La marihuana y el trastorno bipolar
El trastorno bipolar afecta a más de 140 millones de personas en el mundo. Los tratamientos que la medicina alopática ofrece pueden tener severos efectos adversos. El Dr. Lester Grinspoon y James B. Bakalar hicieron un artículo que evidencia los beneficios del uso de marihuana en personas que tienen este trastorno.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es un cambio que se produce en el equilibrio mental de una persona. Las personas que tienen este trastorno alternan su estado mental entre episodios de manía y depresión. Durante los episodios de depresión las personas pueden sentir muchas cosas.
Ellas son: falta de interés en la vida, tristeza, culpa irracional, incapacidad para concentrarse, pérdida de apetito, letargo y fatiga crónica. Cuando aparece la otra polaridad, la manía, también hay consecuencias. En este estado las personas pueden tener tanta energía que no tienen sueño ni cansancio (hasta que de un momento a otro quedan exhaustas). También durante esos momentos las personas pueden tener comportamientos sociales imprudentes, irritabilidad, paranoia y/o ira.
Tratamiento alopático del trastorno bipolar
El tratamiento alopático para esta enfermedad incluye sales de litio y anticonvulsivos. Las sales de litio modulan la neurotransmisión. Esto lo hacen bloqueando la producción de neurotransmisores. Algunos de los neurotransmisores que pueden bloquear son la noradrenalina y la serotonina, conocida como “la partícula de la felicidad”. La carbamazepina, oxcarbazepina, lamotrigina, fenitoína y el ácido valproico son algunos de los anticonvulsivos más utilizados. Si bien cada uno presenta un mecanismo de acción particular, en rasgos generales inhiben la acción de neurotransmisores excitatorios como el glutamato.
Efectos adversos
El litio tiene efectos adversos a corto y a largo plazo. En el corto plazo, el tratamiento con litio puede producir trastornos gastrointestinales como náuseas, dolor abdominal, diarrea, vómitos y/o anorexia. A largo plazo este tratamiento puede causar diabetes insípida.
Ésta es una enfermedad en la que los riñones producen un desequilibrio de los líquidos del organismo. También puede causar bocio, que es un aumento del tamaño de la glándula tiroides. La tiroides se encarga de producir las hormonas T4 y T3. Éstas hormonas regulan el ritmo con el que el organismo utiliza la energía que obtiene de los alimentos.
De todos los fármacos utilizados en psiquiatría el litio es el que tiene el margen terapéutico más estrecho. En el cerebro el litio duplica la concentración que hay en el plasma sanguíneo. Por esta razón es propenso a causar neurotoxicidad. Esta toxicidad afecta a la memoria y a la concentración.
También puede producir otros efectos. Estos pueden ser: confusión, debilidad, temblores, falta de energía, delirio, falta de control muscular, incluso puede provocar un estado de coma y la muerte. Por otro lado, el tratamiento con anticonvulsivos o antiepilépticos también tiene consecuencias. Puede causar daño hepático, náuseas, vómitos, visión doble, pérdida de la coordinación, somnolencia y dolor de cabeza.
La investigación del Dr. Grinspoon y James B. Bakalar
Lester Grinspoon fue un psiquiatra estadounidense que trabajó 40 años en el hospital de salud mental de Massachusetts. También fue profesor de Harvard, miembro de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia AAAS, y fundador de las revistas científicas The American Psychiatric Association Annual Review y Harvard Mental Health Letter, donde fue editor durante 15 años. Además de haber sido amigo íntimo de Carl Sagan, tuvo cuatro hijos de los cuales uno es el astrobiólogo David Grinspoon, quien trabaja en la NASA, y el otro el médico Peter Grisnpoon, médico experto en cannabis medicinal, instructor de la escuela de medicina de Harvard, interno en el hospital general de Massachusetts y miembro del grupo Doctors for Cannabis Regulation.
Lester Grinspoon publicó, junto con el investigador y profesor James B. Bakalar, el libro Marijuana: The Forbidden Medicine, republicado en 1997 por la prensa universitaria de Yale, New Haven y Londres. En ese libro se describen casos de personas con trastorno bipolar. Estas personas encontraron en la marihuana un medicamento más efectivo que las drogas alopáticas. También el libro incluye casos de personas con ese mismo trastorno que utilizaron marihuana para contrarrestar los efectos adversos del litio.
