Dejar el tabaco y cambiar a la vaporización de cannabis

¿Te gusta fumar cannabis? ¿Quieres usarlo a largo plazo? Entonces cuida tus pulmones, evita la combustión y, sobre todo, el tabaco. Gracias al desarrollo de los vaporizadores, ahora es mucho más fácil.
Cada vez más personas optan por la vaporización como su método favorito para consumir cannabis. Este cambio hacia una forma menos perjudicial de consumo implica una reducción significativa de los compuestos cancerígenos y otros elementos nocivos que se generan con la combustión. Además, la vaporización no solo es mejor para tu salud, sino que también es más respetuosa con el entorno: no deja el rastro molesto del humo que ensucia las cortinas ni perjudica los pulmones de los fumadores, ya sean activos o pasivos.
Dejar el tabaco y cambiar a la vaporización de cannabis
El consumo de cannabis tiene una acción broncodilatadora, lo que significa que dilata los bronquios, mientras que el tabaco tiene un efecto vasoconstrictor, lo que los estrecha. Por eso, cuando se empieza a fumar marihuana sola, es común experimentar tos o una sensación de "raspado" en la garganta. El primer paso para dejar de mezclar tabaco con marihuana es pasarse a la vaporización, al menos durante los tres primeros meses. Esto permite que el cuerpo se libere de la nicotina y sus efectos vasoconstrictores, haciendo mucho más placentero fumar cannabis solo.
No hay que subestimar el poder de la adicción al tabaco, por lo que evitar cualquier tipo de consumo de tabaco, incluso en ocasiones sociales, es fundamental para no recaer.
Si estás decidido a dejar el tabaco, un buen primer paso es cambiar a marcas de tabaco sin aditivos. Muchos productos comerciales contienen sustancias como amoniaco, que aumentan la adicción. El tabaco sin aditivos es mucho menos adictivo y te ayudará en tu proceso de transición.
La importancia de un buen vaporizador
Para tener éxito en este cambio, es esencial contar con un buen equipo. Un vaporizador de alta calidad produce vapor denso, sabroso y placentero, lo que facilita la transición. Muchos usuarios que abandonan la vaporización debido a una mala experiencia, lo hacen porque usaban vaporizadores de baja calidad, que no ofrecen un vapor adecuado.
Temperaturas ideales para vaporización
- Temperatura baja (180º-190º): Ideal para preservar el sabor y vaporizar la menor cantidad de compuestos nocivos.
- Temperatura media (200º): Aumenta la cantidad de vapor sin llegar a descomponer la planta.
- Temperatura alta (220º): Produce nubes densas de vapor, pero puede generar compuestos no deseados.
El Dr. Mariano García de Palau recomienda mantenerse dentro del rango de 180º-200º, y nunca superar los 220º, para obtener el mejor balance entre aprovechamiento y seguridad.
Conducción vs. Convección
Los vaporizadores de conducción calientan la planta directamente mediante contacto con una superficie caliente. Sin embargo, este tipo de vaporizadores puede generar una temperatura excesiva, lo que puede provocar una ligera combustión y un sabor a quemado.
Por otro lado, los vaporizadores de convección calientan la planta de manera más uniforme, utilizando aire caliente que pasa por ella. Esto garantiza una vaporización más pura, preservando mejor los sabores y los efectos de los cannabinoides. La mayoría de los expertos coinciden en que los vaporizadores de convección ofrecen una mejor experiencia.
Modelos destacados de vaporizadores
- Volcano
El Volcano es un clásico de la vaporización. Con su sistema de bolsas de vapor, es ideal para sesiones compartidas. Es muy fácil de usar y proporciona una excelente experiencia de vaporización. Sin embargo, al no pasar por agua, puede resecar la garganta, por lo que se recomienda tener agua a la mano. - Verdamper
El Verdamper es conocido por su gran potencia y por ofrecer una experiencia de vapor pura y suave. Utiliza un sistema de hidratación del vapor, lo que hace que las caladas sean mucho más agradables. Es una excelente opción para quienes buscan grandes nubes de vapor. - Vrip
El Vrip es un vaporizador muy innovador que se utiliza en conjunto con bongs y pipas. Utiliza un sistema cerámico que mantiene el sabor puro y maximiza la producción de vapor. Su diseño permite un control preciso de la temperatura, lo que lo convierte en una excelente opción para los aficionados al sabor.
Minivap y Vaponic: Los mejores vaporizadores portátiles por convección
Hasta ahora hemos tratado vaporizadores de sobremesa de gama alta, es muy difícil traspasar esta calidad a un modelo que encima sea portátil. En el mercado europeo, el mejor modelo de vaporizador portátil sale de España. Se trata del Minivap, un vaporizador por convección que funciona a batería, por lo que es autónomo, además de transportarse con bastante facilidad, pues todo el equipo cabe en una bolsa.
