Cambio climático y marihuana: Impacto ambiental

Soft Secrets
16 May 2021

Descubre cómo la producción de marihuana, tanto a pequeña como a gran escala, afecta al medioambiente. Te informamos sobre la huella de carbono que genera el cultivo de cannabis en interiores y cómo esto impacta nuestros cultivos urbanos. Descubre cómo el cannabis puede ser una herramienta para salvar el planeta. La producción de marihuana a poca o gran escala afecta al medioambiente, y los cambios en el medio ambiente afectan a los cultivos urbanos. Te invitamos a descubrir que el Cannabis es una herramienta en tus manos con la que puedes destruir o salvar el planeta.


La huella de carbono es un indicador que intenta reflejar la cantidad de gases que provocan el efecto invernadero producidos por una actividad, persona, empresa etc. Un kilo de marihuana cultivada en interior produce una huella de carbono similar a la de un coche diésel que circula entre Barcelona y Ámsterdam 16 veces. Y eso sin contar la huella de carbono que produce los procesos subsidiarios como el procesamiento del agua, transporte, almacenamiento, etc. solo consideramos la huella que deja el consumo eléctrico. Al ser un producto ilegal, no hay estudios realizados sobre la electricidad dedicada al cultivo comercial que se consume en la península o que se exporta.

¿Cómo afectan los distintos tipos de cultivo de cannabis al medio ambiente?

Esta pregunta no tiene una respuesta simple, ya que cada cultivador cuida al medio ambiente de una forma distinta.  Además, cada fabricante de abonos afecta al medioambiente de forma diferente según su composición, de donde se extraen los nutrientes, etc. Incluso hay sustratos compuestos por algún subproducto industrial que se recicla y otros con turba cuya extracción degrada al medioambiente. Las turberas actúan como esponjas almacenando CO2 y agua. Estudios confirman que la conservación de las turberas es fundamental para la absorción del CO2. A grandes rasgos, según el tipo de producción, podemos diferenciar entre cinco tipos de cultivos de marihuana

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Las plagas aumentan con el calor.

Cultivo doméstico en interior

Forzado por la prohibición, sin lugar a duda, a partir de la utilización de equipos de interior el autocultivo dio un salto y llegó a casi todos los consumidores que quieran cultivar. Floreció una industria, comercios, puestos de trabajo, etc. Cualquier consumidor puede pasar a proveerse de forma tolerada de una cosecha de marihuana con un poco de iniciativa, trabajo e inversión. Sin embargo, a pesar de casi tocar el cielo con las manos, no podemos olvidar que se llegó a este punto justamente porque cultivar marihuana es ilegal.

En un entorno legal en el que se puede conseguir marihuana de calidad, a un precio accesible, no tendría sentido en utilizar la luz eléctrica para reemplazar el sol. Tampoco sería como una lechuga, porque tiene más trabajo el cultivo y más cuidado la cosecha, cortado, curado etc. Pero si fuera absolutamente legal, no tendría sentido el cultivar en casa  en interior.

En la actualidad luego de un desembolso de 200-300 euros en el equipo y armario y con 60 euros de electricidad al mes, puedes abastecer tu consumo de marihuana. Hay que considerar también el trabajo que significa cultivar y el tiempo que ocupa, pero hasta que el consumidor no se pueda proveer por menos de 60 euros, el autocultivo de interior será una realidad.  Mientras tanto nos queda gestionar el presente e intentar causar el menos daño posible. Existe la gran ventaja de que es el tipo de cultivo que más puede cambiar, en el que más podemos incidir la prensa y la industria para mejorarlo.

El cultivador doméstico de interior tiene en sus manos dar un paso adelante en la lucha contra el efecto invernadero, porque tiene las herramientas a su disposición. Por ejemplo, balastros, lámparas y equipos que tengan una buena relación entre consumo eléctrico y alta respuesta en términos de calidad y cantidad. El cultivo en equipos LED o LEC, que tiene un mejor aprovechamiento de la electricidad, produce más con menos, puede ser un cambio significativo. Además mejora la cosecha en términos de rendimientos, sabores y aromas.

