El juicio de Juanma a la AEMPS

Hoy, la solicitud de una licencia de autocultivo medicinal realizada por Juan Manuel Rodríguez Gantes tuvo su vista de conclusiones en los juzgados centrales de lo Contencioso administrativo de Madrid. En la visita, Rodríguez Gantes, representado por el equipo jurídico del Observatorio Europeo del Cultivo y Consumo de Cannabis (OECCC), expuso las conclusiones de Hector Brotons del estudio jurídico Brotsanbert, apoyado por Victor Ayllón y Cesar García Vidal Escola. 

Juan Manuel Rodríguez Gantes

Juan Manuel Rodríguez Gantes es lesionado medular, usuario de marihuana terapéutica, activista por la regulación del Cannabis y protagonista del documental “Marihuana para vivir”. Ha presentado su caso en Congresos científicos y diversos medios de comunicación, desde la histórica Interviú, que lo citó como el Ramón Samedro del cannabis, hasta El Intermedio. Primera persona en solicitar en España una licencia para autocultivo terapéutico de Cannabis. Vive en un centro público de lesionados medulares, en el que ha sido multado por consumir cannabis y también juzgado por autocultivarlo, como en su centro no es posible, demanda una licencia para poder autocultivar cannabis medicinal con seguridad jurídica.

Había una vez…

Hoy hubo otro punto de inflexión en la lucha incansable de Juan Manuel. Para comprender este caso, hay que recordar que esta lucha es larga y comenzó con otro punto de inflexión que te hemos contado hace unos años y ha escrito Hugo Madera: “En la historia, habría que dedicar un espacio al director del centro, Fernando López Díaz. Según la voz de Galicia, los problemas de Juanma empiezan cuando llega este director al centro y le denuncia por cultivar marihuana en su habitación. No consta que el anterior director le diera a Juanma ningún problema por ello. Aunque el juez absolvió a Juanma por cultivar, ahora se pretende que ni consuma. En el 2017 cuando la policía interroga sin abogado a uno de los pacientes a su cargo y le cachea y le retira su medicina, López Díaz no le defiende. Y por cierto ¿quién habrá sido el responsable de llamar a la policía? Dos policías secretas no se presentan en un centro de minusválidos por casualidad. Alguien les llamó, se supone que alguien con autoridad en ese centro, no un repartidor de pizzas que pasaba por allí. El señor Fernando López Díaz ¿conocerá el juramento hipocrático?”.

El juicio

“Gran comienzo de Héctor Brotons defendiendo la semilla de cannabis de colección que se venden en la UE y pagan impuestos desde hace décadas”, transmite el director de Soft Secrets, Hugo Madera, a través de Twitter. Así comenzaba Brotons a defender el autocultivo medicinal en España. Para defender el derecho al autocultivo de Juanma, Brotons explicó que el procedimiento actual, aunque en teoría sirve para personas jurídicas y físicas, es de imposible cumplimiento, ya que no se pueden solicitar requisitos pensados para el ámbito comercial a un particular que cultiva para su consumo propio. Como solución a esta problemática, Brotons defiende la necesidad de trámites más sencillos para las personas, sin tener que aplicar medidas de seguridad destinadas a empresas, ni tener que entregar la cosecha a un manipulador autorizado.

Además del imposible cumplimiento del procedimiento actual, Brotons defiende que esta situación no es acorde con los derechos fundamentales, ni con el efectivo cumplimiento de la salud pública. 

Derechos vulnerados

Brotons ha planteado una cuestión de constitucionalidad, pues la preconstitucional  ley de estupefacientes de 1967 vulnera el núcleo duro de la Constitución, al afectarse derechos como el derecho al libre desarrollo de la personalidad, derecho a la dignidad, derecho a la igualdad y por supuesto el derecho a la salud.

“No sabemos qué idoneidad tiene, ni en qué medida, ni en qué sentido prohibir a una persona enferma que cultive afecta a la salud pública, salvo una concepción satanizada y criminalizada de la cuestión, que lo que hace es criminalizar a una persona”, explica Brotons cuestionando la idoneidad de la medida.  “Que se tenga que someter a un proceso judicial, precisamente no ayudará a su proceso curativo”, añade Brotons reclamando el derecho a la salud de Juan Manuel.

Para argumentar la viabilidad de su pedido, Brotons explica por un lado, por qué al ser una cantidad pequeña la que se pide no hay peligro de la desviación al mercado negro, y por otro, que dentro del marco internacional es posible hacer un programa de cannabis medicinal, tal como explica el investigador independiente Kenzi Riboulet-Zemouli, ya que los tratados internacionales no están por encima de los tratados de DD.HH, y se ha reclasificado el cannabis para usos medicinales, por lo que debería estimarse esta demanda. “Los tratados internacionales de fiscalización son para controlar las sustancias con fin de proteger la salud y no están por encima de los tratados de DD.HH”, defiende Brotons.

El final

El abogado del Estado defiende que se necesita entregar a un fabricante autorizado y no deben existir excepciones a esta cautela. Defiende que es totalmente constitucional, y que no hay discriminación alguna. 

La lucha continúa…

“Seguimos defendiendo una regulación del cannabis medicinal para las personas, incluyendo el autocultivo medicinal. El caso de Juanma pone de relieve que el sistema de licencias de cannabis necesita una renovación profunda y urgente”, comunica el director de Soft Secrets y miembro del OECCC, Hugo Madera. El OECCC emitió un comunicado declarando firmemente su principal objetivo: “Es necesario regular el autocultivo medicinal por derechos fundamentales”.

Este juicio coincide con el proceso de conclusiones de la subcomisión medicinal del Congreso de los Diputados, donde tres grupos políticos, Unidas Podemos, Bildu y ERC, incluyen en sus conclusiones la necesidad de tener en cuenta el autocultivo medicinal. El OECCC también ha participado en esta subcomisión cannabis medicinal, donde solicitó una ley cannabis medicinal moderna que establezca distintas vías de acceso, incluyendo el autocultivo medicinal.