¿A Qué Medicamentos Podría Sustituir el Cannabis?
Los medicamentos a base de cannabis ya han comenzado a sustituir a una amplia variedad de medicamentos convencionales en el tratamiento de enfermedades comunes, incluidos el dolor crónico, la epilepsia y el insomnio.
Según un estudio transversal canadiense de 2015, el 80,3% de los 410 participantes había sustituido, por lo menos, un medicamento recetado por cannabis. Además de esto, hay pruebas de que algunas personas están sustituyendo el alcohol y las drogas ilegales por cannabis – y potencialmente se están protegiendo contra riesgos graves para la salud al hacerlo.
El estudio de 2015 también averiguó que el 51,7% de los participantes había sustituido el alcohol por cannabis y ¡el 32,6% había hecho lo mismo con otras sustancias ilegales!
Argumentos para sustituir los opioides por cannabis
En los estados de los Estados Unidos que han legalizado el uso medicinal del cannabis en las últimas dos décadas, las tasas de uso de opioides recetados han disminuido de manera significativa, al igual que las tasas de mortalidad relacionadas con el uso de opioides con prescripción. Un "documento de trabajo" de 2015 realizado por investigadores de la corporación RAND constataba que, en 17 estados, las muertes por sobredosis de opioides recetados habían caído entre un 16-31% después de que se establecieran leyes relativas al cannabis medicinal.
Esto apoya un estudio anterior de 2014 que llegaba a la conclusión de que las muertes relacionadas con los opioides eran un 25% más bajas en los estados con programas de cannabis medicinal. Según una revisión de los estudios sobre el uso del cannabis como sustituto o complemento de los opioides, realizada en 2012, los resultados obtenidos generalmente habían sido alentadores.
En particular, un estudio de 1975 había comparado el THC y la codeína, y descubierto que 10mg de THC eran un poco menos eficaces que 60mg de codeína, mientras que 20mg de THC eran un poco más eficaces que 120mg de codeína. Un estudio doble ciego de un solo paciente realizado en 1990 había demostrado que 5 mg de THC eran tan efectivos como 50mg de codeína en el tratamiento del dolor crónico, con el beneficio añadido de reducir la espasticidad muscular.
Un estudio transversal y retrospectivo de 2016 evaluaba a 244 pacientes de cannabis medicinal que padecían dolor crónico, con el fin de investigar los cambios en el uso de opioides y en la calidad de vida. El estudio descubrió que el uso de opioides se había reducido en un promedio de 64%, y que las valoraciones con respecto a la calidad de vida habían aumentado una media del 45%.
La media de medicamentos que tomaba cada paciente había disminuido, al igual que el número y la gravedad de los efectos secundarios. Parece que existe un argumento válido para sustituir los opioides por cannabis, o para combinarlos, en el tratamiento del dolor crónico. Los pacientes ya han empezado a reducir de forma significativa el uso de opioides después de empezar a tomar cannabis medicinal, y los informes anecdóticos sugieren que algunos pacientes están reemplazando los opioides por completo.
Sin embargo, aunque los resultados preliminares son prometedores, serán los ensayos aleatorios controlados los que establezcan la causalidad, las dosis apropiadas y los factores de riesgo con mayor certeza.
Usar cannabis para tratar la adicción a los opioides
El cannabis puede ser un sustituto útil de los opioides en el tratamiento del dolor crónico, pero también tiene otra aplicación potencial aún más notable como sustituto. Muchos opioides presentan un fuerte riesgo de adicción y dependencia física para el usuario, y una vez enganchado, puede ser extremadamente difícil desenganchar al individuo de la droga.
Durante la última década, aproximadamente, la investigación ha comenzado a descubrir una relación compleja y complicada entre los sistemas de receptores endocannabinoide y opioide. A día de hoy, resulta cada vez más evidente que la actividad del sistema endocannabinoide también influye en la adicción a los opioides y en las vías de recompensa en el cerebro y el sistema nervioso central.
