¿Qué pasa si riegas tu planta de marihuana con agua caliente?
Durante el verano, las altas temperaturas pueden calentar tanto el agua de riego como las raíces de tu planta de marihuana. Pero ¿qué pasa si riegas con agua caliente sin querer? ¿Qué efectos tiene sobre el cultivo? Aquí te lo explicamos.
El agua caliente y sus efectos negativos en la marihuana
Regar tu planta de marihuana con agua caliente (por encima de los 30-35 °C) puede parecer un descuido sin importancia, pero puede causar varios problemas graves:
1. Daño en las raíces
Las raíces del cannabis son muy sensibles. El agua demasiado caliente puede:
- Cocer literalmente las raíces finas, impidiendo que absorban agua y nutrientes.
- Alterar la microbiota del sustrato, matando bacterias y hongos beneficiosos.
- Provocar estrés térmico, que se traduce en hojas decaídas, quemaduras y crecimiento lento.
2. Menor absorción de oxígeno
El agua caliente retiene menos oxígeno disuelto. Esto reduce la respiración celular en las raíces, afectando directamente el metabolismo de la planta.
3. Mayor riesgo de enfermedades
Un riego a alta temperatura favorece el desarrollo de patógenos fúngicos y bacterianos, como el fusarium o la podredumbre radicular, especialmente si el sustrato permanece húmedo por mucho tiempo.
¿A qué temperatura debe estar el agua de riego?
La temperatura ideal del agua de riego para marihuana está entre 18 y 22 °C. En cultivos de interior o durante olas de calor, se recomienda:
- Medir la temperatura del agua antes de regar.
- Evitar dejar bidones al sol, ya que pueden alcanzar más de 40 °C.
- Guardar el agua en un lugar fresco y sombreado.
¿Cómo enfriar el agua de riego si hace mucho calor?
Si el agua está demasiado caliente, puedes:
- Añadir unos cubitos de hielo justo antes del riego (sin pasarte).
- Usar garrafas o depósitos opacos que no acumulen tanto calor.
- Regar a primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando la temperatura ambiente es más baja.
- Si estás cultivando en exterior, considera enterrar el depósito de agua o cubrirlo con una lona reflectante para evitar que se caliente demasiado.
¿Qué hacer si ya has regado con agua caliente?
No entres en pánico. Aquí tienes algunos consejos si has cometido el error:
- Riega con agua fresca a temperatura adecuada unas horas después para enfriar el sustrato.
- Observa las hojas: si se ponen mustias o quemadas, recorta las zonas más afectadas.
- Evita fertilizar inmediatamente después. Dale tiempo a la planta para recuperarse.
- Si usas macetas, asegúrate de que drenen bien y estén en sombra parcial.
El agua de riego es tan importante como los nutrientes o la luz. En verano, un descuido puede traducirse en estrés, enfermedades o incluso la muerte de tu planta. Evita regar con agua caliente, controla la temperatura y adapta tu rutina de riego al clima. Tus plantas te lo agradecerán con flores sanas y resinosas.
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Elizabeth Erhardt
