¿Cómo Cultivar Marihuana en Exterior? Consejos y Beneficios

08 Aug 2020

Si tienes curiosidad sobre cultivar marihuana, aquí va un spoiler: Es como cultivar tomates.


Cultivar marihuana puede ser una experiencia emocionante y gratificante, pero tiene sus desafíos, especialmente para los cultivadores principiantes y con recursos limitados.

La buena noticia para todos los fumadores es que con un pequeño jardín puedes alcanzar un gran rendimiento y mucha calidad con muy poco dinero. Si tienes acceso a un lugar soleado en tu jardín privado, terraza, balcón, o incluso techo, estás listo para coger unas semillas y darle una oportunidad.

Esta corta pero práctica guía para cultivar en exterior te dará todo lo que necesitas antes de comenzar.

Beneficios de Cultivar en Exterior

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Al contrario de la opinión popular, cultivar marihuana en exterior es lo mejor para ambos, el cultivador y la planta. Hay muchos beneficios en este método que permiten que la planta prospere y produzca una buena cosecha.

Es Económico

El obvio beneficio de cultivar tu hierba en exterior es el infinito sol. Confiar en la energía solar no sólo lo hace un método altamente efectivo, sino que también mejora la calidad del cannabis respecto al cultivado con bombillas o kits de iluminación. El suministro de aire fresco y agua de lluvia también son gratis y tu cultivo se beneficiará plenamente de ellos. Los suministros que requieren inversión monetaria son las semillas o esquejes, la tierra, los fertilizantes y quizá un pequeño invernadero para comenzar. Por ello, mientras cultivas en exterior, tu cuenta de luz no tiene que sufrir las consecuencias de que cultives tu propia marihuana.

Gran Cosecha, Cultivador Contento

Todos los cultivadores veteranos estarán de acuerdo con que nada le da una mejor satisfacción a un cultivador que una planta grande y exuberante de marihuana. Y los cultivadores de marihuana de exterior consiguen cogollos bastante grandes y en general un mayor rendimiento de la cosecha. La planta de cannabis puede crecer más de 180 cm. Con esta altura, podemos producir cerca de medio kilo de cogollos secos.

Es Ecológico

El cultivo en indoor puede ser muy contaminante, porque requiere un alto consumo de energía debido a las bombillas o kits de iluminación, ventiladores y otro equipamiento que requiere mucha electricidad. El cultivo en exterior, por otro lado, utiliza el sol, el aire y el agua. De tal manera, que no contamina y contribuyen al ecosistema.

Es una Actividad Relajante y Divertida

Uno nunca debe subestimar el efecto terapéutico de cultivar. Arremangarse y ensuciarse las manos, no sólo tendrán un efecto relajante en tu mente, sino que también aprenderás a valorar el producto final, ya que no hay nada mejor que fumar marihuana cultivada por ti misma/o.

Antes que comiences con tu operación autocultivo, hay varios aspectos importantes que tienes que considerar para asegurarte el éxito. A continuación te contamos ¿Cómo cultivar marihuana en exterior?

¿Cómo Cultivar Marihuana en Exterior?

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1. Ten en Cuenta el Clima

Mientras que la planta de cannabis se adapta a diferentes condiciones, también es susceptible a climas extremos. Temperaturas por encima de 30ºC detendrán el crecimiento de tu planta de marihuana, mientras que temperaturas por debajo pueden causarles daño. Altos vientos y mucha lluvia también pueden dañar físicamente a las plantas, y una humedad excesiva puede favorecer la aparición de mildew y moho.

Es bien sabido, que es importante tener un buen conocimiento del clima en el área que vas a cultivar. Consulta con los cultivadores de tu zona, que tendrán conocimiento lidiando con las condiciones climáticas en sus cultivos. También tienes que saber las horas de luz que tiene el día en la estación del año en la que vas a cultivar en tu zona, ya que conocer las horas de luz a través de las estaciones del año es esencial para que las plantas cambien del período vegetativo a la floración.

2. Escoge el Lugar Apropiado para tu Cultivo de Exterior

Involucrar a tus manos en el cultivo de exterior también significa que tienes que decidir dónde vas a cultivar tu planta de marihuana. Este es un punto crucial en el proceso del cultivo, especialmente si vas a plantar directamente en la tierra. Tu planta tiene que estar situada en el lugar correcto donde tenga la mayor luz directa del sol, especialmente al medio día, cuando la luz del sol está en su máximo esplendor.

