego para consumo humano. Puedes pulverizar tu planta desde el primer mes con aceite de Neem, tierra de diatomeas o jabón potásico. Puedes empezar en ese orden aplicando por separado con diferencia de una semana entre cada producto.

 

Para los hongos utilizó un preparado de cola de caballo (se consigue en dietéticas o farmacias), puedes dejar macerando una porción en agua durante cinco días en la oscuridad, o preparar una infusión y dejar que se enfríe para aplicar de manera foliar. El azufre también es un buen aliado para combatir hongos.

 

No te preocupes por la cantidad a utilizar, al ser productos naturales es muy difícil que dañes a la planta. Para la aplicación de cualquier producto, foliar o a través del riego, es aconsejable comenzar de menos a más en las cantidades.

 

Una correcta higiene diaria y mantenimiento pueden evitarte muchos dolores de cabeza.

 

Nunca dejes de mirar el entorno de las plantas, mantén una mirada amplia dentro del cultivo. Si una planta se enferma o tiene algún problema, es posible que su vecina también pueda llegar a estarlo.

 

Actúa a tiempo, consulta varias fuentes, visita cultivos de amigos y nutrete de buena y confiable información. Nunca es tarde para aprender, nunca es temprano para comenzar.

Nico Vaia

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Frank Brandse