Poda y doblado de plantas

Mejorando la producción

Se pueden conseguir varios objetivos cuando realizamos cualquier tipo de poda o doblado a nuestras plantas, pero en la mayoría de los casos, suele hacerse para controlar el crecimiento del cultivo o para aumentar aún más la producción y el tamaño de los cogollos. También concentraremos la energía en las ramas superiores, ensancharemos la estructura de las plantas y airearemos el cultivo, cuando cortamos las ramas y los brotes de las partes interiores y de las partes bajas que no reciben tanta luz.

Podar y doblar las plantas redirecciona las hormonas de crecimiento y la energía de las plantas hacia otras partes. Cuando las doblamos en vez de podarlas, sufren algo menos, se recuperan en menos tiempo y no se altera al mismo nivel la concentración de hormonas en la planta.

Debemos realizar los cortes adecuadamente y en el momento indicado. Una poda excesiva, mal realizada o fuera de tiempo puede dar más problemas que beneficios. Todos los sistemas de poda y doblado son muy útiles cuando se aplican en los cultivos de cannabis, y pueden ayudarnos a mejorar la calidad y la cantidad de las cosechas de exterior con plantas enormes como en las de interior, en las que debemos aprovechar al máximo el espacio y los recursos disponibles.

Consideraciones previas

Es un error muy común cortar hojas grandes para que la luz penetre y llegue a los brotes más pequeños y a las partes menos iluminadas. No se deben cortar en exceso las hojas sanas. Las plantas necesitan todas las hojas posibles. En ellas se realiza la fotosíntesis y son necesarias para producir el máximo alimento.

Únicamente quitaremos las hojas que tapen cogollos o realmente estén enfermas o dañadas. Podar en exceso puede, entre otros problemas, favorecer un crecimiento espigado. Debemos tener todo bien limpio y desinfectado y el instrumento con el que vayamos a realizar los cortes ha de estar bien afilado.

Se puede hacer perfectamente con una tijera o navaja, pero creemos que el corte es mucho más preciso si se realiza con una cuchilla. El corte tiene que hacerse lo más cerca posible del tallo, evitando que quede cualquier resto que pueda pudrir y atraer enfermedades. Realizar el corte en un ángulo de 45º evita que la humedad se asiente en las heridas.

Técnicas de poda y doblado

Hay diferentes técnicas para podar y doblar las plantas, como la poda apical o de bajos, la poda FIM o el supercropping. Depende de la técnica que utilicemos, debemos empezar a cortar o moldear las plantas pocos días después de la germinación, durante el crecimiento y/o durante la fase de floración. Siempre es preferible realizar cualquier técnica durante la fase de crecimiento, pero en determinadas podas o al aplicarlas a variedades mayormente sativas, es necesario realizarlas también durante la etapa de floración.

Hay que ser precisos en el momento en el que lo vayamos a realizar, cada técnica tiene su momento, y si no lo hacemos adecuadamente, el resultado puede ser contraproducente, con consecuencias tan negativas como una disminución de la cosecha o un retraso en la floración.

Todas estas técnicas bien realizadas suelen conllevar un aumento considerable del tamaño y peso de los cogollos, que en muchas ocasiones requerirá del uso de tutores que puedan soportar el exceso de volumen para que las ramas no se partan o doblen, sin que sea nuestra intención. Los distintos sistemas pueden ser utilizados de forma individual o combinarlos para conseguir mayores beneficios.

Poda apical

Consiste en cortar la punta superior del tallo principal o de las ramas, haciendo que los dos brotes que están debajo crezcan más grandes y fuertes. Del corte no crecerá nada, así que las plantas han de tener un mínimo tamaño antes de cortarles la punta. Es una de las formas más sencillas de controlar el tamaño de las plantas, especialmente el de las de exterior. Puede realizarse en crecimiento y durante las primeras semanas de floración, pero lo más eficaz es hacerlo en la etapa de desarrollo vegetativo, para que la planta se recupere adecuadamente y las nuevas ramas principales adquieran el tamaño y la fuerza necesarias. Ésta es una de las técnicas más utilizadas por los cultivadores por su sencillez y resultados. Cuantas más puntas principales tengamos, más cogollos de primera calidad recogeremos el día de la cosecha.

Poda FIM (Fuck, I missed)

La poda FIM se utiliza para obtener más brotes de un mismo nudo mediante la eliminación de una parte de la yema. Es un método muy utilizado tanto en interior como en exterior. A diferencia de la poda apical, en este caso únicamente se cortan aproximadamente dos tercios de la parte superior de la yema, por lo que se multiplican los brotes principales pero se siguen manteniendo los superiores.

Pocos días después del corte, la planta crea más yemas en la punta cortada. Si hemos realizado el corte de la forma apropiada, en unos días la planta retomará su crecimiento y deberían desarrollarse al menos dos nuevas puntas o más. La poda FIM fue descubierta por error al realizar mal una poda apical, y de ahí su significado en inglés. En el caso contrario, si estáis realizando una poda FIM y os pasáis podando en exceso las yemas, el fallo no será tan grave, ya que lo único que estaréis haciendo realmente sin querer es una poda apical.

