El boom del Cannabis en Tailandia

Jaime de Resin Seeds

Jaime hizo el primer viaje a Tailandia en 2019 cuando empezaba la regulación del CBD para usos Medicinales. Hugo nos cuenta en el artículo que Jaime ha visto como en Tailandia se ha pasado de una situación muy restrictiva, en la que solo unas pocas empresas podían cultivar variedades de CBD con menos de 1% de THC, a una descriminalización general en la que se vale todo. “Han pasado de meterte 20 años de cárcel por fumar un porro, a vender marihuana en un tenderete a todo el que pasa por delante” describe Jaime. Se ha descriminalizado el THC y ahora se considera la marihuana como una planta tradicional tailandesa. Jaime ha vivido la legalización en muchos países y nunca ha visto una situación como esta, se espera el desarrollo de una ley que introducirá restricciones, pero de momento es la ley de la selva, nos cuesta Hugo en el artículo.

Lex de Royal Queen Seeds

Lex es un holandés que lleva 20 años en Tailandia. Debido al colapso económico causado por el Covid19, decidió cambiar su vida y compró un terreno para montar una granja orgánica en las montañas de Tailandia. “Tailandia se ha convertido en el Far West. El Cannabis está ahora mismo en todos lados, sobre todo en los sitios turísticos, cada 10 metros hay alguien vendiendo marihuana, desde foodtrucks a farmacias. Puedes llevar en el coche 1, 50 o 100 kilos, hasta la puedes llevarlo en un avión, no hay límite”, describe Lex.

Royal Queen Seeds fue el primer banco de semillas europeo en abrir una tienda en Bangkok, y lo hizo en un edificio de cinco plantas!!! Si lo recuerdas es quizá porque te lo contamos en este artículo. Como la venta de edibles está permitida, Royal Queen Seeds contrató un cocinero de renombre para que los prepare. Hugo revela que en un futuro RQS planea abrir franquicias y puntos de reventa. “Tenemos muy buen feedback de nuestras flores y edibles, la gente se da cuenta de que ofrecemos calidad. Otra gente vende la marihuana más barata, pero nosotros vendemos la mejor calidad, nuestra filosofía es ofrecer lo mejor y centrarnos en que el cliente tenga una buena experiencia”, detalla Lex. Es por eso que tienen granjas que producen en exclusiva para ellos, aparte del Royal Queen Seeds Fan Club, un grupo de pequeños cultivadores que usan sus genéticas para hacer producción de la máxima calidad.

El hotel cannábico milagroso

Hugo nos cuenta en su artículo que el equipo de Sweed Dreams antes de ir a Tailandia llevaba tiempo intentando trabajar de forma legal con todo tipo de Cannabis, THC, CBD, extracciones o comestibles. Al ser italianos, empezaron con el Gobierno italiano. Cuando se reguló la marihuana medicinal en Italia bajo receta médica, ofrecen al Gobierno italiano que compraba por 6 € el gramos, comprarlo a 4 €, producto de la misma calidad, con certificado GMP y calidad farmacéutica. Tuvieron cita con el Ministerio de Sanidad y luego no les recibieron más. Pronto se dieron cuenta que el mercado estaba en manos de lobbies canadienses y americanos. Al regularse en Malta estuvieron a punto de suministrarles, pero luego los lobbies canadienses llegaron y volvieron a dejarles fuera. Al regularse en Tailandia, un contacto les avisó de la oportunidad que se abría. Tenían claro que los primeros que empiezan se llevan buena parte del pastel. Así que al día siguiente de la llamada, el CEO de Sweed Dreams, Renzo, se compró un billete de avión. Finalmente, consiguen atraer bastantes inversores y alcanzar desde cero un millón de euros. A día de hoy hay más gente en la cola que quiere invertir, pero están siendo seleccionados porque solo quieren gente que piense como ellos y que tenga pasión por el Cannabis. “Estamos encantados de trabajar con gente así, son guerreros de la vida y representan lo que es Sweed Dreams”, asegura Renzo. Estoy convencido de que cuando haces algo que conduce al progreso del universo, el universo te lo devuelve, y si haces algo que obstaculiza el progreso del universo, también te lo devuelve”.

El equipo de Sweed Dreams fue a Koh Lippe para comprar un hotel a una señora, pero era muy dura. En tres reuniones les subío el precio cada vez, siempre pedía más. Al equipo de Sweed Dreams se le escapaba la oportunidad de abrir el primer Cannabis Hotel de Tailandia, pero con esta señora ya no querían trabajar. Entonces dan un paseo y encuentran una pareja que hablaba italiano. La chica les dice “¿qué hacéis aquí?”, le cuentan que han venido a ver este hotel. Ella les dice que ese hotel está destrozado por dentro y no les conviene, que vayan a mirar su hotel que lo quiere ceder. Era un hotel con muchas más habitaciones, con un local abajo supergrande para hacer un coffeshop, supermoderno, construido hace dos años y que casi no se estrenó por el Covid. Así que vuelven a su bungalow y preparan una propuesta. Esa misma noche quedan con ella, le encanta la propuesta que le hacen y firma el contrato.

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