¿Cómo prevenir plagas en el cultivo de Cannabis?

Plagas de hongos

Una buena circulación de aire ayuda a prevenir el establecimiento de enfermedades de las plantas. Para regular la tasa de intercambio de gas y vapor de agua entre la hoja y el microambiente también es importante que el aire fluya alrededor de la superficie de la hoja. El movimiento del aire afecta a la conductancia térmica de la capa límite de la hoja, al balance energético y, en última instancia, a la fisiología y crecimiento de toda la planta. Este movimiento se logra mediante la instalación de numerosos ventiladores dentro del entorno de cultivo. 

El espacio de cultivo es un entorno húmedo, cálido y con luz. Eso, aparte de ser un buen ambiente para el crecimiento de las plantas de Cannabis, supone un excelente lugar para la proliferación de hongos. Principalmente, hay tres hongos causantes de enfermedades en las plantas de Cannabis. El Fusarium, que afecta a raíces y tallo, el Oidio, que afecta a hojas y cogollos, y la Botrytis, que es especialmente dañina en los cogollos. La principal tarea de prevención para evitar estas enfermedades en las plantas es la limpieza y una correcta ventilación entre las mismas. 

Si hay mucha densidad de hojas en el armario de cultivo, es buena idea podar unas cuantas para que el aire circule y no se acumule humedad. Si se percibe la aparición de hongos en el cultivo, se debe apartar cualquier planta que se vea afectada tan pronto como sean detectados los primeros síntomas. Tanto Oídio, como Botrytis pueden resultar muy perjudiciales para la salud, tanto inhalado, como si se hace cualquier tipo de extracción. Por tanto, no hay que utilizar material vegetal que genera la sospecha de poder estar afectado por estos dos hongos.

Plagas de insectos

En el Cannabis, pueden darse tres tipos de problemas causados por insectos: en las raíces (mosca del sustrato), en las hojas (pulgones, mosca blanca, thrips…) o en los cogollos (orugas, araña roja). 

La mosca del sustrato ataca a las raíces y se alimenta de materia orgánica en descomposición, siendo uno de los motivos por los que es tan importante elegir un buen sustrato que esté correctamente compostado. También hay que evitar exceso de humedad y encharcamientos, ya que este ambiente favorece la proliferación de este insecto. En cultivos directamente en suelo no suele aparecer esta plaga a no ser que se utilicen fertilizantes orgánicos que no estén bien compostados.

Para los insectos de las hojas, los voladores como la mosca blanca y los thrips, se pueden controlar fácilmente colocando en el armario o cerca de las plantas en exterior placas cromotrópicas o cromáticas. Estas placas atraen a los insectos por su color, que se quedan pegados a la superficie adhesiva de la misma placa. Existen algunas que además incorporan atrayentes específicos (feromonas o aromas alimenticios) que aumentan su eficacia. Las placas cromotrópicas se utilizan en agricultura como alerta para detectar la plaga antes de que cause daños en el cultivo. En el caso del autocultivo de Cannabis, si en lugar de colocar 3 placas por hectárea, se ubican un par en el espacio de cultivo o cada 2 plantas en exterior, lo que se consigue es controlar la plaga. Las de color amarillo capturan mosca blanca y pulgones alados, y además sirven para detectar la mosca del sustrato. Para controlar los trips, se utilizan placas azules.

Se debe controlar la presencia de hormigas pese a que no son una plaga directa, pues pueden introducir pulgones no alados en las plantas. A las hormigas les encanta la melaza que excretan los pulgones y son capaces de montar sus granjas en las plantas para tener un suministro continuado de este alimento para ellas. Si existe la presencia de hormigas en la zona del cultivo, se puede espolvorear tierra de diatomeas alrededor de las plantas. Esto evitará que las hormigas trepen por las plantas y lleven los pulgones. La tierra de diatomeas ayudará también a evitar que caracoles y babosas ataquen las plantas.

La araña roja puede aparecer a lo largo de todo el cultivo, pero es en floración cuando es más problemática su presencia. Prefieren ambientes secos y cálidos, por lo que pueden aparecer en los meses de verano y, sobre todo, dentro de los armarios de cultivo. Es fundamental mantener una buena aireación y ventilación dentro del armario de cultivo. En cuanto se vean telas de araña en las plantas, se pueden rociar con agua fría, así serán más visibles y se podrán retirar manualmente. Si los cogollos están formados, no deben rociarse con agua, pues se podrían provocar pudriciones. Se deben retirar las telarañas sin manipular demasiado los cogollos, para no llevar mucha resina en los dedos.

Las orugas son uno de los mayores problemas que pueden surgir en el cultivo, sobre todo en floración. Además, son muy difíciles de prevenir, ya que los adultos son mariposas marrones de hábitos nocturnos y colocan los huevos en cualquier momento del cultivo. Una vez eclosionan los huevos y las orugas empiezan a alimentarse, se perciben sus excrementos en hojas y alrededor de las plantas como pequeñas bolitas negras. Si se agitan ligeramente las plantas, caerán más excrementos y restos de hojas. Las orugas no solamente dañan los cogollos, sino que también originan pudriciones causadas por botrytis. Si se percibe la presencia de orugas, retirar inmediatamente la parte afectada, si la floración no está avanzada se puede pulverizar con algún fitosanitario de origen natural como el aceite de Neem, y si está avanzada cosechar lo antes posible. 

Bibliografía: Erhardt, E. (2022) Autocultivo seguro de Cannabis medicinal. Cannabis Research Institute