El caso de una mujer de 47 años
Una mujer con trastorno bipolar consumió litio durante 6 meses y experimentó severos efectos secundarios. Estos efectos secundarios, junto con un aumento en la intensidad de los eventos de manía y depresión, la condujeron al consumo de marihuana. Años antes había hecho uso del cannabis como medicina, pero lo abandonó a causa de la estigmatización social.
Esta mujer revela que el efecto de la enfermedad no solo afecta a la vida individual, sino que también repercute en la familia. Nos cuenta que durante los episodios de manía su marido y su hijo se asustaban de ella y eso le provocaba más ira, lo que empeoraba aún más las cosas. Cuando la depresión llegaba también repercutía. Por eso, este caso es un ejemplo de cómo esta enfermedad puede verdaderamente destrozar una familia.
A causa de esta situación, la mujer se vio cada vez más impulsada a hacer uso de la marihuana medicinal. Ella no consideraba que abusaba de una droga, sino que hizo lo que cualquier persona racional hubiese hecho. Con el uso adecuado de la marihuana en los episodios, esta persona lograba disminuir lo que la estaba afectando y le devolvía un estado de normalidad.
Su marido asegura que sin el uso de la marihuana medicinal ella necesitaba estar institucionalizada. Él añade que la marihuana le brindaba un alivio inmediato en el momento en el que lo necesitaba, a diferencia de los fármacos que le hacían efecto recién una hora después de haberlos tomado, además de ser económicamente muy costosos. Él asegura que los fármacos la inducían a un estado como “zombie”, o alejado de la realidad como si le hubiesen hecho una lobotomía.
Por el contrario, la marihuana no le causaba ese efecto, solo la devolvía a la normalidad. La marihuana le permitió a esta mujer recuperar una vida normal. La única diferencia es que debido a la estigmatización del uso de la marihuana, ella se sentía incómoda de estar fuera de casa y procuraba estar cerca para fumar marihuana cuando lo necesitaba.
El caso de una mujer de 35 años
Al consumir marihuana, sus emociones caóticas desaparecían y era invadida por una sensación de calma, paz y bienestar. Su percepción de los demás y de la vida cambiaba radicalmente, y podía tomar control de sí misma. Podía dormir fácilmente y no tenía ningún efecto secundario.
Sólo otra persona con este trastorno entendería cómo la marihuana le había cambiado la vida. Aún sin saber que estaba colocada, a su familia le agradaba más en ese estado que cuando consumía litio o no consumía nada. Pero como la marihuana es ilegal, esta mujer tenía que vivir una doble vida escondiéndose de su familia y de los médicos. Esta situación la obligaba a elegir entre obedecer la ley y estar enferma, o desobedecer la ley y sentirse bien.
El caso de un varón de 20 años
Este joven no consumía marihuana a diario, sino que lo hacía sólo cuando aparecían los episodios de manía, y a los 5 minutos ya se encontraba bien. Él nunca parecía estar colocado, sólo alegre y relajado. Una vez que comenzó a utilizar marihuana medicinal, no volvió a tener cambios en el estado de ánimo. Él era consciente de que podía ir a la cárcel, pero sabía que sin consumir marihuana podría terminar institucionalizado e incluso muerto.
El caso de una mujer de 37 años
Cuando tiene episodios de manía, la marihuana la relaja, le ayuda a dormir, y a hablar más despacio. Cuándo está deprimida, en lugar de estar tirada en la cama todo el día, la marihuana la pone más activa. Cuando no consumía marihuana se volvía más irritable y más difícil de tratar. La marihuana medicinal brinda alivio a muchas personas que sufren distintas patologías, y aquellas que sufren de trastorno bipolar no son la excepción. Pese a la estigmatización social, a las consecuencias legales y jurídicas, y a la dificultad de acceso, algunas personas luchan contra esto día a día para poder aliviar su trastorno con el uso de marihuana y así traer equilibrio a sus vidas.
Bibliografía: Grinspoon L., Bakalar j. B., The Use of Cannabis as a Mood Stabilizer in Bipolar Disorder: Anecdotal Evidence and the Need for Clinical Research. Journal of Psychoactive Drugs. 1998.