Prevención, tratamiento y cura del oídio

Desde hace varios años, al llegar el otoño aparece el oídio, después de la botrytis, uno de los hongos más comunes en el cultivo de marihuana. Se cree que el oídio es originario de Norteamérica, pero se sabe fehacientemente que arribó a nuestras costas en el año 1851. Tras arrasar cultivos en Francia, Alemania e Inglaterra, se convirtió rápidamente en una leyenda. A los daños producidos en la agricultura se sumaron otros míticos, se decía que las embarazadas que pasaban por un campo infectado de oídio perdían al bebé, que provocaba fiebres o que se debía al humo de las locomotoras.

La verdad es que las pérdidas fueron cuantiosas, al punto que desde entonces se la llamó como la primera gran plaga americana de los viñedos. Esta calamidad ante la que no había remedio impulsó el estudio de los cultivos resistentes, de mejores técnicas de injertos y de la química aplicada a su solución, y pronto fue conocido como cenizo, malura vella o con el nombre científico de Oídio. El oídio es la enfermedad producida por varias especies fúngicas de la familia de las Erysiphaceae, su particularidad es que actúa sobre la planta de manera externa. El micelio se forma en el exterior de la hoja, en la cara superior y hace que se vea como polvillo blanco sobre las hojas. El oídio disminuye el vigor de la planta, le roba nutrientes, detiene el crecimiento y disminuye la masa foliar útil y en la fase de floración afecta la calidad final de los cogollos, el sabor, el desarrollo, etc. Además, constituye un severo riesgo para la salud el consumir cogollos infectados por oídio

¿Cómo se identifica al oídio?

Identificar la infección sirve para empezar las tareas curativas. En una plaga que afecta todos los años, es más importante desarrollar tareas preventivas para evitar la aparición del hongo. Se identifica a simple vista como un polvillo de color blanco sobre las hojas. Muchos cultivadores no habituados a esta plaga la confunden con manchas producidas por cal, ceniza o harinas en la cara superior de las hojas. Hay que tener presente que el oídio se visualiza en la cara superior de las hojas, a diferencia de otros hongos como el mildiu que es visible en la cara inferior o en el envés de las hojas. Búscalo en las partes de la planta que recibe menos circulación del aire, por ejemplo, las plantas que quedan cercanas a una pared, o las partes de la planta donde el follaje es más tupido, ya que allí se suelen dar mejores condiciones para la germinación de las esporas.

Con un microscopio, se pueden observar los conidios, aunque no es necesario que se confirme la infección con el microscopio, ya que se ve fácilmente y de paso nos ahorramos de contaminar el microscopio. Para entender fácilmente cómo actúa, nos podríamos imaginar un cultivo de trigo donde cada espiga es un hongo y está sujeto a la pared celular de la hoja mediante prensadores, con los que puede absorber los nutrientes necesarios. Entre las especies más comunes que atacan a las plantas de marihuana se encuentra la Sphaerotheca Macularis, también denominada Erysiphe Macularis, o comúnmente llamado Oídio. Existen otras especies de hongos de la familia Erysiphaceae sin embargo a nivel descriptivo, preventivo y curativo son similares. Las esporas del hongo suelen llegar a través del viento desde plantas donde ha permanecido hospedado en invierno, o en insectos voladores tales como trips, pulgón, mosca blanca, etc., y por contaminación a través de ropas, otras plantas infectadas, etc.

El oídio se reproduce de forma sexual y asexual

En la forma asexual lo realiza mediante conidios, que son esporas asexuales que resisten sequias hasta llegar a la planta, y alcanzar las condiciones climáticas para reproducir al hongo. En la forma sexual, se fusionan las estructuras reproductivas femeninas y masculinas (ascogonio y anteridio respectivamente) para desarrollar cleistotecios, que pueden hibernar en hojas secas y esperar a condiciones climáticas adecuadas para activarse. Temperaturas entre 15 y 35ºC y humedad de 70% o más ya alcanzan para que las esporas se desarrollen, por lo que es muy recomendable ejecutar tareas preventivas para anticiparse a la infección y llegar al fin del cultivo con plantas sanas, en condiciones que nos aseguren una cosecha de alta calidad.

