¿Cómo producir marihuana barata de calidad?

Cómo calcular el costo de una cosecha de cannabis: factores clave y fórmulas 

Cada genética de cannabis produce diferente y las condiciones ambientales que recibe deberían potenciar sus cualidades. Hay lugares, hay situaciones -como montar un invernadero de cero– donde cultivar cannabis en casa se hace demasiado caro. O potencialmente demasiado caro, incluso arriesgado. 

Por eso es importante saber cuál es el costo de una cosecha. Para hacerlo es importante registrar cuántas plantas de cada variedad cultivaste y cuánto produjo cada una. Eso permite saber cuáles aportan más valor final y cuáles ocupan espacio sin justificarlo.

Costos del cultivo de cannabis: gastos operativos

No todos los cultivos duran lo mismo: un jardín exterior tiene un ciclo anual definido, un indoor tiene otros costos pero quizás tiempos más cortos. Ese tiempo afecta los costos porque toda la energía, equipamiento y trabajo se sostienen durante más o menos días.

Bioinsumos y nutrientes, tienen un precio para incorporar a lo largo del ciclo. También el equipamiento y materiales. Algunos se consumen con el cultivo, otros tienen una vida útil que habitualmente es estimada por el fabricante. Uno de los principales costes es la electricidad que pueden evaluarse según watt por metro cuadrado de cultivo.

También pueden haber otros costos como reparaciones, instalaciones, servicios contratados, agua corriente, materiales de limpieza, etc.

Costo del autocultivo cannábico: promedio 

El método más sencillo para calcular el costo total del cultivo de marihuana es intuitivo: sumar lo invertido y dividirlo por los gramos o kilos obtenidos. Este cálculo simple ya sirve para comparar ciclos o establecer un margen mínimo aceptable.

Para ser un poco más detallista registra cuántas plantas de cada genética sembraste y suma cuánto produce cada una. Así obtendrás un rendimiento promedio. Si dos plantas de una misma variedad suman 170 gramos, el promedio es 85 g por planta. Agrupando las variedades podrás ver cuál conviene más en términos de gasto por gramos. 

También es importante comparar ciclos de duración según cada variedad diferente. Por ejemplo, si la variedad A nos dio 85g en 130 días = 0,653 g/día. Y si la variedad B, consiguió 85 g en 146 días = 0,582 g/día.

Esto permite comparar costos entre variedades o entre indoor y exterior, evaluar si nutrientes o técnicas de cultivos mejoran la eficiencia, incluso identificar plantas útiles para programas de selección genética y crianza.

Separar gastos por rubro (nutrientes, equipos, luz, servicios) permite analizar si una inversión y su implementación mejoran la producción. Los insumos durables deben prorratearse según su vida útil.

Si una lámpara vale X y dura 10 cosechas, carga 10% al costo. Mide los watts totales por metros cuadrados del cultivo. Si, por ejemplo, un aumento de potencia no mejora la producción, no es rentable.

Los costos eléctricos de cultivar marihuana se calculan según la tarifa del servicio y el tiempo de uso diario según la potencia de todos los artefactos eléctricos que intervienen la sala o la carpa de cultivo: aires acondicionados, ventiladores, todo.

Hacer cuentas puede ser menos divertido que cultivar, pero permite crecer, ajustar, y decidir con objetividad qué vale la pena y qué no.

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