Cultivo comercial en interior

Es el más problemático, ya que es el que provoca más daño al medio. Pero también el más inevitable si no hay un cambio legal positivo con respecto al Cannabis. El desempleo y la falta de oportunidades, en una sociedad consumista, es un coctel explosivo.

En la actualidad equipos baratos de baja calidad son los más utilizados por cultivadores comerciales para el mercado negro. No arriesgan en inversión de equipos porque es una actividad ilegal y además de las consecuencias penales les quitan los equipos. Por otro lado, al ser una actividad ilegal no hay gestión de residuos de abonos y fitosanitarios adecuada. 

Cultivos legales son cultivos seguros, con respeto al medioambiente, y que aportan beneficios fiscales. Cultivos que permiten ser inspeccionados para garantizar la salud, con prácticas medioambientales seguras, etc. Como se hace o se debería hacer en la industria alimentaria. Con la ilegalización los gobiernos recargan el trabajo policial y judicial. Pero, también pierden una millonada que se podría percibir a través de impuestos y cargas laborales. Les preocupa el mensaje a la juventud que se daría si la marihuana fuera legal, pero no se dan cuenta que el decadente discurso prohibicionista no ha servido más que para el enriquecimiento ilegal de una minoría de delincuentes y la creación de mafias.

No se puede evitar el cultivo comercial ilegal de Cannabis. La única opción es la legalización de forma que se pueda controlar su producción, para que no afecte al medio ambiente. La legalización permitiría, por ejemplo, cobrar impuestos por el daño al medioambiente que se produce en el cultivo de interior comercial y revertirlo en acciones para cuidar el planeta.

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Autoflorecientes una buena opción contra la ola de calor.

Cultivo en invernadero

El impacto en la energía eléctrica en un invernadero es entre 10 y 1000 veces menos que en un cultivo de interior a gran escala. Es una cifra tan variable porque depende de si hay apoyo eléctrico al crecimiento para producir durante todo el año, o se ciñe a la temporada de exterior. Las ventajas de controlar la naturaleza, junto al ahorro que provoca el aprovechamiento de la luz solar, lo convierte en una buena opción. Cultivos en invernaderos reduciendo la huella ecológica con paneles solares, o con aerogenadores, pueden ser una solución intermedia entre el cultivo comercial en interior y en exterior. En cultivos comerciales urbanos, por ejemplo, los paneles solares no tienen sentido, ya que la energía necesaria para alimentar el cultivo supera el espacio que brinda un techo equipado con paneles solares, pero no es igual en el campo con el uso de invernaderos.

Cultivo doméstico en exterior

El cultivo doméstico en exterior en jardines y balcones no afecta de forma negativa al medioambiente. Si bien cada cultivador cuida el planeta de forma distinta, desde las revistas, medios de información, tiendas etc. se debería instruir a los cultivadores en la eliminación de plaguicidas y fertilizantes.

Las plantas cultivadas en exterior aportan oxígeno en las ciudades y son un pequeño granito de arena que suman los cultivadores de autoconsumo. Las casas de abono cada vez informan más acerca del contenido de sus productos y existen marcas que producen abonos y fertilizantes que respetan al medio. Sin lugar a duda es el ámbito de producción cannábica donde es más fácil implementar buenas prácticas medioambientales.

Cultivo comercial en exterior

Para muchos ambientalistas es un problema que se podría solucionar con cultivos al aire libre sin apoyo eléctrico. Es la mejor solución a la provisión cannábica para las ciudades, el que provoca menos daños al medioambiente y a la vez el más económico. La marihuana es la planta ideal para los tiempos que vienen. Resistente, soporta cantidades elevadas de CO2 y se adapta bien a condiciones de sequía. Si bien el efecto del cambio climático y del efecto invernadero haría bajar la producción, también aumentaría la concentración de cannabinoides.

¿Ha cambiado la temporada de exterior en la ciudad?

