Prevención de hongos y técnicas de atado

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10 Apr 2014

Cuidados para prevenir y combatir hongos con técnicas de atado en épocas de lluvia. Se acerca abril, un mes al que gustamos de hacerlo rimar con la frase "cogollos mil". Y para eso, nada mejor que cuidar nuestras plantas con amor. Sativas e índicas están en su momento de esplendor.


Se acerca abril, un mes al que gustamos de hacerlo rimar con la frase "cogollos mil". Y para eso, nada mejor que cuidar nuestras plantas con amor. Sativas e índicas están en su momento de esplendor.

Planta Índica y la humedad

Hacia fines de febrero las plantas con ascendencia índica desarrollarán definitivamente sus cúmulos florales y explotarán sus virtudes organolépticas; sabor, textura, forma, olor y colores. Dada su estructura de un gran cogollo central, en climas húmedos las variedades índicas tienden a retener la humedad y las lluvias entre sus flores y por lo tanto generar hongos.

El más común es la botritis, que prefiere siempre los cogollos que se aproximan a la maduración. Este hongo crece desde el tallo hacia afuera, por eso es difícil su detección. Las flores internas se cubrirán de un pelambre gris o blanquecino dado por la acumulación de esporas que avanzan hasta tornar marrón el cogollo y finalmente secarlo.

El hongo se reproduce cuando las temperaturas bajan después del verano y refresca por las noches. Además, las lluvias provocan un aumento de la humedad ambiental que, si bien podía resultar incluso deseable durante el crecimiento vegetativo, ahora se convierte en una amenaza para los racimos florales densos, sobre todo entre variedades afganas puras o de baja hibridación. Para prevenrlos usa preventivos. Y escoje variedades resistentesNo escatimes en filtros.

La infección puede aparecer por diferentes causas, aunque las oquedades naturales y las heridas en tallos y hojas producidas por plagas, podas o fuertes lluvias, son condiciones ideales para que penetren fácilmente las esporas del hongo. Muchas horas de lluvia, seguida de días nublados de humedad alta, pueden traer serios problemas de hongos.

No hay que olvidar que las índicas provienen de un clima seco y hostil como es la cadena montañosa del Hindú Kush entre Afganistán y Pakistán. Por eso las índicas se adaptan mejor a los climas áridos como el chileno. Para evitar el hongo se pueden mover despacio las puntas de los cogollos y abrir con cuidado los cúmulos para permitir que el viento circule y los seque por dentro. Tal vez pierda la forma típica de daga, pero no su perfume ni su producción.

Hay que revisar toda la zona que rodea el punto necrótico –de aspecto húmedo y podrido– en busca de algún foco de infección que escapa a primera vista. El hongo que pudre los cogollos actúa en silencio, así que las revisiones deben ser diarias. Habitualmente el hongo se reproduce en formaciones agrupadas de cogollos en las ramas principales, por debajo de la punta.

Los cambios de color en las hojas cercanas a los cogollos, de verde a amarillo o marrón oscuro, constituyen la indicación más certera de una infección interna. Cuando encontramos un foco de infección hay que cortar por lo sano, eliminando toda la materia vegetal afectada. Hay que extremar el cuidado en la manipulación del tejido podrido para reducir la posibilidad de contagio a otras partes de la planta u otros ejemplares próximos al jardín.

Todo el material afectado debe desecharse sin contemplaciones y los utensilios utilizados en la manipulación del hongo han de desinfectarse con alcohol. Si la extensión del moho gris abarca casi todo el fruto no nos quedará otro remedio que asumir la pérdida y desechar el cogollo entero. La única táctica infalible para evitar la botritis en las plantas de cannabis consiste en cultivar genéticas resistentes al hongo. Las variedades en las que predominan los rasgos sativa suelen ser prácticamente inmunes.

Eso sí, el predominio de estos rasgos debe ser claro. También es muy importante tener en cuenta la distribución de las plantas; es mejor que entre los distintos ejemplares haya bastante espacio libre, ya que en las plantaciones masivas los riesgos de infección y contagio se multiplican. Por otro lado, las horas de luz van reduciéndose con la llegada de los días más cortos y debemos evitar que las plantas pasen demasiado tiempo a la sombra.