Como prevenir el oídio

Es importante mantener la limpieza del ático o balcón, y eliminar los restos del cultivo anterior ya que las esporas soportan el invierno. Limpia bien los tiestos con lejía antes de reutilizarlos y acláralos con abundante agua. No abonar con exceso de nitrógeno. Cantidades excesivas de este macro nutriente y malas condiciones climáticas favorecen el desarrollo de la infección. Es conveniente que las plantas tengan suficiente espacio de separación entre sí para que corra el aire y se eviten bolsones de humedad. Además, si debes pasar entre ella, es conveniente que no las roces con la ropa, ya que puedes transportar esporas desde el exterior a tu balcón y de planta a planta. Los insectos voladores tales como trips, mosca blanca o pulgones son un vector de contagio de oídio. Trata la planta con preventivos como aceite de Neem o trampas de colores para evitar el contagio por esta vía.

Si mezclas compost casero en tu sustrato o abonas con estiércol, debes comprobar que el ciclo de compostado esté completo y que no tenga plagas. Si ya has tenido problemas de oídio en temporadas anteriores, es una buena medida buscar variedades resistentes. Existen productos que contribuyen a prevenir la aparición de oídio, como por ejemplo el Propolix, que es orgánico, está elaborado por las abejas y posee efectos bactericida y fungicida comprobados. Pulveriza sobre la planta en crecimiento y durante la primera fase de floración para mantener la planta protegida. Otro producto idóneo para la prevención del oídio en la planta de marihuana es Oidioprot, también de origen orgánico, a base de aminoácidos y micro organismos, se puede pulverizar cada 15 días. Se puede combinar su uso con Cola de Caballo que contiene ácido silícico de acción contra el oídio. Existen también lámparas de luz ultravioleta como la conocida Clean Light, que elimina hongos y esporas al paso de la lámpara sobre las hojas a 5/10 cm de distancia, no más de 5 segundos bastan para mantener la planta sana. 

Tratar las plantas en crecimiento

Una vez detectada la presencia de oídio, debemos actuar rápidamente para evitar que se propague la infección por todo el cultivo. Es de fundamental importancia no posponer las tareas curativas, abocarse de inmediato a la tarea de salvar las plantas de marihuana. Existen enemigos naturales del Oídio tales como el Bacillus pumilus cepa QST 2808 que es una bacteria no patógena, que evita el desarrollo de las esporas del hongo e interrumpe el metabolismo celular. El plazo de seguridad es muy breve, de 3 días, y permanece activo en la planta al menos dos semanas. También es efectivo el Bacillus subtilis cepa QST 713, que es una bacteria gran positiva y que también sirve contra la botritis, se puede utilizar contra el oídio, el Bacillus Subtilis también tiene un plazo de seguridad mínimo de 3 días desde que se aplica y actúa inhibiendo el desarrollo de las esporas. Ambos se pueden usar de forma combinada. En esta fase, además, también son efectivos los ya mencionados, Propolix, Oidioprot y la lámpara Clean Light y contamos con productos químicos aceptados para cultivos ecológicos como el azufre, pulverizado sobre las hojas, que resulta efectivo, aunque hay que tener cuidado, a más de 35º C de temperatura se puede volver fitotóxico.