A medida que cambia la estación, se acerca el otoño, momento en el que las plantas recibirán la mínima cantidad de luz solar durante el día, lo que activará la fase de floración. Una brisa constante es lo ideal para las plantas, especialmente en zonas con mucha humedad. Si vives en un sitio con mucho viento, deberías considerar la instalación de alguna cerca o muro para proteger a tus plantas del viento.

Finalmente, quieres considerar tu seguridad y privacidad y proteger a tu "jardín del Edén" de los vecinos cotilla y de los fumetas con dedos pegajosos. Arbustos grandes y vallas altas son la mejor opción si vives en zonas remotas. Además, en la mayoría de los casos, las leyes requieren que los cultivadores oculten sus plantas de la calle. Muchos cultivadores cultivan en contenedores o balcones protegidos de la vista, y algunos construyen jaulas de alambre para mantener a los ladrones al margen.

3. Escoge Tu Semilla

Otra cosa importante que tienes que hacer es tener alguna idea de qué variedad te gustaría plantar, ya que tendrás que cuidarla los próximos meses. Escoge una variedad que tenga las características que estás buscando; evita variedades que prefieren climas cálidos si vives en una zona fría y húmeda, o una Indica si estás buscando el efecto de una Sativa.

Recuerda, las semillas más caras no siempre son las mejores, así como tampoco las más baratas son las peores. Dependiendo de la legalidad en tu país, puedes adquirir semillas o esquejes en un local de tu zona. Sin embargo, algunos cultivadores evitan los esquejes porque sienten que no son tan fuertes como las plantas que crecen a partir de semillas. Otra opción popular para el cultivo exterior son las semillas autoflorecientes, que comienzan a florecer tan pronto alcanzan la madurez.

4. Tiempo de Ir a por Sustrato

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Puedes comprar tu sustrato y ponerlo en macetas o plantar tus semillas directamente en el suelo. Si estás pensando en cultivar directo en el sustrato, debes comprender la composición de la tierra y mezclarla adecuadamente. Los suelos arcillosos drenan despacio y no permiten el paso del oxígeno, de manera que requieren un aporte de aireación.

Cava hoyos donde plantarás tus plantas y mezcla abono, compost, humus de lombriz, u otra materia orgánica descompuesta, al menos un mes antes de plantar. Los suelos arenosos, sin embargo, son muy fáciles de utilizar, drenan bien, pero no retienen bien los nutrientes en climas con mucha lluvia.

Si trabajas con suelos arenosos, cava hoyos profundos y mezcla compost y fibra de coco que unirán el suelo. El medio ideal para cultivar es suelo limoso, fácil para trabajar, retiene la humedad y tiene buen drenaje. El suelo limoso oscuro es el mejor, es fértil y no necesita aditivos.

Para asegurar buenos resultados y evitar dolores de cabeza, prueba tu sustrato; es fácil y sin costo, y te educará en la calidad de tu tierra.

5. Compra Fertilizantes

Las plantas de cannabis necesitan muchos nutrientes a lo largo de su ciclo de vida, principalmente en forma de potasio, fósforo, y nitrógeno.

Cómo alimentar a tus preciosas dependerá de la composición de la tierra. Puedes utilizar abonos comerciales si tienes un buen entendimiento de cómo funcionan. Los cultivadores principiantes deben evitar esto. Puedes comprar abonos diseñados especialmente para el cultivo de cannabis, aunque a veces pueden ser costosos y algunos pueden dañar a las bacterias del suelo. Hay muchos abonos orgánicos disponibles en las tiendas, algunos contienen harina de pescado, otros harina de hueso, guano de murciélago, o algas.

Así que, ahora ya sabes las cosas esenciales para comenzar a cultivar tu planta de marihuana de principio a fin. Por supuesto, debes tener en cuenta alguna que otra cosa mientras cultivas. Por ejemplo, nunca sabes si alguna plaga invadirá tu cultivo, de manera que estate vigilante y preparado para afrontar cualquier desafío. Continuar y optimizar tu proceso de cultivo dependerá de las necesidades de tu planta. Si ves que tu planta no está bien en el lugar que la pusiste, cámbiale el sitio. Ves pequeños bichitos que quieren destrozar las hojas, deshazte de ellos!

¡Feliz cultivo!