En una revisión de 2013 sobre las interacciones cannabinoides-opioides y el tratamiento de la adicción a los opiáceos, se detalla el tema en profundidad. Según varios estudios, el sistema endocannabinoide puede mediar la actividad de los neurotransmisores noradrenalina y norepinefrina en el cerebro, y afectar la respuesta del MOR (receptor mu-opioide).
La relación precisa no se ha determinado – pero como su estudio presenta un gran valor potencial, sin duda se llevará a cabo más investigación en los próximos años. Además, el documento de trabajo del RAND de 2015 concluía que los estados con programas de cannabis medicinal disfrutaban de una reducción del 28-35% en las admisiones para el tratamiento de la adicción a los opioides, así como una disminución de las tasas de mortalidad en general.
Por lo tanto, el cannabis puede hacer que los opioides no sólo sean más eficaces, sino también menos dañinos y menos propensos a causar dependencia en el usuario.
Sustituir los medicamentos antiepilépticos por cannabis
Para algunas formas graves de epilepsia, hay pocos (si los hay) fármacos disponibles entre los que elegir que ayuden con éxito a controlar las convulsiones o ataques epilépticos. Por lo tanto, para los tipos de epilepsia como el síndrome de Dravet, el descubrimiento de la capacidad del CBD para tratar las convulsiones asociadas ha sido casi como un milagro.
De hecho, al antiepiléptico a base de CBD Epidiolex de GW Pharmaceuticals, se le ha concedido el estatus de fármaco huérfano en los EE.UU., lo que significa que se reconoce como tratamiento para una enfermedad que no tiene otros tratamientos reconocidos. Así, para algunas formas de epilepsia, tiene potencial de ser no tanto un sustituto sino una primera línea de defensa nueva.
Sin embargo, hay otras formas de epilepsia que se tratan tradicionalmente con determinados medicamentos anticonvulsivos como la fenitoína y el fenobarbital. Muchos de estos medicamentos vienen acompañados de una serie de efectos secundarios que pueden ser muy debilitantes por derecho propio.
Además, los medicamentos existentes sólo son eficaces en alrededor del 70% de los casos. Varios estados de los Estados Unidos han incluido tanto formas de epilepsia infantil como de adultos como enfermedades aprobadas que se pueden tratar con cannabis. Hoy, algunos pacientes adultos de epilepsia descubren que los tratamientos a base de CBD son tan eficaces o más eficaces en el tratamiento de las convulsiones que los anticonvulsivos convencionales, y sin efectos secundarios graves.
Se ha investigado relativamente poco el potencial de los medicamentos a base de cannabis para tratar formas comunes de epilepsia, y en este momento, hay mucha más evidencia anecdótica que experimental. Un ensayo abierto de 2015 estudiaba los efectos del cannabidiol en el tratamiento de las convulsiones en 162 niños y adultos jóvenes de entre 1 y 30 años de edad, y constataba que el cannabidiol "podría reducir la frecuencia de las convulsiones y podría tener un perfil de seguridad adecuado en niños y adultos jóvenes con epilepsia refractaria o resistente a los fármacos".
Otras revisiones recientes han sacado conclusiones igualmente prudentes. Una revisión de 2014 Cannabidiol: Promise and Pitfalls afirmaba que "parece haber un creciente cuerpo de datos farmacológicos básicos que sugieren que puede haber un papel para el CBD, especialmente en el tratamiento de la epilepsia refractaria. Sin embargo, dada la falta de ensayos bien controlados, también debemos preguntarnos si nos estamos adelantando a los acontecimientos".
Por lo tanto, los argumentos para sustituir los anticonvulsivos por cannabis para las formas comunes de epilepsia no son tan convincentes como con los opioides, pero el volumen de informes positivos de los pacientes sugiere que, sin duda, hay que realizar más investigaciones al respecto.
Otros medicamentos a los que podría sustituir el cannabis
Además de los opioides y los anticonvulsivos antes mencionados, el cannabis y los compuestos cannabinoides también han demostrado ser prometedores en muchas otras áreas. Aquí tenéis algunos ejemplos de medicamentos a los que el cannabis podría sustituir potencialmente.
