Errores de riego en marihuana: cómo solucionarlos

Elizabeth Erhardt
19 Aug 2025

El riego es uno de los aspectos más importantes del cultivo de marihuana, pero también uno de los que más errores acumula. Regar demasiado, demasiado poco, usar agua a la temperatura equivocada o no controlar el drenaje puede arruinar un cultivo entero. En esta guía analizamos los errores de riego más frecuentes en cannabis y te damos soluciones prácticas para evitarlos y mantener tus plantas sanas en todas las fases del crecimiento.


1. Regar en exceso

El exceso de agua es uno de los fallos más habituales, sobre todo entre cultivadores principiantes.

  • Efecto en la planta: raíces asfixiadas, amarillamiento de hojas, crecimiento lento y riesgo de hongos como el fusarium.
  • Solución: deja que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje.

 

2. Regar demasiado poco

El déficit de agua también pasa factura, sobre todo en pleno verano.

  • Efecto en la planta: hojas lacias, tallos débiles y estrés que puede frenar la floración.
  • Solución: riega en profundidad hasta que salga agua por los orificios inferiores, pero sin encharcar. Mejor pocos riegos bien hechos que muchos superficiales.

 

3. Usar agua a la temperatura equivocada

El agua demasiado fría o demasiado caliente estresa a la planta.

  • Efecto en la planta: bloqueo de nutrientes, ralentización del metabolismo y mayor vulnerabilidad a plagas.
  • Solución: procura que el agua esté entre 18 ºC y 22 ºC. Evita regar en las horas de máximo calor.

 

4. Descuidar el pH del agua

El pH determina la capacidad de la planta para absorber nutrientes.

  • Efecto en la planta: bloqueos de nutrientes aunque el fertilizante sea el correcto.
  • Solución: mide el pH del agua y ajusta según el cultivo. Para sustrato en tierra, lo ideal está entre 6,0 y 6,5.

 

5. No adaptar el riego a cada fase de la planta

Las necesidades de agua cambian a lo largo del ciclo.

  • Efecto en la planta: estrés hídrico, raíces débiles y cosechas menos abundantes.
  • Solución: en plántula, riega poco y frecuente; en crecimiento, más volumen y regularidad; en floración, riegos abundantes pero espaciados.

 

6. Regar con mala calidad de agua

No todo el agua sirve para cultivar.

  • Efecto en la planta: acumulación de sales, cloro y metales pesados que dañan las raíces.
  • Solución: usa agua de osmosis, filtrada o reposada. Si usas agua del grifo, deja reposar 24 horas para evaporar el cloro.

 

El riego es mucho más que echar agua a la maceta. Un buen control del volumen, la frecuencia, la temperatura y el pH puede marcar la diferencia entre un cultivo de marihuana problemático y una cosecha abundante. Evita estos errores y tus plantas lo agradecerán con vigor, salud y flores de calidad.

 

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