Luz Verde a la Libertad en Expogrow
En la última edición de Expogrow llevada a cabo los días 8, 9 y 10 de septiembre en el recinto ferial FICOBA de Irún (Guipúzcoa), los presos cannábicos Albert Tió y Victor Segues, encarcelados 6 años por pertenecer a la junta directiva del club Airam de Barcelona, presentaron su libro Luz Verde la Libertad. Te contamos lo más destacado de lo que dijeron.
Gabriela Sierra, abogada y vicepresidenta del Partido Cannábico Luz Verde, introdujo a los presos cannábicos Victor Segués y Albert Tió. Ella comenzó describiendo las bondades de la planta del cannabis, su potencial en la industria textil y cosmética, sus bondades nutricionales al ser una proteína completa, etc. “Es indignante saber que Víctor y Albert siguen durmiendo cada noche en la prisión por una sustancia que no solo no es un peligro para la sociedad, sino que es un beneficio que ha sido reconocido ampliamente a nivel internacional y que incluso los primeros prohibicionistas, que son los Estados Unidos, han empezado a legalizarla de forma integral en varios estados, y están a un paso de legalizarlo a nivel federal”, manifiesta Gabriela visibilizando la incoherencia de la prohibición. “Los consumidores de cannabis están condenados a ir al mercado negro, y las asociaciones cannábicas pueden ser una solución segura”, añade Gabriela, y aboga porque se reconozca la legitimidad del uso adulto del cannabis y que se le devuelva a la ciudadanía su soberanía.
Presos cannábicos
Víctor Segués centró su discurso en narrar sus experiencias en prisión, y en reflexionar sobre la criminalización de las personas. Albert Tió dijo en relación a su proyecto, tanto en el Partido Cannábico Luz Verde como en la divulgación del libro que escribió junto a su compañero Víctor Segués, Luz Verde a la Libertad: “Lo que estamos viviendo queremos que sirva para cambiar la realidad. Este proyecto no es más que una herramienta para intentar unir al movimiento cannábico”. Albert también incidió sobre el rol social de las asociaciones cannábicas, como su labor en la reducción de riesgos.
Albert habló sobre los aspectos que tuvieron en cuenta cuando gestionaban la asociación cannábica Airam para ceñirse a la jurisprudencia. Él defendió que sostuvieron valores como la democracia, al ser una asociación participativa. Airam se caracterizó por ser una asociación en la que se compartieron conocimientos y se creó un ambiente multicultural. La participación política para impulsar una regulación del cannabis fue otro de los pilares de la asociación. “Estamos viviendo una situación de injusticia que hay que cambiar. Los argumentos en contra son muy pocos y muy pobres, y creo que si nos unimos bien podemos combatirlos y hacer entender a la sociedad los beneficios que una regularización significaría.” Albert se suma a la impotencia manifestada al inicio de la exposición por la abogada Gabriela Sierra diciendo: “Es una vergüenza que siendo pioneros en este país por las circunstancias, por el clima, por la tradición, y por la fuerza de la cultura cannábica, tengamos que estar perseguidos y reprimidos” “El delito es no atender a la necesidad de transformación”, concluye Albert.