Es recomendable realizar los riegos por la mañana para que las plantas no permanezcan húmedas durante la noche. En algunos casos, cuando las plantas cultivadas en contenedor muestran una vegetación excesiva en la parte próxima al sustrato, al cual no llega nunca la luz, pueden realizarse riegos desde abajo, por inmersión, para evitar que la humedad se acumule.

Aprovechar la fuerza sativa contra los hongos

Mientras los híbridos donde predomina lo índico adoptan su forma definitiva y tamaño final entre febrero y marzo, las sativas todavía darán su último estirón. Acostumbradas a largos veranos tropicales, estas variedades pueden llegar a triplicar su altura durante este período. Una variedad como la Skunk Haze –híbrido de alta predominancia sativa– con una altura de veinte centímetros a fines de enero, con sol y buen sustrato, en mayo se habrá convertido en una planta de un metro con muchas varas de flores.

Estas plantas, como cualquier híbrido de sativa, crecen a sus anchas con los últimos coletazos del verano. Y para evitar vecinos curiosos o aprovechar la luz y cosechar más cogollos, conviene atarlas. Una de las técnicas de atado se denomina L.S.T. (Low Stress Tranning), entrenamiento de bajo estres. Esta técnica es aplicada, porlo general, en interior durante las primeras semanas de crecimiento.

Sin embargo puede aplicarse en exterior para obtener una planta igual o más productora, pero más discreta. Las variedades con predominancia sativa, de ramas más largas y flexibles, se adaptan perfecto a esta técnica. Las índicas presentan mayores dificultades por sus tallos más resistentes a la flexión. El LST permite una absorción más pareja de la luz solar por toda la planta. Aquellas ramas inferiores que, por lo general, producen flores pequeñas, darán unos perfumados cogollos que se desarrollarán plenamente. Al doblar hacia abajo la rama principal, se neutraliza el efecto de la hormona inhibidora del crecimiento y se redistribuyen las auxinas (hormonas encargadas del crecimiento de la planta), creando una nueva predominancia apical en las ramas secundarias.

La pantalla verde de marihuana

Otro sistema para controlar la altura es el Scrog (Screen of Green) o pantalla verde. El objetivo de este método es limitar el crecimiento vertical de la planta. Durante el crecimiento se coloca una red horizontal sobre las plantas, a unos 30 centímetros de las puntas. A medida que crecen se distribuyen en la red.

Se pueden atar o, simplemente, pasarlas bajo la red. La red puede confeccionarse con hilos y marco de madera. Los huecos de la red deben tener 5 centímetros de diámetro por lo menos. El doblado por los huecos debe ser riguroso y cuidadoso, porque las ramas pueden quebrarse. Este proceso se realiza hasta que está por comenzar la floración.

Para ese momento, todas las puntas deben estar ubicadas en sus respectivos huecos. Aunque requiere mucha constancia, la idea de este método es lograr que todas las puntas sean iguales y reciban la misma luz, algo que no sucedería si mantuviera su típica forma de árbol de navidad, cuando las ramas inferiores no reciben la misma luz que la punta principal y en consecuencia producen cogollos más pequeños.

Ponle tutor a la marihuana

Incluso aquellas sativonas de tres metros con un resistente tallo se rompen ante los embates del viento. La versatilidad del cannabis hace que una rama quebrada y apenas unida por la corteza desarrolle un callo sobre la herida y sobreviva. El mejor aliado del cultivador de exterior es la cinta de enmascarado o masking tape (la de pintor).

Una rama quebrada, pero que no se ha separado del tronco principal, puede sobrevivir. En ese caso la vendaremos con cinta de manera cuidadosa y ajustada. No debe apretarse demasiado, pero sí lo suficientemente para mantener erguida la rama. Si la rama pertenece a una planta más grande y su peso dobla el vendaje, procederemos a entablillarla y, de ser necesario, colocar un tutor para ayudarla a sostener el peso hasta que arme el callo.

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