Las raíces de los bancos de semillas en España

Soft Secrets
04 Feb 2023

Este año, Dinafem cumple 15 años de vida. Sin embargo, para comprender cómo nació este banco de semillas, es necesario remontarnos mucho más atrás. Su historia, en realidad, comienza a finales de los años 80, en el norte de una España post-franquista, en la que el cultivo de cannabis era todavía una actividad desconocida que muy pocos ponían en práctica.


Los primeros cultivos en outdoor

Entre esos pocos se encontraban capitán Ozone y Profesor OG, por aquel entonces dos adolescentes fascinados por la planta del cannabis, que en 1988 comenzaron a cultivarla en exterior. El Profesor OG, con 16 años y muchas ganas de aprender, cultivaba semillas de cannabis que venían de Holanda. La ventaja en aquellos tiempos era que, en un momento en el que la mayoría de los españoles nunca habían visto una planta de marihuana, no tenían que preocuparse por si alguien intentaba robar su plantación. Comenzaron a experimentar con cultivos de guerrilla a las afueras de San Sebastián y también en sus propios jardines, en los que fueron probando todas las genéticas disponibles en aquel momento.

 

Yon y sus inicios en el cultivo de interior

Por otro lado, Yon, que por aquel entonces rondaba la veintena, estaba dando sus primeros pasos en el cultivo de Cannabis, sin saber que, más adelante, se convertiría en una pieza clave para la creación y el desarrollo de Dinafem. En los 80, este joven vasco fascinado por las propiedades de la planta de la marihuana, que por aquel entonces aún no conocía a Profesor OG ni a Capitán Ozone, se dedicaba a experimentar con cultivos indoor por su cuenta. Había vivido en Alemania y hablaba el idioma perfectamente, lo cual le facilitó entrar en contacto con todo lo que estaba sucediendo en Holanda.

En aquella época, Los Países Bajos eran un fenómeno a nivel mundial, y algunos de los manuales de cultivo más avanzados estaban escritos en alemán, la lengua de su país vecino. Recordemos que fue allí, en la década de los 80, donde tuvo lugar la revolución de los híbridos, y donde se dibujaron los pilares de la industria cannábica que conocemos hoy en día. En España, sin embargo, apenas podía encontrarse literatura sobre cultivo de cannabis, y la poca que existía trataba únicamente conceptos muy básicos, de modo que Yon decidió que si la montaña no iba a Mahoma, Mahoma iría a la montaña. Ámsterdam se convirtió en uno de sus destinos favoritos, y año tras año peregrinaba a la capital holandesa.

En uno de esos viajes, concretamente durante el verano del 87, decidió hacer una visita a un club que un amigo le había recomendado, una especie de asociación de cultivadores en el casco antiguo de Ámsterdam que se llamaba Positronics. Fue todo un descubrimiento, pues allí compró su primer equipo profesional para cultivar en interior, aprendió mucho y conoció a gente que compartía sus mismas ideas, personas como Mila Jensen, que estaba experimentando con sus primeras extracciones de lo que hoy en día se conoce como sistema de extracción con hielo y agua. También probó cannabis de primera calidad, sabrosos cogollos sinsemilla que eran un regalo para su paladar. Después de hacerse con todo el material de cultivo que les fue posible, Yon y su hermano volvieron a España en su furgoneta surtidos con sacos de tierra, una lámpara de cultivo y fertilizantes orgánicos.

Algo tan simple como nutrientes biológicos para el cultivo de cannabis, que hoy en día se pueden encontrar en cualquier Grow Shop, simplemente no existía en España. Este intrépido grower fue un visionario y un cultivador adelantado a su tiempo, pues ya en aquella época se dio cuenta de algo que ha tardado décadas en calar en la conciencia de muchos cannabicultores; el cultivo en orgánico de cannabis era mejor para la planta y para el consumidor, pues el producto final era de mayor calidad y libre de tóxicos. Gracias a esta visita a Positronics, Yon pudo desarrollar su primer cultivo semibiológico en interior. A partir de entonces, decidió dedicarse de lleno a su pasión, dejó su trabajo en la hostelería y se puso manos a la obra con el cultivo de marihuana, estaba convencido de que algún día la cultura sobre el cannabis y sus usos medicinales dejarían de ser un tema tabú relegado a círculos underground.

 

Inglaterra, una escuela para el Profesor OG

Por su lado, el profesor OG, que vivía en la misma ciudad que Yon en el norte de España (aunque aún no se conocían), también comprendió que había llegado el momento de ver mundo. En 1991, ya entrando en la veintena, decide mudarse a Londres, donde conoce a un dealer del East End que le proporciona cogollos de gran calidad y le explica que existen varios cultivadores en Londres que producen buenas flores, y que si quiere informarse más debe ir a la librería Compendium en Candem Town. Así es como el Profesor OG encuentra una auténtica biblioteca de manuales sobre la genética y el cultivo del cannabis que cambiarán su vida.

