Poda y hongos en la marihuana, cortar para crecer
Las podas siempre serán necesarias. Controlar el crecimiento, prevenir patógenos o perfeccionar los cogollos son algunas de sus funciones. Algo que cualquier cannabicultor urbano deberá resolver en algún momento.
Poda, hongos y marihuana. Cada planta tiene un crecimiento que dependerá de diversos factores. Por un lado, su genética aportará uno de los aspectos claves para prever qué tipo de crecimiento tendrá la mata llegada la floración. Algunas variedades se caracterizan por ser altísimas. Muchas de las primeras semillas que llegaban de Paraguay cuando todavía no había disponibilidad de material genético en el Conosur formaban unos árboles que llegaban a más de dos metros sin problemas. Hoy los catálogos de los bancos ofrecen una idea del desarrollo del híbrido seleccionado. La correcta nutrición y la ausencia de problemas en el cultivo también ayudan a lograr una cosecha sana y con todo su potencial. Cuando el cannabis no tiene disponible los nutrientes que llegan con el riego sobrevienen los problemas.
Las podas ayudan mucho en este camino. El ápice de la planta es como el punto neurálgico para la poda. Es como el eje de la planta. Crece hacia ese punto. Y esto lo explica sobre todo una hormona, la auxina. La llamada dominancia apical, es decir que la planta crece desde su extremo más alto, sobreviene porque la auxina consigue frenar el desarrollo de los ápices laterales de la planta. Al hacer un corte apical se producen dos nuevos puntos de crecimiento. El corte se puede seguir haciendo en las sucesivas nuevas puntas y fomentar el desarrollo de las plantas con la poda apical. Por lo general conviene ir atándolas, así se privilegia el crecimiento lateral sobre el apical que conseguirá altura.
El corte apical tiene mejores resultados cuando se realiza después que la planta desarrolló del cuarto a sexto nudo y nunca en floración porque la planta detiene su crecimiento (y además cortaríamos el fruto, pecado sagrado). Al conseguir varias puntas apicales se fomenta el crecimiento de los cogollos hacia los costados. Esto es así, como que uno y uno son dos. Hechas las podas, desarrolladas las ramas laterales, habrá muchos cogollos principales. Para auspiciar ese crecimiento muchos cultivadores optan por cortar las ramas bajas que crecerán mucho menos, tendrán frutos y hojas más pequeñas. Esta poda es particularmente importante en cultivos al exterior donde hay mucha mugre volando por el suelo que suele aferrarse a estos cogollitos pequeños que quedan por debajo de las plantas.
Poda y hongos en la marihuana
Quienes vivimos en climas húmedos tenemos un gran problema llamado hongos. Aquellos híbridos de predominancia índica que consiguen grandes follajes pueden ser y probablemente sean un gran problema. En Los Andes las variedades índicas tienen mejor posibilidad de desarrollarse, pero cerca del Río de la Plata, claramente no. Las sativas suelen ser más resistentes a los hongos durante la floración. Pero tampoco hay que descansar en este principio. Las sativas también requieren poda si el clima es húmedo, un entrenudo largo no previene todo. Para evitar hongos en la marihuana conviene hacer poda en las ramas bajas durante el período vegetativo como para empezar. Lo que tenemos que lograr es que el viento pase entre las ramas, que el aire circule.
Y para ello puede ser importante cortar alguna de las ramas, pero sobre todo hojas. Y cuanto antes lo hagamos será mejor. Hay que observar el desempeño del follaje en los primeros tiempos de la vegetación y actuar. Es preferible cortar las hojas cercanas a los entrenudos, allí donde crecen más cantidad de ramas y hojas, que por lo general serán más pequeñas que las ramas con mayor edad. Que la humedad no se concentre en los frutos, que los tallos también reciban sol es la forma de prevenir la propagación varias plagas como los pulgones o la araña roja, entre otros.
Cuando la plaga ataca y no la vimos con tiempo suficiente para prevenir va a llevar algo de la planta. Si el tratamiento llega más o menos a tiempo se podrá recuperar la planta (más o menos). Lo que es seguro es que tomados todos los recaudos, como lavar el tallo el envés y revés de las hojas, por ejemplo con jabón potásico, habrá que podar muy seguramente. Habrá partes marchitas de las hojas, tallos marrones, todo lo que sea anormal conviene sacarlo y enterrar bien lejos las partes atacadas sean por una infección, por botritis o lo que fuera. Así que conviene tener las tijeras, afiladas (para no dañar a la planta en el corte) y siempre desinfectadas para dar el tijeretazo en cuanto sea necesario. La poda contra los hongos de la marihuana funciona.