Problemas en el cultivo de marihuana en balcón

Cultivar durante la temporada

Planta en temporada y ten en cuenta las horas de sol. La temporada de cultivo en exterior en la península es aproximadamente, y según la región, de marzo a noviembre en las zonas con clima más templado y de abril a octubre en regiones con clima más riguroso. Esto no significa que debas germinar en marzo, si no que generalmente desde marzo y más seguro desde abril, es habitual que las temperaturas mínimas superen los 10-12ºC y se pueda cultivar. Por eso el límite también es noviembre.

A menos temperatura, la planta sufre estrés y detiene el crecimiento. Es fundamental que tengas en cuenta la temperatura mínima para no perder semanas de crecimiento. Sobre todo, ten en cuenta este consejo para plantas autoflorecientes, ya que estas variedades tienen un periodo vegetativo muy corto antes de empezar a florecer.  El hecho de que se detenga el crecimiento, aunque sea unos pocos días, hará que la cosecha sea mucho menos de lo esperado y si además riegas mal, solo conseguirás un pobre cogollito luego de dos o tres meses de esfuerzo.

Manejar el tamaño de la planta

Para no estresar a la planta, debes acompañar el crecimiento con una maceta adecuada que le brinde espacio al crecimiento radicular. Los híbridos de dominancia sativa y las sativas puras suelen ser plantas muy altas. Si no quieres que las ramas de tus plantas lleguen al piso superior, no elijas plantas con una floración demasiado larga. Una solución es plantar más tarde para que tengan una fase de crecimiento más corta.

Una sativa de 14 semanas de floración se hace muy alta e imposible de controlar en un balcón si la plantas en marzo. Germina en junio y tendrás una planta más manejable. Ten en cuenta que la mayoría de las variedades no autoflorecientes comienzan la floración en agosto.  El límite entonces para germinar es principios de julio.

Otra posibilidad con plantas altas es la poda apical, para conseguir una planta más baja y ramificada. Busca genéticas que se adapten al cultivo en el balcón. Piensa que buscamos planta de altura media o baja y buena producción, ya que el espacio es limitado. Los efectos, sabores y aromas van en los gustos particulares de cada uno. Si para que no se excedan de tamaño vas a germinar en junio, puedes aprovechar los meses de marzo a junio y al comienzo de la temporada de cultivo plantar variedades autoflorecientes que nos permitirán tener unos cogollos mientras esperamos la cosecha definitiva.

Sobrefertilizar

Intentar recuperar un problema con más abono sin identificar el error que ha llevado a una nutrición deficiente suele ser un error habitual. Con los abonos comerciales que puedes ver anunciados en esta revista, no deberías tener problemas de nutrientes. Revisa las hojas periódicamente para ver problemas de nutrientes.

Los problemas no suelen ser por falta de nutrientes, sino por malos riegos, agua de mala calidad, demasiado calor en las raíces, etc.  Ten en cuenta que el exceso de algún nutriente suele ser la carencia de otro que no puede absorber. Suele ser un error habitual el tratar de solucionar estos problemas abonando más, lo que aumenta la sobrefertilización y los problemas.

La falta de algún nutriente es habitualmente un problema derivado de otro problema que afecta a la absorción de ese nutriente. No lo vamos a solucionar alimentando más a la planta. Es igual a pretender curar una enfermedad con un plato extra de lentejas. La solución es encontrar el fallo y atacar directamente el problema y no sus síntomas.

El nutriente o micronutriente que no se absorba por algún problema, limitará el desarrollo de la planta, aunque le agregues más del resto, no lo solucionarás. Hay que buscar el factor limitante y corregirlo para que veamos alguna mejora en la planta. Siempre hay que buscar el factor limitante que afecta al cultivo. No hay compensaciones. Si el problema es el calor en las raíces, y las plantas sufren un grado de estrés que paraliza el crecimiento o la floración, no sirve abonar de más. Las plantas no se arreglan llevándolas al parque de atracciones un fin de semana, eso sirve para tapar las culpas a los malos padres, pero no para cultivar marihuana en el balcón.

Regar mal

Regar mal es otro fallo muy habitual. Regar es fundamental para que la planta mantenga el equilibrio entre aire y humedad que necesitan en las raíces. Para ello, es necesario un buen sustrato que no se apelmace y que se pueda rehumedecer en cada riego. Cuando acabamos de regar, la tierra queda mojada, por lo que tendremos humedad, pero faltará aire.

Es importante regar poco a poco y procurando humedecer todo el sustrato. Riega un poco, espera y continúa regando. El agua debe estar a una temperatura de entre 20 y 23 grados para que tenga el máximo de oxígeno disponible.

La calidad del agua también es muy importante. En verano, el oxígeno, las sales y los riegos suelen ser bastante problemáticos. La planta transpira más y parte del agua del sustrato se evapora. Se acumulan sales en el sustrato y la planta se sobrefertiliza. Reduce la cantidad de abono o intercala más riegos con solo agua.

La calidad del agua

La calidad del agua es fundamental. En la península, encontramos calidades de agua muy dispares. La calidad del agua se considera a partir de las sales y sólidos disueltos.

Una pequeña inversión en un medidor de pH y EC es una gran ayuda, y se recupera la inversión con mayor cosecha y de mejor calidad. Las sales y los sólidos disueltos en el agua se miden con un medidor de electroconductividad (EC). El medidor funciona de la siguiente manera; envía corriente eléctrica entre dos electrodos y da una medición. A mayor porcentaje de sólidos disueltos y sales hay mayor conducción, y el medidor da un mayor valor de EC.

