Primeras comparecencias de la subcomisión de cannabis

Elizabeth Erhardt
09 Mar 2022

Hoy en el Congreso de España finalmente se llevaron a cabo las primeras comparecencias de la subcomisión de Cannabis medicinal. Las comparecencias empezaron a las 10:00 de la mañana y contaron con la participación de 4 especialistas en el tema.


En la primer comparecencia de la subcomisión de Cannabis medicinal participaron:

  • Carlos Bouso Saiz: Director científico de la Fundación International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service (ICEERS)
  • Francisco Pascual Pastor: Presidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías (SOCIDROGALCOHOL)
  • Rosa Calvo Escalona: Doctora en Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil en el Instituto Clínic de Neurociencias (ICN) del Hospital Clínic de Barcelona
  • Manuel Ibarra Lorente: Jefe de departamento de Inspección y Control de Medicamento de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)

Carlos Bouso Saiz

El director científico de ICEERS fue el primer valiente que compareció con el apoyo y la experiencia de una enorme cantidad de personas usuarias de Cannabis medicinal que encuentran alivio y una mejora en su calidad de vida con esta planta. Carlos fue claro con el motivo que sostiene a la prohibición “No es cuestión de falta de evidencia , sino de voluntad política”. Con su discurso argumentó la seguridad que ofrece el Cannabis frente a los fármacos “No hay fármaco con menor toxicidad que el Cannabis. Hay más evidencia científica de los efectos terapéuticos del Cannabis que de cualquier otro fármaco”, dijo. Además, el Cannabis ayuda a reducir la polimedicación, algo muy positivo para la salud de las personas, pero no para la economía de las empresas farmacéuticas. 

El Dr. Bouso dedicó su comparecencia a desmentir varios argumentos que sostienen la prohibición. Uno de ellos fue un trending topic entre los comparecientes prohibicionistas: La falta de evidencia científica. Contra este argumento, el Dr. recordó que España reconoció internacionalmente las propiedades medicinales del Cannabis, al votar en 2020 a favor de eliminar a la planta de la lista IV de la Convención Única de estupefacientes. 

Otra explicación que dió Bouso para derrumbar la idea de la falta de evidencia científica que respaldan las propiedades terapéuticas del Cannabis, fue comparar las exigencias que se le piden al Cannabis en relación al resto de fármacos del mercado. “Las propiedades médicas del Cannabis cuentan con más evidencia que la mayoría de los medicamentos que existen hoy día en las farmacias”, dice el Dr. Además, continuando con la comparativa entre el Cannabis y los fármacos, Bouso, que es el especialista en farmacología, toxicología y terapéutica, nos habla de la baja toxicidad fisiológica del Cannabis y nos dice que probablemente ningún fármaco tenga dicha toxicidad tan baja como el Cannabis. Por el contrario destaca, que los fármacos son la tercera causa de muerte en el mundo. 

Una de las partes fundamentales del discurso del Dr. Bouso fue que reconoció algo que no mencionó ningún otro compareciente: La calidad de vida de las personas enfermas. Poner en el centro de la discusión este aspecto tan fundamental es lo que debería caracterizar a un buen profesional de la salud. 

Para terminar su presentación en defensa de las personas usuarias de Cannabis terapéutico de España, el Dr. Bouso hace un llamamiento a respetar los Derechos Humanos, en especial, al derecho al acceso médico de los estupefacientes sometidos a control internacional.

Francisco Pascual Pastor

El presidente de SOCIDROGALCOHOL comenzó mostrando su desprecio hacia el efecto terapéutico del Cannabis diciendo “A mi no me gusta hablar de Cannabis medicinal porque es como hablar de porro terapéutico”. Lo curioso de su discurso es que reconoció que el Cannabis es una medicina ancestral al decir “3.000 años antes de Cristo los chinos ya usaban Cannabis para tratar dolores”. El summum del discurso fue que despreció la enorme cantidad de evidencia científica que da crédito al uso terapéutico del Cannabis, pese a que no es necesaria tanta investigación para apoyar el uso que se le hace a una medicina que se viene usando desde 3.000 años antes de Cristo sin causar una sola muerte, cosa que no sucede con ningún fármaco. En este sentido, el presidente de SOCIDROGALCOHOL cuestiona “¿Hay evidencia suficiente para saber que el Cannabis puede resolver problemas de salud? ¿Hay suficientes estudios para saber que el CBD tiene fiabilidad?”, es posible imaginar el estupor que la inmensa cantidad de personas que usan Cannabis para aliviar afecciones pueden sentir al escuchar esas preguntas. 

Luego, Francisco explicó la gran desventaja que implica la regulación del Cannabis en países que lo han llevado a cabo: La disminución de la percepción de riesgo. Según esta idea, ocultar la realidad es una herramienta para prevenir riesgos. Es muy probable que se nos vengan a la cabeza decenas de ejemplos de por qué eso no funciona. 