Poda de ramas bajas y brotes interiores

Es una de las podas más sencillas, prácticas y productivas. Cortaremos las ramas que apenas han crecido, las inferiores y aquellas a las que no llega la luz suficiente, así como los brotes interiores, que tampoco han conseguido desarrollarse completamente.

En estas partes inferiores de la planta, la luz llega en tan poca cantidad que no ilumina suficiente para que los cogollos tengan un tamaño y una madurez mínimos a la hora de ser cosechados. Podando estas ramas inferiores, concentramos la energía y la fuerza de la planta en los brotes principales.

Además de esto, al eliminar las partes bajas e interiores, también conseguiremos airear mejor la zona de cultivo, lo cual dificulta la aparición de plagas y enfermedades. Esta poda se realiza tanto en interior como en exterior, pero suelen ser las plantas grandes que se cultivan al aire libre las que agradecen, en especial, la poda de los brotes interiores a los que no llega la luz. A medida que avanza la floración y llega el otoño, en esta zona se concentra mucha humedad, y puede favorecer la aparición de hongos patógenos. Una poda a tiempo eliminará este problema.

RIB (Right I burn it)

De todas, esta es la técnica más llamativa y que aún no hemos probado. No es propiamente una poda, ya que no se hace ningún corte. Consiste en quemar un poco los pistilos en la punta de los cogollos, pero sin excederse demasiado. Las plantas deben llevar al menos unos 20 días en floración y tener suficiente cogollo para desarrollarse de nuevo. Debe realizarse durante la tercera o cuarta semana de floración en las variedades Indicas y entre la quinta y la sexta en las variedades Sativas.

Después de quemar una pequeña parte del cogollo, en éste se produce una mitosis o cáncer en las paredes celulares que hace que se multipliquen las células al mismo tiempo. Los nuevos brotes crecen sin hojas y su producción es superior con cogollos más grandes y densos. Si quemamos en exceso el cogollo, éste dejará de crecer, así que tenemos que ser muy precisos.

Doblado de plantas

Doblar las plantas altera la concentración de hormonas en la planta en menor medida que podarlas y es mucho menos dañino. Solo tenemos que guiar el tallo o rama en la dirección que queramos y atarla. Las ramas más jóvenes aguantan mejor, ya que son más delgadas y flexibles. Las plantas de Cannabis son muy resistentes y pueden doblarse mucho antes de partirse, sobre todo en determinas variedades. Si doblamos una rama en horizontal los brotes crecerán verticalmente hacia la luz. Al recibir más luz y en la misma cantidad, los cogollos tendrán un crecimiento más homogéneo y un desarrollo y densidad mayores. Hay que tener cuidado de no atar las cuerdas demasiado fuertes o cortaremos la circulación de los fluidos interiores de la planta, mutilándola. 

LST (Low stress training)

Este sistema consiste en sujetar la planta mediante cuerdas o anclajes para darle la forma o la altura que deseemos. Con este sistema se busca favorecer un crecimiento horizontal. Es una técnica bastante sencilla también y que se aplica especialmente en los cultivos de exterior, en los que las plantas han de pasar desapercibidas y no pueden tener un tamaño excesivo.

Pellizcar los brotes

En este sistema, la idea es favorecer también el crecimiento de las ramas secundarias, pero conservando el cogollo central. Para ello hay que presionar el tallo del nudo superior de la rama. Presionaremos hasta que sintamos un suave crack. Esto ralentiza el crecimiento vertical de la planta, lo que favorece el desarrollo de las ramas secundarias.

La planta cicatrizará en pocos días y se formará un bulto en la zona aplastada. Este sistema es excelente para conseguir la misma altura en todas las plantas y que reciban la misma cantidad de luz como en los cultivos tipo SOG (Sea of green) en los que se pretende conseguir la misma altura de las plantas, para facilitar una iluminación homogénea de todas ellas.

Supercropping

En este sistema, lo que hacemos es romper las ramas de las plantas, sin podar ni romperlas del todo, pero llegando a crujirlas. Es un sistema muy eficaz para controlar el crecimiento de las plantas sin llegar a podarlas. En el lugar donde hayamos realizado la doblez, la planta dejará de crecer durante unos días y formará un callo. Una vez recuperada, la planta tendrá las ramas dispuestas de forma horizontal, con un mayor número de brotes iluminados, y por tanto una mayor producción de cogollos también. Es una técnica muy práctica para los cultivos de interior con variedades Sativas con largas ramas. Atar las ramas a medida que las vamos rompiendo ayudará a fomentar el crecimiento horizontal.

Conocer las distintas técnicas de poda y doblado de plantas y saber aplicarlas en el momento oportuno, os ayudará a tener un cultivo mucho más sano y fácil de trabajar, además de aumentar la calidad de vuestras cosechas con cogollos mucho más grandes y densos. Os aficionaréis a podar y doblar plantas una vez que os iniciéis en los distintos métodos y observéis de primera mano lo rápido y sencillo que resulta con un poco de práctica, además de los excelentes resultados que ofrece.