La mayoría de los medidores de EC actuales brindan la medición en mS (milisiemens). La mejor calidad de agua para el riego de las plantas de marihuana tiene una EC de 0,4-0,6 mS. Podemos distinguir entre diferentes tipos de agua: Agua blanda: se llama así cuando los valores de EC se encuentran por debajo de 0,3 mS. El agua blanda la puedes subir a valores óptimos agregando un poco de agua de grifo hasta obtener el valor deseado o agregar un aditivo de calcio y magnesio, la mejor opción. Agua normal: tiene unos valores de EC entre 0,4 y 0,6 mS, este tipo de agua se puede usar directamente. Agua dura: con unos valores de 0,6 y 0,9 mS de EC, contiene niveles de sales y sólidos superiores a los necesarios para las plantas. Puedes utilizar este agua rebajándola con un poco de agua osmotizada, destilada o la que sale del aire acondicionado. Este tipo de agua no es fatal para la planta, pero traerá problemas a largo plazo y una cosecha menos productiva y de inferior calidad. El agua muy dura tiene más de 0,9mS de EC. Está tan cargada de sales y sólidos que no permite abonar sin provocar problemas en la planta. Este agua no se puede usar para cultivar. Es necesario instalar un equipo de osmosis inversa para filtrar el agua. Puedes usar el agua que sale del aire acondicionado, pero el filtro de ósmosis nos asegurará tener siempre disponible agua para regar. El agua osmotizada tiene niveles de EC muy bajos, inferiores a 0,1 mS, por lo que es necesario reconstituirla con un aditivo de calcio y magnesio hasta llegar al valor adecuado de 0,4mS. El filtro de osmosis recupera menos de la mitad del agua que filtra y el resto la desecha. Para no desperdiciar el agua que se desecha, puedes aprovecharla para limpiar el suelo del balcón o terraza, para limpiar las macetas y enseres de cultivo, etc. De esta forma, aprovecharás el agua al 100% y no aumentará tanto la factura. También deberás controlar el grado de acidez del agua con un medidor de pH. Cada nutriente y micronutriente es absorbido por la planta en un rango especifico de acidez. Los valores óptimos suelen ser de 6,3 en crecimiento y 6,7 en floración. Según los abonos que utilicemos, dependiendo del grado de quelación de los mismos podremos jugar entre 5,8 y 7,5. Revisa siempre los valores aconsejados por los fabricantes en las tablas de abonado y adáptalos a tu jardín.

El calor

El calor excesivo, sobre todo el que da el suelo recalentado de un balcón o terraza en verano, es uno de los enemigos principales de las raíces que se terminan cocinando en la maceta. Tela de sombreado en el balcón, una base de porexpan o de plástico que separe la maceta del suelo puede ser de gran ayuda para mantener más saludables las raíces. Con el calor también aumenta la presencia de insectos, tenlo en cuenta a la hora de prevenir. Los insectos más habituales que atacan a las plantas de marihuana por orden de aparición son los siguientes: trips, pulgones, mosca blanca, ácaros, cochinillas y orugas son los enemigos de nuestro cultivo.  Todos los años cambian las reglamentaciones y permisos de uso doméstico de insecticidas y preventivos. Es clave prevenir las plagas. Revisa los números actuales y anteriores de esta revista para informarte como atacar las plagas sin dañar tu salud ni las de las plantas.

La seguridad

A pesar de tener el autodenominado gobierno “más progresista de la historia” se sigue persiguiendo el autocultivo, salvo en algunas comunidades donde siempre hubo más tolerancia al Cannabis. Mantener la seguridad del cultivo es importante. Si necesitas subir la tierra sin llamar la atención, puedes usar el carrito de la compra. Cultiva otras plantas. Si eres un vecino que siempre ha tenido flores y plantas en el balcón no llamaran la atención otras plantas. No cultives en zonas comunes del edificio. Si las plantas de marihuana son muy visibles desde la calle, puedes utilizar una malla de sombreado o de ocultación. Si es necesario que pase la luz, es mejor utilizar una malla de sombreado blanca. Si en cambio quieres conseguir más sombra para las macetas, es mejor la clásica malla de ocultación verde Es importante llevarse bien con los vecinos, ya que la mayoría de las intervenciones suelen ser por denuncias. Ser cordial, atento y estar siempre dispuesto a ayudar, propiciará una mayor tolerancia a tus plantas.

El peor error, abandonar el cultivo

El error más habitual es abandonar el cultivo a su suerte. A medida que llega el verano, es más agotador ocuparse de las plantas, hay más distracciones y como vienen bien de la fase de crecimiento, las dejamos estar. Si vemos algún insecto esperamos, porque como venimos de días más fríos donde los insectos se reproducían menos, nos confiamos y dejamos para mañana las tareas que debíamos hacer hoy… Es el inicio de todos los problemas graves que terminan arruinando el cultivo. Y es una gran pena, porque desperdiciamos el trabajo y la inversión. El autocultivo es sacrificio, si las plantas necesitan riego no pueden esperar a que tengas un tiempo libre. Se empiezan a estresar y luego es más difícil recuperarlas, se vuelven más proclives a plagas y enfermedades, pierden el vigor y hasta detienen el crecimiento o la floración. Es importante ir midiendo el esfuerzo y la inversión y ser consciente de nuestras capacidades. Si te tienes que ir de vacaciones en verano con la familia, solo podrás plantar variedades autoflorecientes en primavera y cosechar antes de las vacaciones. No pienses que las plantas te van a esperar a que vuelvas de las vacaciones y puedas regar. Un sustrato que se seca durante días no se recupera, pierde la micro vida y pasa a ser un sustrato inerte con todas las desventajas de la tierra seca. Desde estas páginas te invitamos a que comiences un nuevo cultivo esta temporada, acompañando a la planta en su crecimiento y floración, para conseguir muchos cogollos de marihuana de la mejor calidad.

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