Regar la marihuana con calor: consejos
Con el verano llega el calor, una época donde hay que regar la marihuana con precauciones. Despiertan las plagas y las plantas sufren estrés por el calor o tormentas. Por eso hay que estar un poco más arriba del cultivo. Pero además es una buena época para propagar y tener una cosecha de invierno.
Todos sabemos lo importante que es el agua para todos los seres vivos que habitamos en este planeta. En nuestras plantas el agua ayuda a las raíces a absorber los nutrientes además de ser el sostén.
La cantidad de agua que usaremos dependerá de varios factores. Como el tamaño de la planta, ya que desde la germinación a la cosecha pasamos por varios estadios. También de la edad, el tamaño de la maceta y las condiciones ambientales como humedad, temperatura, calidad o preparación del sustrato utilizado y ventilación.
A medida que estos factores se alteran, también el flujo de riego se verá modificado. La falta de ventilación genera que las hojas se sofoquen deteniendo su desarrollo, algo que no puede pasar en verano ya que están en su fase vegetativa.
Una buena condición lumínica facilitará la buena comunicación de los nutrientes con la planta y un saludable crecimiento, cuantos más rayos de sol pueda recibir el jardín, más agradecidas estarán las plantas.
Mantener la humedad controlada en exterior es una tarea algo difícil, ya que las condiciones climáticas suelen variar mucho en estas épocas. Pero si puedes tener un invernadero o algún lugar en donde puedas evitarle las lluvias podrías añadir algunos ventiladores generando una buena circulación de aire.
Regar marihuana con calor: sube la temperatura
Las temperaturas elevadas como las bajas hacen que la planta tenga un desarrollo lento frenando sus procesos nutricionales.
En el riego tanto el exceso como la falta provocan deficiencias que muchas veces son irremediables. Mucha agua puede retardar la absorción de nutrientes, las raíces se pueden pudrir y la planta comenzará a debilitarse. Con poca agua las raíces mueren y los nutrientes jamás llegan a cumplir su función. El sustrato caliente también es un problema en verano, se dañan las raíces y su daño es muy parecido a las consecuencias que deja la falta de riego.
En verano los riegos deben de estar más controlados que en cualquier otra estación. En exterior se suele prestar mayor atención ya que las temperaturas altas, el viento y la humedad fluctúan bastante y con eso la cantidad de agua a emplear.
Si están en macetas procura riegos frecuentes. Los contenedores, al absorber el calor del sustrato, se seca más rápidamente y como consecuencia precisarán más agua.
En plantas pequeñas con poco desarrollo radicular los riegos deben ser más frecuentes.
La clave para un buen crecimiento y salud es la ventilación y un muy buen drenaje en el fondo del contenedor, a la marihuana no le gusta el suelo muy húmedo o encharcado ya que ahoga las raíces y eso genera un posible ataque fúngico como ocurre con el fusarium.
En floración las plantas necesitan un riego más excesivo para ayudar al desarrollo de las flores. Riega al comienzo del día para que el exceso de agua se evapore por las hojas y de la superficie del sustrato.
Si riegas por las noches y se mantiene el suelo húmedo como así también sus hojas es posible que algún hongo indeseado ataque y se adueñe del jardín.
Un sustrato liviano te asegura un buen drenaje, pero ten en cuenta que si trabajas en maceta los nutrientes suelen lavarse con cada riego y tienes que estar preparado/a para comenzar a nutrir tu suelo.
Regar marihuana con calor: observa
Si plantas en exterior directamente en el piso, los riegos deben ser a medida que notes que tu planta te pide agua, es importante que el suelo donde se desarrolla sea liviano, que el agua pueda penetrar y que las raíces puedan tener un buen desarrollo. Para eso previamente al trasplante tienes que hacer un buen pozo con tu mezcla liviana que asegure que el agua de riego no se estanque en el fondo y que las raíces puedan absorber sus nutrientes sin problemas.
Aprende a observar cuando tu planta necesita ser hidratada, con la experiencia podrás notar excesos y/o carencias.
Puedes seguir a raja tabla todos los libros o manuales en cuanto al riego y nutrición, pero muchas veces los factores externos influyen y eres tu quien debe romper con esos mandatos, ponerte el cultivo al hombro y darte cuenta cuando tus plantas necesitan de ti. Un buen jardinero está todos los días pendiente de estos detalles.
Si cultivas en maceta ten en cuenta su peso con el sustrato seco y con el sustrato recién regado, con ese dato al solo levantarlas podrás saber si tu contenedor precisa ser regado.
Un buen pulverizador es necesario para realizar riegos más precisos ya sea en pequeñas macetas o en plantínes; también para ser usado de manera foliar añadiendo algún fertilizante y/o preventivo fúngico.
El agua de lluvia limpia es una opción excelente para tus riegos, si en algún momento escasean las lluvias puedes mezclarla por partes iguales con el agua de grifo.
Si solo riegas con agua de grifo una buena alternativa es rellenar bidones o tarrinas y dejarlas en reposo unos días para evaporar el cloro, no es que el cloro sea dañino para tus plantas, sino que en exceso es perjudicial.
Para un control meticuloso y preciso puedes optar por utilizar medidores de pH y EC con los valores precisos garantizarás una buena absorción de los nutrientes.
Podas bajas de verano para clonación: propagación caliente
Las podas son necesarias a medida que la planta va creciendo. Con las podas bajas te garantizas una buena circulación de aire sobre la base de tus plantas previniendo ataques de hongos y reforzando el crecimiento primario.
Puedes aprovechar las ramas que cortas para hacer clones/esquejes y preparar tu próximo cultivo para garantizarte varias cosechas al año.
La operación de propagación dependerá de tu lugar físico y de las ganas que tengas de seguir cultivando. El número de clones que puedas sacar de una planta será el suficiente para seguir poblando tu jardín.
Existen varias técnicas para el esquejado, yo opto ya hace varios años por la utilización de panes de turba prensada o macetas biodegradables con coco para el enraizado.
Corto la rama de la parte baja que más me guste o vea que sea buena para clonar, le genero un corte transversal en la punta y la sumerjo en gel con hormonas de enraizado para su posterior colocación en la turba o coco.
Mantengo una humedad relativamente alta durante la primera semana, procurando que no sufran ningún golpe de calor. Si todo fue bien en dos semanas aproximadamente la plantita habrá sacado raíces.
Las condiciones lumínicas para los esquejes son de 18 horas de luz y seis de oscuridad en fase vegetativa durante uno o dos meses dependiendo de la genética. Luego de ese tiempo salen de la etapa vegetativa para pasar a exterior en donde florecerán. Puedes sacar esquejes entre febrero y marzo (en el hemisferio sur), vegetarlos hasta mayo y cosechar entre junio o julio.
Presta atención en los riegos sobre todo en los días de excesivo calor. Manteniendo limpio y podado el jardín lograrás llegar a la fase de floración sin muchos sobresaltos. En el cultivo exterior más aún en verano, no puedes dejar ni un solo día de pasar a echarle una mirada a tu cultivo. Las plagas aman el calor.
La araña roja, la mosca blanca, los pulgones, los ácaros, las chinches, las langostas se ponen cachondos en verano y para nada nos gusta que anden habitando nuestro rincón verde, un control diario evita dolores de cabeza y pérdidas. Suerte con ese regar la marihuana con calor.