Hemos visto como los cultivos afectan al cambio climático. Algunos tipos de cultivo de marihuana afecta de forma positiva al medioambiente y otros de forma negativa. Sin embargo, también el cambio climático afecta los cultivos. No me estoy refiriendo a que de aquí a treinta años la temperatura subirá, que Alemania o los Países Bajos tendrán la temperatura actual de Almería y que gran parte de la península será un desierto sin vegetación… Sino a cómo afecta desde hace un par de años el cambio climático al cultivo urbano de marihuana, en interior y en exterior. Las olas de calor habituales en los últimos años han sido acompañadas de instalaciones masivas de aire acondicionado en el interior de las viviendas, que a su vez generan más calor fuera. Veranos largos con rachas de calor que llegan a fines de verano e inicios de otoño, acompañadas de lluvias torrenciales que ya comienzan a tener nombres propios, como sucede hace tiempo en los EE. UU.

La temporada de cosecha se extiende, pero hay más lluvias torrenciales, episodios de pedregadas, y más plagas. 20 años atrás protegía a las plantas de la lluvia y orugas con un invernadero casero de policarbonato. Con las temperaturas de los últimos veranos sería imposible. En la actualidad, muchos cultivadores de exterior en balcones y terrados están comprobando que termina siendo más rentable realizar el crecimiento en interior con una lámpara compacta fluorescente CFL, durante el invierno, y sacarlas en marzo, así aprovechan marzo y abril para florecer con mejor clima y menos plagas.

Otros cultivadores en balcones se han pasado a las variedades autoflorecientes que les permite realizar uno o dos cultivos antes de que lleguen las olas de calor. Ya que cuando el clima apretaba y les obligaba a encender el aire acondicionado, la salida de aire caliente les arruinaba las plantas fotodependientes del balcón. Otros cultivadores utilizan la estrategia inversa, plantan a finales de marzo, comienzos de abril y ocultan sus plantas, parte del día, en una caseta de jardín, durante mayo y junio.

El objetivo es conseguir ciclos de 12/12 horas de luz y oscuridad y adelantar la floración. De esta forma consiguen una cosecha antes de la llegada del calor extremo, además pueden aprovechar el tiempo que no cultivan para irse de vacaciones. Distinta es la situación de cultivadores que viven en entornos semi rurales o en casas con jardín y pueden plantar en tierra madre. 

Al estar dentro de la tierra, las raíces han soportado las olas de calor. Sin embargo, han tenido que prestar más atención a las plagas habituales y a alguna nueva como la del insecto Halyomorpha Halys, chinche de color marrón, que desprende un olor apestoso cuando se le aplasta. Además, el verano pasado fueron numerosos los episodios de granizadas durante el verano, por toda la península.

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¿Cuánto afectan al medio ambiente tus cogollos?

Conclusiones sobre marihuana y efecto invernadero

El Cannabis puede salvar la tierra y también la puede arruinar, está en nuestras manos aplicarlo bien. Podemos ayudar con acciones simple para minimizar los daños, por ejemplo, el agua que desecha el equipo de osmosis inversa se puede reutilizar para tareas tales como limpieza, cisterna del lavabo, etc. Si usamos el equipo de osmosis de esta forma, no representará un gasto de agua extra, ya que la que deshecha la estas utilizando para otras tareas. Y además no derrochamos el agua sobrante. También podemos elegir abonos y sustratos responsables con el medio, etc... Pero no existen las soluciones mágicas, una planta de marihuana no va a reemplazar al aporte de árboles grandes y viejos al ecosistema. Ni podemos reemplazar el pulmón de la selva amazónica, ni la belleza del bosque de Irati, la Fageda d'en Jordà o el bosque de Muniellos con extensos cultivos de plantas anuales como el cannabis. No los puede reemplazar y además afectaría a la biodiversidad.

Pero el simple paso de pasar los cultivos en gran escala de interior a invernaderos, o mejor a cultivos en exterior, sería un cambio significativo. Mientras tanto nos queda resistir como cultivadores urbanitas de exterior. No bajar los brazos, seguir cultivando y que la tolerancia no frene el activismo que necesitamos para lograr la legalización.

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