De todas formas Francisco apoya la regulación del Cannabis medicinal “El Cannabis puede disminuir el dolor y mejorar el sueño”, dijo, pero aclaró que el uso de Cannabis debería considerarse en caso de que el tratamiento farmacológico falle. Un aspecto positivo es que reconoció la necesidad de los pacientes cuestionando “¿Se puede privar a alguien de una terapia que necesita? No”, y a continuación añadió “¿Y si la sustancia es dañina para la salud?”. Bajo este punto de vista es oportuno preguntarse: ¿Cuántos fármacos sin efectos adversos tienen los médicos a su disposición?.

Al finalizar la comparecencia de Francisco los representantes de los distintos grupos parlamentarios tuvieron la oportunidad de hacerle preguntas. La portavoz del PNV (Partido Nacionalista Vasco), Josune Gorospe Elezkano, no acordó con la idea de Francisco respecto a la situación en los países que ya han avanzado en la regulación del Cannabis, y aclaró “Es tiempo perdido”. Josune apoyó algo que muchas personas pensamos al escuchar el discurso de Francisco “Usted dice que hay evidencia moderada, pero nuestro grupo parlamentario propuso la puesta en marcha de esta subcomisión gracias a la evidencia científica que existe ¿Cree usted que sin evidencia la regulación del Cannabis ha podido avanzar en tantos países? ¿No le parece que dejar a pacientes que utilicen sustancias del mercado negro no es un riesgo que debamos resolver?”.

Rosa Calvo Escalona

La Dra. del Hospital Clínic también sostuvo que la evidencia científica que respalda las propiedades terapéuticas del Cannabis no son suficientes y entre los motivos que cita para que eso sea así menciona que la prohibición dificulta la investigación. A lo largo de su comparecencia apoyó que el uso del Cannabis esté estrictamente regulado por los organismos farmacéuticos. “Si contáramos con un producto farmacéutico, tendríamos calidad y seguridad, sabríamos que composición estaríamos administrando, lo sabríamos dosificar, los excipientes que contiene, tendríamos las redes farmacovigilancia y una dispensación farmacéutica. Creo que todos los médicos nos sentiríamos cómodos con un modelo de producto farmacéutico”, explicó. 

En el momento de las preguntas Marta Rosique del Grupo parlamentario Republicano cuestionó: “¿La toxicidad del Cannabis es más alta o más peligrosa que la toxicidad de otros medicamentos como los antipsicóticos o los antidepresivos que cada vez se prescriben más?”.

Manuel Ibarra Lorente

El representante de la AEMPS es un negacionista de la evidencia científica que existe sobre el Cannabis. “Un medicamento se autoriza cuando en base a la información científica disponible, los beneficios que pueden esperarse en determinadas enfermedades y en determinados pacientes, sobrepasan los riesgos que todo medicamento tiene”, dice refiriéndose a que no hay información científica disponible que indique los beneficios del Cannabis. Además, añade “Las evidencias disponibles no permiten concluir que el Cannabis pueda ser utilizado como medicamento, aunque los beneficios que pudiera aportar superen a los beneficios que aportan los tratamientos ya autorizados y de eficacia contrastada”. Este argumento es incongruente con la experiencia de Alemania, que en 2017 reguló el uso médico de Cannabis y al año de aprobada la ley, ya contaba con 40.000 solicitudes de pacientes.

El jefe de departamento de Inspección y Control de Medicamento de la AEMPS, también apoyó la exclusividad de  la industria farmacéutica para el uso del Cannabis. “Si el Cannabis se regulase como un medicamento, quedaría sometido a todas las garantías de esta categoría de productos”, aclaró. La portavoz del Partido Nacionalista Vasco, Josune Gorospe Elezkano, le preguntó: “¿No le parece una contradicción que se cultive Cannabis en el país y se exporte a países donde su uso está regulado?”. Lucía Muñoz Dalda de Unidas Podemos dio un paso hacia el autocultivo y la soberanía del Cannabis “Sería posible cultivar Cannabis en casa con fines medicinales”, dijo aportando evidencias.

Más allá de los argumentos disparatados prohibicionistas que se han mencionado, sin duda el comportamiento aberrante del señor Juan Luis Steegmann Olmedillas del grupo parlamentario VOX fue sinigual: “Creo que no es una prioridad para la población española que estemos dedicando recursos del Congreso de los Diputados en estos momentos para la regulación del Cannabis para uso medicinal”. Es difícil después de escuchar eso no sentir compasión por las personas usuarias de Cannabis medicinal y las que sufren patologías que encuentran alivio con el Cannabis y tienen un acceso muy complicado a su medicina.

El gran dilema que se vislumbra en estas primeras comparecencias de la subcomisión de Cannabis medicinal es que si el Cannabis queda para uso exclusivo de la industria farmacéutica, ésta continuará lucrando con la enfermedad de la gente y habrá saqueado una planta que todas las personas del mundo tienen el derecho innato de poder cultivar y usar. Nadie se debe apoderar de la naturaleza, y menos aún de la que sana y alivia.

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Elizabeth Erhardt