Riego: que la marihuana tome lo justo y necesario
En verano, en exterior, el riego deberá ser abundante para lo que es la media que requiere la planta que tampoco es mucha agua. Durante la floración y también en cosecha la demanda de la planta es más alta que nunca.
El riego en la marihuana: conecta con la planta
El riego en la marihuana es un arte y una ciencia. Nadie excepto el sustrato, las señales de la planta y tu propia maña podrán hacer algo bueno para proveer de hidratación y nutrición a las raíces, fortalecer el tallo y generar una producción acorde a tus expectativas.
El agua es esencial para la vida en la Tierra y el riego para la marihuana. Todo gira en torno a ella y nada crece sin este fundamental elemento de la naturaleza. Aproximadamente tres de cada cuatro partes de la planta de cannabis es agua. La savia ascendente transporta macro y micronutrientes desde el sustrato a toda la planta. La savia descendente transporta diversos compuestos desde las hojas a otras partes de la mata. Los estomas evaporan agua en la planta para refrigerarla.
El agua es parte de un ciclo fundamental para la vida cannábica. Claro que la marihuana necesita de ella y la necesita en formas distintas según su momento. Por ejemplo, al principio cuando la plántula busca altura será mejor pulverizar y humedecer —tal vez dos veces por día para mantener un ambiente lo más húmedo posible—más que mojar y así crear un ambiente favorable.
¿Cómo regar la marihuana?
El riego de la marihuana es un reto, y muchos cultivadores pifian habitualmente. El agua es un nutriente esencial que además canaliza el resto de los nutrientes. Es tan importante como la luz o la temperatura. Pero sin agua no habría fotosíntesis posible, sin agua la planta se arrastraría, nunca lograría esa altura que buscas. El agua es equilibrio escuché en unas cuantas de esas publicidades post new age vomitivas. Pero el slogan o el cliché aplican esta vez. Si riegas mucho ahogas a la planta, podrías ocasionar la pudrición de las raíces (pythium) o que broten hongos (como el moho gris o el oídio) y hasta cultivar plagas sin querer.
También puedes causar una toxicidad de los nutrientes y/o privar de oxígeno a las raíces en caso de ahogamiento extremo. Si riegas poco la matas de sed, crecerán menos, perderá cogollos al final de la temporada. Escucha a la planta y confía en tu criterio. El sustrato debe estar humedecido, pero nunca mojado. Riega la marihuana de a poco, nunca le eches toda el agua de una.
En verano riega todos los días si plantaste en exterior y la mata debe hacer frente a esos calores que nada ni nadie aguanta. La planta puede padecer estrés, ralentizar el crecimiento y eso también afectará la producción final. Interpretar el ambiente que rodea o que contiene a la planta de cannabis es clave.
¿Cuándo regar la marihuana?
Cuándo regar y cuándo no dependerá del contenedor que elegimos, del momento, del estadio de la mata y de su desarrollo, también de la temperatura o temperaturas del ambiente. Si riegas en la noche habrá mayor humedad, lo que podría ser perjudicial para el desarrollo de hongos, por ejemplo. Si riegas cuando está por salir el sol, que es lo óptimo, permites que la planta tenga una noche plena y que durante el día pueda evaporar el agua mientras se siente fresca. También permites una mejor nutrición con el riego matutino ya que unos cuantos procesos de crecimiento de la planta se producen con la luz del día. La frecuencia del riego también dependerá del viento, que si es intenso, se llevará la humedad.
El tipo de sustrato también hará diferencias en la frecuencia del riego ya que si es muy aireado la humedad se evaporará más rápido y si es más compacto, o tiene un mantillo, el agua del riego de la marihuana demorará más en decir adiós. Un suelo arcilloso puede acumular mucha agua y eso puede ser un gran problema para las raíces. Algo parecido puede pasar con suelos arenosos que infiltran muy rápidamente el agua.
En cambio, en tierra las plantas tienen lugar para expandir sus raíces y que se queden sin agua resulta más complejo. En tierra es aconsejable regar cuando el sustrato está seco a nivel de superficie, por las dudas conviene introducir un dedo en la tierra y ver si está húmedo o no. Si lo está, déjalo hasta que seque. Nada es una tabla rasa, menos la planta de cannabis, pero si el sustrato está seco a cinco centímetros de la superficie, podría estar corriendo riesgo de aquél estrés que mencionamos.
Si puedes modificar el suelo es recomendable ayudar con perlita y fibra de coco, yo le agrego entre un 10% y un 20% al compost que ya di vuelta y dejé reposar tres meses antes de llevar las plantas a su sitio definitivo. La perlita y la fibra de coco ayudan a la retención del agua en esta tierra bien negra y fértil. No solo se requiere riego en la marihuana, sino un buen sustrato que lo haga drenar correctamente.
Calidad del agua para riego de cannabis
En nuestros países del sur la calidad del agua es variable. Hay que tener en cuenta dos puntos clave como el pH y la EC de lo que en Soft Secrets hemos hablado largo y tendido. Pueden buscar información al respecto en ediciones anteriores o en cannabis.info. Conozco algunos cultivadores que usan agua destilada al principio de sus cultivos, cuando germinan, ellos hacen de la asepsia un ritual.
Son muy pulcros y sus cultivos ciertamente funcionan, pero el costo, el traslado y también la inestabilidad química del agua destilada (puede volverse ácida o básica rápidamente) la hacen para mí una opción inviable.
El agua del grifo no es mala, la he usado durante años, siempre la dejó tres o cuatro días en un bidón para que elimine el cloro y quede lista para el uso. Pero hace unos años que tengo la posibilidad de juntar agua de lluvia y sin dudas es la mejor opción, las plantas lo agradecen. Cuanto más lejos de las ciudades, mejor calidad del agua de lluvia. Regar es un arte y una ciencia que requiere de un artesano científico que la tutoree. Sé un buen tutor, la planta te entregará lo mejor de sí. El riego en la marihuana requiere de ti.
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