Otros productos químicos como el Tetraconazol, Penconazol o Tebuconazol son triazoles y Bupirimato que es una pirimidina, un compuesto orgánico, son algunos productos químicos de alta efectividad contra el oídio. Se pueden utilizar en crecimiento y en la primera fase de floración antes de la formación de los cogollos. Tienen acción por contacto y además son sistémicos, es decir, protegen a la planta durante todo el ciclo, aunque es recomendable realizar una segunda aplicación cada 45 días. Algunas formulaciones incluyen combinaciones de triazoles y de pirimidinas para lograr un tratamiento más efectivo. Nunca está de más recomendar seguir las instrucciones de los fabricantes para la aplicación del producto, la conservación, eliminación de restos y plazos de seguridad. Ten en cuenta que el cannabis no suele aparecer entre las plantas que se anuncian en los prospectos. Elige la de mayor plazo de seguridad para estar seguro y sobre todo no los utilices en floración avanzada, ya que pueden resultar de difícil eliminación en los cogollos. Lo que buscamos es una marihuana sana y de calidad que no presente riesgos cuando la consumamos.

Si una planta no está muy infectada, solamente hemos de podar las hojas contaminadas. Córtalas con cuidado, guárdalas en una bolsa para sacarlas del cultivo sin contaminar al resto del plantel. Si en cambio la planta esté muy afectada es conveniente desecharla y evitar que contagie al resto del cultivo. Es más peligroso mantenerla y sufrir una infección masiva, que eliminarla, tratar al resto y salvar el cultivo. No reutilices la tierra, y las macetas, antes de reutilizarlas, sumérgelas en una solución de lejía y agua unas horas y acláralas con agua sola. Luego de tocar las plantas afectadas, límpiate bien las manos, pásate alcohol y si puedes cámbiate la ropa incluso para evitar el posible contagio entre plantas.

Tratar las plantas en floración avanzada

En el ciclo de floración, solo podremos usar productos de origen biológicos respetando estrictamente los plazos de seguridad, enemigos naturales y tratamientos curativos que no afecten a los cogollos. Podemos aplicar Propolix y usarlo de forma alterna con Oidioprot y la lámpara Clean Light, de tal forma que limpiando el oídio de la planta con los productos líquidos y con la lámpara conseguiremos eliminar las esporas.

Ten presente que, si es necesario, es mejor eliminar una planta y salvar al resto, y sobre todo no dejes pasar el tiempo antes de aplicar algún curativo para evitar que se extienda. Cada hora que esperas aumenta la dificultad de eliminar la infección y más en el estado de floración avanzada donde estamos perdiendo cogollos. No te dejes estar ni abandones al cultivo.

Consejos generales

El oídio aparece todos los años, para cuidar a nuestras plantas de marihuana dependemos principalmente de las tareas preventivas. Preparar el cultivo en el balcón o ático para que las esporas no tengan las condiciones para germinar es una tarea de vital importancia para evitar esta plaga. Recuerda que las plantas deben estar separadas entre sí para procurar una buena circulación del aire y que no se concentre la humedad. Es de vital importancia no dejar pasar las aplicaciones de productos preventivos y realizar controles periódicos buscando síntomas de la infección, para que, en caso de enfermedad, las tareas curativas sean inmediatas y reduzcamos el daño. En algunos balcones o terrados, con otros vecinos que cultivan plantas susceptibles de ser infectadas con oídio y que no las cuidan demasiado, es imprescindible el uso de químicos a forma de preventivos, utilizando productos sistémicos. En caso de no ser necesario por no existir un foco infeccioso cercano y sin tratar, es mejor recurrir a productos de origen biológicos más saludables, sanos y con menor plazo de seguridad.

En caso de infección, se debe aplicar un tratamiento inmediato y evitar que se extienda la infección al resto del cultivo de marihuana. Debe ser encarado con una prioridad altísima, ya que como hemos visto se extiende fácilmente. Con estos consejos ya puedes empezar a prevenir a este nefasto hongo que puede acabar con toda tu cosecha, pero que con prevención y rápidos y buenos tratamientos curativos puede evitarse y llegar a buen puerto con la tan esperada cosecha de exterior. Ánimos, a no bajar los brazos y a prepararse para que esas cosechas de marihuana para autoconsumo culminen de la mejor manera. Bosterix