Los antipsicóticos son una clase de medicamento que podría ser sustituido por los fármacos a base de cannabis, en particular los derivados del CBD, que se sabe que tiene diferentes propiedades antipsicóticas. En 2014, se publicó una revisión de 66 estudios sobre el CBD y la psicosis, que concluía: "Dada la alta tolerabilidad y la rentabilidad superior, el CBD puede resultar ser una alternativa atractiva al tratamiento antipsicótico actual".
Los medicamentos para el insomnio pueden ser otro candidato al que sustituir por cannabis. Se han realizado diferentes estudios a lo largo de varias décadas sobre los efectos del THC y del CBD sobre el inicio, la duración y la calidad del sueño. En un estudio de 1973, se demostró que el THC podía acelerar el inicio del sueño y reducir las interrupciones del sueño.
Un estudio de 1981 constataba que el CBD podía aumentar la duración del sueño. En un ensayo aleatorizado controlado de 2010 sobre pacientes con fibromialgia, se demostró que el cannabinoide sintético nabilona podía mejorar la calidad del sueño mejor que la amitriptilina, un tratamiento comúnmente prescrito para el insomnio crónico. Sin embargo, aún no se han encontrado pruebas concluyentes.
Los medicamentos para el TDAH como Ritalin y Adderall no son eficaces para todos los pacientes. Un estudio de 2015 descubría que cada uno de los 30 participantes, ninguno de los cuales había respondido a Ritalin o Adderall, experimentaba "una mejor concentración y sueño, y una reducción de la impulsividad" después del tratamiento con cannabis. 22 pacientes optaron por sustituir sus medicamentos recetados por cannabis.
¿Qué hay del cannabis como sustituto de la quimioterapia?
Se han realizado muchos estudios que apuntan a la capacidad de varios compuestos cannabinoides, incluidos el THC y el CBD, de tener un efecto directo sobre las células cancerosas. Junto con esto, ha habido abundantes informes anecdóticos de pacientes que aparentemente se han curado de varios tipos de cáncer utilizando aceites y extracciones de cannabis.
Sin embargo, muchos de los estudios existentes se han realizado en animales o en cultivos de células humanas in vitro (en una placa Petri) en lugar de in vivo (en pacientes vivos). Por lo tanto, tienen una utilidad limitada en comparación con los ensayos clínicos en seres humanos – que son problemáticos por varias razones.
Después de décadas de investigación preliminar positiva, se acaba de hacer público un primer ensayo clínico aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego sobre el cannabis como complemento de la quimioterapia. La idea de llevar a cabo un ensayo clínico que implique suspender la quimioterapia con el fin de evaluar si las terapias con cannabinoides pueden hacer un mejor trabajo es casi imposible de lograr, dado el riesgo potencial para los participantes.
Con el fin de obtener resultados precisos y exactos sobre el potencial de los cannabinoides para actuar como tratamiento de un solo agente para el cáncer, se necesitan urgentemente más ensayos clínicos. Una revisión de 2016 en Current Oncology sobre el uso de cannabinoides como agentes anticancerosos analiza detalladamente el tema y concluye: "En resumen, los cannabinoides inducen la muerte de las células tumorales e inhiben la angiogénesis tumoral y la invasión tumoral en modelos animales de cáncer, y hay indicios de que actúan de manera similar en pacientes con glioblastoma.
Dado que los cannabinoides muestran un perfil de seguridad aceptable, los ensayos clínicos que los analizan como fármacos individuales o, idealmente, en terapias combinadas para el glioblastoma y otros tipos de cáncer, están justificados y se necesitan urgentemente".
Para ciertas enfermedades, el cannabis y los medicamentos a base de cannabis pueden ser más seguros y eficaces que los tratamientos estándar actuales. Los pacientes de cannabis medicinal estadounidenses, y de otros lugares, empiezan a sustituir o complementar los medicamentos convencionales por cannabis, con resultados iniciales muy prometedores.