El creador de Minivap, Jorge, es ingeniero y ya tenía su puesto de trabajo, pero el proyecto de hacer el mejor vaporizador portátil por convección le rondaba en la cabeza. Hace diez años fabricó el primer prototipo, luego consiguió una pequeña beca del Gobierno Vasco, dejó un trabajo fijo y se lanzó a por su sueño. Ya desde los primeros prototipos resultaba prometedor, pero Jorge quería mejorar más y más. Cuando salió al mercado, era un producto de primera calidad. Más el proceso de mejora de Minivap ha continuado; los modelos recientes se calientan antes, aprovechan mejor la batería y son más fáciles de emplear. El Minivap está diseñado para la total compatibilidad de todos sus elementos, de forma que si tienes un modelo antiguo y quieres sacar partido de las nuevas mejoras, solo tienes que enviarlo al fabricante para que actualice su mecanismo interno y su programación.
El cuerpo es de forma tubular, lleva dos botones para subir o bajar la temperatura y dos LED: uno indica el estado de la batería y el otro la temperatura. A continuación las temperaturas que marca una sonda introducida en el Minivap, aunque las medidas reales varían ligeramente en función de cómo realice las caladas el usuario. Azul corresponde a 190º, ideal para un sabor puro y disfrutar de los terpenos. El violeta es en torno a 205º, aquí ya empiezan a aparecer más cannabinoides. El verde es en torno a los 220º y ofrece la vaporización más completa, pero sin producirse combustión. El rojo alcanza los 225º y es para los que quieren densas nubes de vapor, se produce una ligera combustión, por pirólisis de la celulosa, aunque los elementos perjudiciales siguen siendo muy inferiores a fumar un porro.
Cuando el Minivap se pone en funcionamiento, vuelve automáticamente a la última temperatura seleccionada. La luz permanece parpadeando y queda fija cuando ya podemos empezar a inhalar. En este caso, también hay una curva de aprendizaje hasta que dominas el vaporizador, pues el chorro de aire lo aporta el usuario. Conviene lo primero exhalar para no dejar aire en los pulmones, luego inhalar sin prisa, pero sin pausa.
Tiene dos modelos de boquilla. La más efectiva es la que funciona en combinación con un tubo de silicona, pues resulta totalmente estanco y, además, el vapor tiene un recorrido más largo, por lo que reduce algo su temperatura. La boquilla corta es mucho más discreta, casi parece un bote de bebida energética con su pajita.
Se puede adquirir con un pequeño módulo para enchufarlo directamente a la corriente eléctrica, por lo que sirve tanto de vaporizador portátil con las baterías, como de sobremesa conectado a la electricidad. La batería clásica del Minivap es de buen tamaño, da para vaporizar toda una jornada. El último modelo de esta batería ha bajado su peso considerablemente, aunque mantiene la capacidad. Minivap presentará en 2015 varios accesorios adicionales, entre los que habrá una batería con el mismo tamaño, pero que puede permanecer hasta 8 horas encendida, así como otra de tamaño pequeño para hacerlo más portátil.
El Minivap vaporiza por convección. En el caso de usuarios que quieren llegar más allá, tiene un accesorio para conseguir también un efecto de conducción. Se trata de un pequeño aro de metal que se coloca en el agujero de carga. De esta forma, cuando se recalienta, da un suave toque de conducción al proceso, lo que incrementa el vapor. Se vende como kit para el descarboxilado, en referencia a que el THC que vaporizamos a baja temperatura está mayormente en su forma ácida, THC-A, con este aro se consigue un proceso de descarboxilación, en que el THCA pasa a THC, la forma psicoactiva. Al colocar el kit de descarboxilación, consigues sacar generosas y psicoactivas caladas al Minivap, incluso a baja temperatura.
Hay disponibles unas pequeñas cestillas metálicas para introducir la carga, con las que también se produce una ligera conducción, aunque no es el efecto descarboxilador del módulo específico. Al principio, estas cestillas me parecían pequeñas y prefería llenar el cargador hasta los topes. Más tarde descubrí que son ideales para vaporizar cargas pequeñas, en torno a 0.1 gramos. Mantienen todos los sabores frescos, sin comprometer la creación de buenas nubes de vapor.
El mejor partido del Minivap se saca al conectarlo a una pipa, de forma que el vapor se enfríe e hidrate. Empecé usando el adaptador para pipas de otro vaporizador, la Magic Flight Launch Box, con este adaptador conectaba el Minivap a pipas con boca de 14.5 mm. También introducía el tubo directamente en oilers de 14.5 mm con junta americana, es una junta un poco más gruesa, donde el tubo del Minivap queda acoplado. En la actualidad, uso el Minivap en combinación con oilers de 10, el tubo encaja a la perfección sobre el oiler, quedando la estanqueidad asegurada. Además, estos oilers son de tamaño muy contenido, se pueden transportar con facilidad en el estuche del Minivap. Al combinarse con un oiler o una pipa, el Minivap casi se convierte en otro vaporizador, el vapor entra más fresco y en mayor cantidad, por lo que ofrece unos resultados muy semejantes a los de los mejores vaporizadores de sobremesa. Es más, el creador del Minivap, Jorge, tras ver el gran partido que sacamos a la combinación del Minivap con una pipa, está preparando para el año que viene un módulo hidratador, tendrá forma tubular y encajará directamente en la parte superior del Minivap.
