Errores de riego en marihuana: cómo solucionarlos

El riego es uno de los aspectos más importantes del cultivo de marihuana, pero también uno de los que más errores acumula. Regar demasiado, demasiado poco, usar agua a la temperatura equivocada o no controlar el drenaje puede arruinar un cultivo entero. En esta guía analizamos los errores de riego más frecuentes en cannabis y te damos soluciones prácticas para evitarlos y mantener tus plantas sanas en todas las fases del crecimiento.
1. Regar en exceso
El exceso de agua es uno de los fallos más habituales, sobre todo entre cultivadores principiantes.
- Efecto en la planta: raíces asfixiadas, amarillamiento de hojas, crecimiento lento y riesgo de hongos como el fusarium.
- Solución: deja que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje.
2. Regar demasiado poco
El déficit de agua también pasa factura, sobre todo en pleno verano.
- Efecto en la planta: hojas lacias, tallos débiles y estrés que puede frenar la floración.
- Solución: riega en profundidad hasta que salga agua por los orificios inferiores, pero sin encharcar. Mejor pocos riegos bien hechos que muchos superficiales.
3. Usar agua a la temperatura equivocada
El agua demasiado fría o demasiado caliente estresa a la planta.
- Efecto en la planta: bloqueo de nutrientes, ralentización del metabolismo y mayor vulnerabilidad a plagas.
- Solución: procura que el agua esté entre 18 ºC y 22 ºC. Evita regar en las horas de máximo calor.
4. Descuidar el pH del agua
El pH determina la capacidad de la planta para absorber nutrientes.
- Efecto en la planta: bloqueos de nutrientes aunque el fertilizante sea el correcto.
- Solución: mide el pH del agua y ajusta según el cultivo. Para sustrato en tierra, lo ideal está entre 6,0 y 6,5.
5. No adaptar el riego a cada fase de la planta
Las necesidades de agua cambian a lo largo del ciclo.
- Efecto en la planta: estrés hídrico, raíces débiles y cosechas menos abundantes.
- Solución: en plántula, riega poco y frecuente; en crecimiento, más volumen y regularidad; en floración, riegos abundantes pero espaciados.
6. Regar con mala calidad de agua
No todo el agua sirve para cultivar.
- Efecto en la planta: acumulación de sales, cloro y metales pesados que dañan las raíces.
- Solución: usa agua de osmosis, filtrada o reposada. Si usas agua del grifo, deja reposar 24 horas para evaporar el cloro.
El riego es mucho más que echar agua a la maceta. Un buen control del volumen, la frecuencia, la temperatura y el pH puede marcar la diferencia entre un cultivo de marihuana problemático y una cosecha abundante. Evita estos errores y tus plantas lo agradecerán con vigor, salud y flores de calidad.