Tareas de noviembre
La nostalgia del otoño nos acecha, y con ella el cierre de una etapa en el cultivo. Pero la nostalgia del otoño se tiñe de alegría, porque noviembre es uno de los meses que más nos gustan. Las variedades índicas ya están listas para el curado y las sativas se terminan de cosechar. Mientras tanto, el secadero o cuarto de secado requiere nuestra atención para que el producto llegue al final lo mejor posible después de tanto trabajo. En este artículo encontrarás todo lo que necesitas para que tus tareas de noviembre salgan lo mejor posible.
Floración y cosecha de sativas
Uno de los problemas que puedes tener en esta época del año en tu cultivo es que el frío te sorprenda y aún veas un largo camino hasta cosechar. Es entonces cuando recordarás lo que te vamos a contar: Mueve o tapa las plantas luego de 12hs de luz para darles oscuridad, esto activará la floración antes de tiempo.
Una vez que los tricomas están maduros, llega el momento de la cosecha. Es recomendable que las plantas pasen sus últimas 24hs a oscuras para que produzcan más resina, y no olvides esperar a que hayan absorbido el agua y la tierra esté seca antes de dar el primer tijeretazo.
¿Cómo secar correctamente los cogollos?
Hay dos motivos para prestarle atención al secado. Por un lado, para evitar que en nuestros cogollos habiten esporas de hongos que los contaminen y nos puedan causar daños en la salud. Por otro lado, para hacer valer nuestro esfuerzo y el de la naturaleza durante el cultivo y darle el acabado final que amerita, sacando a relucir las propiedades organolépticas y obteniendo el efecto oportuno.
Antes de cosechar hay que preparar el sitio de secado si es que aún no está listo. Para eso, podemos optar por utilizar secaderos como los que venden en los growshops o colgar las ramas en sogas en forma de tendedero. Si debes mantener la discreción de tu cultivo, no olvides poner a punto tu sistema antiolores, como por ejemplo revisando si tus filtros de carbón necesitan recambio. Ahora sí sabremos de qué forma nos conviene cortar las plantas para que entren correctamente en el sitio de secado.
El secado es un proceso que es mejor hacerlo con los cogollos manicurados para que sea más fácil. Para manicurar los cogollos es recomendable usar tijeras de punta curva. La manicura se puede aprovechar de muchas maneras distintas, como para hacer hachís o mantequilla de marihuana. El ambiente apropiado para el secado es un sitio oscuro, con circulación de aire, una temperatura de 20ºC y una humedad entre 45 y 55%. Si tenemos que utilizar ventiladores para que circule el aire debemos procurar que no apunten directamente hacia el material vegetal porque lo secarían demasiado rápido y quedaría quebradizo.
Normalmente cuando cortamos las plantas de cannabis tienen hasta 75% de agua. El tiempo de secado depende de la densidad del cogollo, los cogollos más pequeños se secarán antes que la punta. Una o dos semanas es lo que puede llegar a tardar el secado. Si los cogollos no están bien secos, no se prenderán para poder fumar. Una vez que cruje al doblar una rama, estamos listos para pasar a la siguiente fase: El curado.
El curado
El curado de la marihuana es como la bendición final antes de que sea consumida. Es posible que este momento nos encuentre con cansancio por la travesía del cultivo o ilusionados por darlo todo hasta el final, sea cual sea tu caso, lo importante es no descuidar este último paso hacia el final.
Se tarda uno o dos meses en curar el cannabis y el objetivo es que la humedad de los cogollos alcance el 62% y se mantenga. En tu grow más cercano encontrarás productos sencillos y económicos que pueden facilitar enormemente esta tarea.
Para curar tus cogollos de marihuana utiliza botes de cristal con cierre hermético y boca ancha. Además, durante este proceso debes abrir el bote una vez al día durante aproximadamente 1hr para que se ventile. Sólo queda conservar los cogollos a oscuras en bolsas o recipientes herméticos y aprovechar la manicura que quedó en el proceso.
En este recorrido hemos puesto nuestros esfuerzos en crear un producto que vale la pena. Nos hemos entrenado para cuidar y proteger las sustancias que le proporcionan a la marihuana sus propiedades psicoactivas y terapéuticas, a la vez que regulamos su efecto. Además, hemos hecho lo posible por esculpir las características organolépticas de la variedad que cultivamos. Por todo esto es que noviembre es un mes que nos gusta.