Cannabis y calidad: importancia terapéutica
Medicina segura: análisis y control de calidad de productos derivados de marihuana para consumo medicinal.
El control de calidad es un conjunto de operaciones analíticas por las cuales se determinan ciertos requerimientos que aseguran la eficacia y la seguridad de los medicamentos a base de Cannabis sativa.
El Cannabis como medicamento
Las aplicaciones medicinales del Cannabis sativa han sido reportadas desde hace más de 6000 años, no es una novedad que sea una planta versátil para un amplio espectro de dolencias y patologías. En la actualidad se reconoce la aplicación de Cannabis en las siguientes patologías: esclerosis múltiple, epilepsia refractaria, nauseas y vómitos asociados a quimioterapia, anorexia en personas con VIH, y dolor crónico. Actualmente investigado para diversas patologías y en todas partes del mundo, cada vez son más los trabajos y las investigaciones sobre la marihuana terapéutica.
Durante el recorrido de la historia de esta planta como medicina, la prescripción y preparación medicinal de Cannabis estuvo en manos de ciertas personas; autoridades religiosas o líderes espirituales o medicinales, hasta incluso médicos y farmacéuticos en esta última parte de la historia. No obstante, en la actualidad el acceso a productos medicinales a base de Cannabis puede ser a través de un mercado regulado y también a través de un mercado no regulado. Pasaron 83 años desde la prohibición de Cannabis con el “Marihuana tax” en Estados Unidos, hasta que se empezaron a desarrollar medicamentos derivados de la marihuana, como por ejemplo el Sativex, recetado para el tratamiento de la esclerosis múltiple, que tiene solo diez años en el mercado. Este medicamento se trata de un spray oromucosal de THC y CBD en iguales proporciones. Lo siguen otros medicamentos, como el MARINOL (THC), el CESAMET (THC) y el EPIDIOLEX (CBD), este último aprobado por la FDA para el tratamiento de epilepsia refractaria, en 2018, año en el que finalmente también la OMS reconoció los potenciales beneficios de esta planta.
Consumo marihuana medicinal seguro: ¿Qué es el control de calidad?
A pesar de ser productos farmacéuticos (y por lo tanto estandarizados y regulados) ya desarrollados, no se encuentran disponibles en algunos países, y cuando sí están a la venta, el acceso a los mismos es costoso y hasta incluso restrictivo. Teniendo en cuenta que el primer medicamento a base de marihuana tiene solo diez años de prevalencia, es interesante pensar cómo se desarrollaron los tratamientos con marihuana durante todos esos años y cómo fue el acceso a la medicina a base de Cannabis. Es de público conocimiento que el acceso a la misma durante mucho tiempo ha sido por fuera de un marco legal en la mayoría de los países, ya sea cultivando la especie, o bien obteniéndola en un mercado no regulado.
Con respecto a esta última forma de conseguir medicina cannábica, la realidad es que a veces supone un verdadero riesgo, cuando el paciente accede a su tratamiento a través de fuentes dudosas y poco confiables. Este mercado no regulado y las consecuencias que ocasiona han sido documentadas y citadas en los últimos años, en diversas partes del mundo. Por ejemplo se han citado productos que tienen etiquetas erróneas o incompletas, productos que no tienen cannabinoides, y productos que presentan contaminantes.
Es un hecho que en algunos lugares y ocasiones se especula y negocia con las necesidades de los pacientes, donde no existe ningún tipo de control que garantice la calidad del producto comprado. Las personas están accediendo a productos que utilizan en el tratamiento de sus patologías (en algunos casos bastante delicadas) que no tienen una regulación apropiada, y por consiguiente un control de calidad adecuado. El control de calidad es un conjunto de operaciones técnicas que permiten entre otras cosas cuantificar los “principios activos” (THC, CBD, terpenos, etc), y determinar la ausencia de contaminantes (pesticidas, metales pesados, contenido microbiológico, solventes residuales, etc).
