Microdosis de cannabis: Bienestar sin colocón

Elizabeth Erhardt
09 Sep 2025

La idea de consumir cannabis para mejorar la salud y el bienestar no es nueva, pero la forma en que lo hacemos está cambiando. Cada vez más personas se alejan del consumo recreativo de altas dosis y se interesan por la microdosis de cannabis, una técnica que busca los beneficios terapéuticos de la planta sin el efecto psicoactivo. Este enfoque se basa en la premisa de que “menos es más”. Al igual que con el café o el té, una pequeña cantidad puede estimular la mente y el cuerpo, mientras que una dosis más grande puede tener el efecto contrario. Si te interesa explorar el potencial de la planta de una manera consciente y controlada, esta guía completa es para ti.


¿Qué es exactamente la microdosis de cannabis y cómo funciona?

La microdosis de cannabis consiste en consumir cantidades muy pequeñas, por lo general entre 1 y 5 mg de THC, varias veces al día. El objetivo no es sentir un "subidón", sino activar el sistema endocannabinoide del cuerpo de manera sutil.

Este sistema juega un papel crucial en la regulación de funciones vitales como el sueño, el apetito, el dolor y el estado de ánimo. Investigaciones científicas han demostrado que los cannabinoides pueden tener un efecto bifásico, lo que significa que dosis bajas pueden producir resultados terapéuticos, mientras que dosis altas pueden ser contraproducentes. Cuando se consumen dosis muy bajas de cannabinoides, se estimulan los receptores CB1 y CB2 de manera suave y gradual, lo que puede ayudar a equilibrar el sistema sin sobrecargarlo.

Los beneficios de la microdosis de cannabis más comunes reportados por los usuarios incluyen:

  • Reducción de la ansiedad y el estrés.
  • Mejora de la concentración y la creatividad.
  • Alivio del dolor crónico.
  • Regulación del ciclo de sueño.
  • Aumento general del bienestar.

 

Protocolo práctico: Tu guía paso a paso para empezar a microdosificar

Si quieres probar la microdosis de cannabis, la clave es la consistencia y la observación. Sigue este protocolo para un inicio seguro y efectivo:

  1. Encuentra la dosis de inicio: Empieza con la dosis más baja posible, de 1 a 2,5 mg de THC. Puedes usar un producto con la dosis ya medida, como un comestible o una tintura.
  2. Elige tu horario: Toma la primera dosis por la mañana, justo después de despertar. Si no sientes ningún efecto secundario, puedes tomar una segunda dosis unas 4 a 6 horas después.
  3. Observa y ajusta: Durante la primera semana, mantén un diario de tus sensaciones. Anota la dosis, la hora y cómo te sientes. El objetivo es notar una mejora sutil en el estado de ánimo o el enfoque, no sentir los efectos psicoactivos del cannabis. Si sientes cualquier efecto no deseado, reduce la dosis a la mitad en tu próximo intento. Si no sientes nada, aumenta la dosis en 1 mg.
  4. Encuentra tu punto óptimo: Continúa con este proceso hasta que encuentres una dosis que te haga sentir mejor, sin ningún tipo de euforia o somnolencia. Esa será tu dosis óptima de microdosis.

 

Elección de la variedad: Terpenos y perfiles de cannabinoides

La elección de la variedad o el perfil de cannabinoides es fundamental para el éxito de la microdosis. Cada cepa tiene una combinación única de terpenos (los compuestos que dan sabor y aroma) que influyen en el efecto final.

  • Para mejorar la concentración, busca variedades ricas en pineno y limoneno.
  • Para la relajación o la reducción del dolor, opta por variedades con altos niveles de mirceno y cariofileno.
  • Si eres nuevo en la microdosis, una excelente opción es un producto con una proporción equilibrada de THC:CBD (por ejemplo, 1:1), ya que el CBD puede mitigar los efectos psicoactivos del THC.

Al entender cómo actúan estos compuestos, podrás afinar tu experiencia y encontrar la combinación perfecta para tus necesidades.

 

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