Vaponic: El vaporizador portátil que revoluciona la portabilidad y el precio
El Vaponic está diseñado por Dani, un austriaco que reside en Granada, ciudad donde también se realiza todo su proceso de producción. Entre los vaporizadores de borosilicato y sistema de convección, sin duda, el Vaponic es el que gana en precio y portabilidad, además de que ofrece buenos resultados si lo sabes usar. Es un mecanismo sencillo, pero ingenioso, con el que se consigue vaporización mixta convección – conducción, con la energía de un mechero soplete.
Está soplado en borosilicato, por lo que su limpieza resulta sencilla, para una experiencia siempre fresca. El empleo es sencillo: calentamos, durante unos segundos, entre la línea roja y la punta del vaporizador, con el mechero soplete, dando vueltas despacio, y a continuación inhalas, ya sabes, “sin prisa, pero sin pausa”. Vaponic funciona por un mecanismo mixto, convección / conducción, el aire al pasar por su pared exterior se calienta y atraviesa la zona de carga, donde forma el chorro del vapor que se inhala. Al estar la llama del mechero cerca de la pared interior, con la zona de carga, nunca la toca, pero sí la calienta, lo que produce un efecto de conducción. Vaponic tiene un antepasado, el Vapbong, donde la zona de carga es menor y guarda más distancia con la pared exterior, por lo que su efecto es más de convección pura.
Vaponic es todo un vaporizador de bolsillo, muy portátil. Incluye una funda en forma de rotulador, que además lleva un tapón de goma que la hace estanca, por lo que no huele cuando lo llevas encima. Este tapón está hecho en un plástico resistente al calor, se puede usar para poner el Vaponic encima de una mesa, sin quemarla.
En las últimas versiones del Vaponic incluye dos accesorios extra, una rejilla especial para vaporizar hachís y aceites, además del accesorio multiuso. El multiuso es un sencillo alambre, pero muy pensado para varias funciones del Vaponic, como sacar la yerba, sacar el filtro, quemarlo para limpiarlo y colocarlo; también ayuda en la limpieza del Vaponic.
Otros modelos: La oferta amplia y variada
Antes de acabar el artículo, tengo que mencionar que hay en el mercado cientos de vaporizadores, decenas de ellos son de muy buena calidad. Por motivos objetivos y subjetivos, he ido escogiendo los que he empleado a diario, justo esos son los que comento en el artículo, basado en mi propia experiencia de años. Sin duda, hay una preferencia muy marcada por los vaporizadores de cristal y mecanismo de convección, con un toque de conducción. Esto no excluye a otros vaporizadores. En el mundo de la conducción hay vaporizadores de muy buena calidad, además de que resultan mucho más baratos, por su mecanismo más sencillo. Jose T. Gallego publicó en Soft Secrets España 5 del 2013 una gran revisión de vaporizadores, donde resume más modelos. Además, están surgiendo muchas novedades y también muchos que no me ha dado tiempo a probar a fondo. De todo ello hablaremos en próximos números.
¿Vaporizas demasiado?
Durante años usé los vaporizadores comentados en este artículo y también los cargué, llevando un adaptador de corriente en el coche para usar el Volcano, o ir a todos lados con la bolsita del Minivap se convirtió en una costumbre. Todos los días dejaba como rastro una montañita de yerba vaporizada.
El creador del Vaponic, Dani, acude a todas las ferias que puede, para hacer demostraciones de su creación. Puedes encontrarlo en el stand de su distribuidor, Plantasur. Así que probé nada más salir tanto el Vaponic, como su antepasado el Vapbong. Para la cantidad masiva de vapor que consumía, no me acababa de convencer. Vaporizar gramos y gramos diarios con el Vaponic es someterlo a una dura prueba, acaba bastante sucio, además de que se gastan los mecheros rápido y llevar una botella de gas ya reduce mucho la portabilidad. Una noche de tertulia, tras una feria, Dani me dijo: “igual lo que pasa es que vaporizas demasiado, ¿por qué no pruebas a estar unos días sin fumar? Yo estoy un mes al año sin consumir y me va muy bien para regularme”, me insistió varias veces en esta idea durante la conversación. Era algo que ya había pensado yo varias veces, que ya me habían dicho varias personas, pero nunca encontraba el momento. La idea rondó por la cabeza varias veces, hasta que una semana me decidí a parar de lunes a viernes. El viernes por la noche, en homenaje al buen consejo de Dani, empecé con el Vaponic, unas pocas caladas y ya noté el efecto, sin necesidad de insistir más. Sí, la verdad, es que vaporizaba demasiado. Tras muchos años de liberarme del tabaco, me acabo de animar al paso siguiente: vaporizar de forma responsable. ¡Ya me toca!
Si eres un consumidor habitual de cannabis y te preocupa la salud de tus pulmones, la vaporización es la opción ideal. No solo es más saludable, sino que te permitirá aprovechar al máximo los cannabinoides y terpenos de tus plantas favoritas. Además, con la variedad de vaporizadores de calidad disponibles en el mercado, nunca ha sido tan fácil disfrutar de un consumo responsable y placentero.
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