La calidad es la base sobre la que se consolidan los aspectos de seguridad y eficacia de un medicamento. La eficacia trata sobre lograr el efecto terapéutico, y la seguridad sobre la no toxicidad o inocuidad. Si la calidad de un medicamento varía, también lo harán la eficacia y seguridad del mismo. Si el Cannabis va a consumirse de forma terapéutica o medicinal, es imprescindible que cumpla con los requerimientos de calidad
Valoración de principios activos: ¿Cuánto CBD y THC tiene un producto de marihuana medicinal?
Uno de los operaciones o análisis más importantes requeridos por el control de calidad de un medicamento es la valoración o cuantificación de principios activos del producto en sí. Para el caso de la marihuana se sabe que los metabolitos o compuestos más comúnmente analizados son el THC y el CBD. Con el incremento de trabajos científicos que proponen la actividad terapéutica de otros cannabinoides, como el CBG o el CBC, la iniciativa de cuantificar también estos analitos está tomando auge.
Además de los cannabinoides, para el caso de esta planta medicinal también se reconoce las propiedades medicinales de los terpenos, es decir mirceno, limoneno, beta cariofileno entre otros. También son caracterizados en este punto del control de calidad, no necesariamente se los cuantifica, pero sí se caracteriza el perfil de terpenos y el porcentaje relativo de cada uno, para que el consumidor tenga una idea de qué compuestos están presentes. Las técnicas por las cuales se cuantifica o se caracterizan los cannabinoides son diversas, pero la más aceptada en la actualidad es la cromatografía.
La cromatografía es un proceso por el cual, en un grupo de compuestos, los mismos se separan en función de sus diferentes afinidades por una fase denominada estacionaria y otra fase denominada móvil. Hay tres tipos básicos de cromatografía: la cromatografía en capa delgada, que es un análisis más bien cualitativo que indica presencia o ausencia de cannabinoides.
La cromatografía de líquidos, por otra parte, es una metodología útil para realizar análisis cuantitativo, lo mismo que la cromatografía gaseosa. Estos últimos dos métodos analíticos son los más utilizados para cuantificar cannabinoides, y el último particularmente también para caracterizar terpenos. No obstante, a pesar de que la valoración es un requerimiento tan esencial, hay antecedentes de muchos casos en los que este dato indispensable y útil no ha estado presente en los productos provenientes del mercado no regulado. Incluso a veces se ha reportado directamente la ausencia de cannabinoides. Esto último es bastante común con el metabolito CBD, que no es tan mayoritario y prevalente como el THC. También se ha observado que las etiquetas que rotulan la información de estos productos tampoco son consistentes con lo analizado posteriormente, lo que no da ningún tipo de seguridad o certeza sobre qué se está consumiendo y cuánto.
La cuantificación de principios activos (o metabolitos de interés terapéutico), ya sean cannabinoides o terpenos debe ser un análisis de rutina, ideal y troncal en el control de calidad de un medicamento. Conocer la cantidad de CBD y THC, por ejemplo, es un dato imprescindible para la administración y dosificación del producto. según la patología y el paciente.
Contaminantes y adulterantes en marihuana: ¿Cómo se verifica la seguridad de un producto de Cannabis medicinal?
Otra arista relevante del control de calidad es la determinación de contaminantes. Para la marihuana se pueden citar residuos de solventes, pesticidas, metales pesados y microorganismos. Existen varios trabajos recopilatorios que advierten de los contaminantes más frecuentes encontrados en esta planta y en los productos derivados de la misma.
También se encuentran disponibles normas que determinan los niveles máximos de metales pesados que están permitidos en plantas medicinales, por ejemplo, o también aquellos microorganismos específicos que son buscados en los análisis por representar un gran peligro en su consumo, a pesar de que la esterilidad de un producto es a veces un requerimiento esencial. Con respecto a residuos de solventes y pesticidas, ambos se analizan también por cromatografía gaseosa como se explicó anteriormente. Con respecto a residuos de solventes, se puede poner de ejemplo el caso del producto “aceite de Cannabis”.
La preparación de este se basa en la extracción de la resina de la planta con un solvente, y posterior eliminación del mismo. Son los residuos de estos solventes los que se analizan. Hablando de pesticidas también se encuentra disponible una larga lista de pesticidas citados y encontrados en marihuana y derivados, algunos dañinos para la salud humana.
Los metales pesados pueden analizarse de varias formas, pero por lo general se utiliza una técnica llamada espectroscopia de absorción atómica. Para Cannabis los metales pesados más comúnmente citados por su presencia son el cadmio y el plomo. De hecho, hay un antecedente en los países bajos de una adulteración con plomo de flores de marihuana con el fin de incrementar el peso para la venta.
Como se mencionaba unas líneas más arribas, hay algunas reglamentaciones sobre los niveles permitidos de metales pesados en hierbas medicinales. La OMS (Organización Mundial de la Salud) indica 10 mg/kg de plomo y 0,3mg/kg de cadmio como máximo para hierbas medicinales. Además, es sustancial mencionar que la marihuana ha sido citada en numerosas ocasiones como una planta “fitorremediadora”, esto quiere decir que tiene la capacidad de captar y almacenar los metales presentes en los suelos donde crece, de forma tal que estos recuperan sus características.
En relación con el control microbiológico, hay diversos reportes de problemas asociados y determinación de la presencia de numerosos organismos perjudiciales para la salud. Hay que tener especial cuidado en el manejo post cosecha de la planta, como el secado y el almacenado. Históricamente se ha notificado la presencia de los géneros Salmonella spp, Enterobacter spp, Streptococcus spp y Klebsiella spp.
De por sí, en algunas farmacopeas del mundo está establecido que no pueden encontrarse, por ejemplo, las siguientes especies de bacterias: Salmonella spp, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa y Escherichia coli. Por otra parte, con respecto a la presencia de hongos, se ha citado en varias ocasiones la presencia de Aspergillus spp, y otras especies como Penicillium spp y Cryptococcus liquefaciens. No solo puede ocasionar aspergilosis, que es una infección y neumonía bastante complicada, sino que además algunas especies de Aspergillus producen aflatoxinas, que son micotoxinas cancerígenas, que se han detectado en marihuana.
La forma de determinar estos contaminantes tanto bacterianos como fúngicos es por metodologías clásicas de análisis de microorganismos, por lo general con medios de cultivo específicos. Es importante remarcar que las personas que acceden a estos tratamientos a veces no cuentan con un sistema inmunitario fortalecido y que cualquier microorganismo podría ocasionarles una descompensación. Es de vital importancia que el producto o el medicamento sea estéril y seguro.
Relevancia terapéutica del control de calidad
Aunque la planta de marihuana juega un importante papel como agente terapéutico para un número creciente de indicaciones médicas, el hecho de que exista una producción y venta no regulada puede interferir significativamente con la salud y la terapia de las personas. La marihuana puede llegar a ser (y es) muy útil en el tratamiento de diversas patologías, pero si no hay acceso a productos de calidad, los avances en investigación y desarrollo con esta planta quedarán traspapelados. La falta de control de calidad del mercado no regulado de productos a base de marihuana a los que acceden actualmente la mayoría de las personas en todas partes del mundo, supone a corto o largo plazo un obstáculo en la construcción del entendimiento y las potenciales aplicaciones de esta planta. Antaño esta planta fue desvalorizada y sustituida en las farmacopeas por preparaciones no estandarizadas (y por lo tanto efectos terapéuticos poco predecibles), entonces la cuestión que nos atraviesa en la actualidad en relación con el acceso de productos no regulados, tendrá las mismas secuelas.
Otros artículos en Soft Secrets sobre ciencia cannábica
Administración liposomal: mejorando la eficiencia y potencia del CBD