Libros que cubren todos los aspectos que cualquier grower desearía conocer. Marijuana Botany, de Robert Clark,  Marijuana Chemistry, de Michael Stark; Marijuana Grower's Handbook, de Ed Rosenthal, entre otros. A fuerza de releer una y otra vez esos manuales que provienen de Estados Unidos, se convierte, sin darse cuenta, en todo un experto en la materia. Recordemos que en 1991, la cultura del cannabis era aún muy precaria en general o prácticamente inexistente. En uno de estos libros, encuentra un dato que más adelante dará un giro de 180 grados a su carrera profesional: la primera referencia sobre semillas feminizadas. Es en ese momento cuando toma conciencia por primera vez de que quizá exista la posibilidad de hacer semillas que garanticen una descendencia femenina.

 

Ámsterdam: Bienvenidos al futuro

Después de la experiencia londinense, el Profesor OG decide que Ámsterdam es el siguiente paso. Se muda allí en el 92 y un nuevo mundo se abre ante sus ojos. En aquel momento, la fiebre de los Coffee Shop estaba en plena ebullición. Holanda había creado un marco legal para el Cannabis que era revolucionario, y que lo había convertido en la tierra prometida de breeders, growers y usuarios. Así que cuando el Profesor OG llegó a la capital holandesa, se encontró con el mismo escenario que había fascinado a Yon: una incipiente industria cannábica que había profesionalizado la producción y distribución de cannabis. Y lo más importante, se había enfocado en la creación de nuevos híbridos: la Ámsterdam de Wernard Bruining y muchos breeders californianos como Old Ed, que se habían mudado allí para trabajar en la creación y estabilización de genéticas como Haze, por ejemplo.

Su estancia en Los Países Bajos le permitió conocer más sobre los métodos de producción en interior. Había tiendas de cultivo donde se podía comprar todo el material profesional necesario: lámparas de sodio, sistemas de hidroponía, métodos de alta densidad, fluorescentes para la producción de clones, sistemas de climatización, fertilizantes orgánicos, etc. También tuvo acceso a cannabis de buena calidad. Tal como había hecho Yon, el Profesor OG visitó Positronics, que era la tienda pionera en aquel momento, y allí se sintió como un niño en Disneyland. Un lugar donde los cultivadores podían comprar clones, ver las plantas madres y catar el producto final. Todo el ciclo completo. Además, vendían todo tipo de material para cultivo profesional y producían sus propios sistemas de iluminación, poniendo a la disposición del público lámparas de 400 W, de 600 W, e incluso de 1000 W. T Lo que el Profesor OG descubrió en 1992 en Ámsterdam fue el futuro: cultivo profesional de calidad, limpio y legal.

Allí comprendió que la pasión que le había empujado hasta entonces a un sector que todavía permanecía en la sombra en el resto del planeta, podía ser en realidad toda una industria. Cabe destacar que en aquella época, en Holanda no había ni una sola semilla feminizada. De hecho, no era un factor que ni siquiera se tuviera en cuenta. Tampoco se cultivaba con semillas, la gran innovación era cultivar con clones, que garantizaban estabilidad, consistencia y calidad.

 

De vuelta a casa: Euskadi, el jardín de España

En 1993, cuando el Profesor OG vuelve a España, se mete de lleno a aplicar lo que había aprendido en sus viajes. Monta varios cultivos de exterior, incluyendo muchos de guerrilla a las afueras de su ciudad, que comienza a dirigir con la ayuda de amigos. Se vuelca en cuerpo y alma a su pasión de primavera a otoño. Siempre con semillas de alta calidad llegadas de Holanda y cultivadas con fertilizantes orgánicos específicos para cannabis. Sus cosechas comienzan a ser algo nunca visto antes en España: cogollos sinsemilla, de alta calidad, con un aroma y una potencia que nada tienen que envidiar a los de los Países Bajos. La única diferencia es que son de exterior.

Utilizando esas genéticas de alta potencia que habían contribuido a crear y a estabilizar los holandeses, y lo que él había aprendido sobre cultivo cannábico, sus cogollos se convierten en el inicio de una revolución cannábica. ''Cultivé absolutamente todas las genéticas de los catálogos que había en ese momento. Muchas Skunk#1 y serie Skunk, que fueron las antecesoras de la Critical. Eran variedades baratas, potentes, con un aroma intenso, rápidas y muy productivas. Recuerdo cepas como la Early Skunk o la Shiva Skunk, que era un cruce de Northern Lights x Skunk. También comenzamos a utilizar sativas: Northern Lights#5 x Haze…''  recuerda el Profesor OG. A su vez, otros cultivadores empiezan a interesarse por ese nuevo método de producción. El Profesor OG les enseña conceptos básicos para empezar con cultivos pequeños, y así, poco a poco, comienza a constituirse un pequeño círculo de cannabicultores expertos en la ciudad de San Sebastián. Son los años en los que se inicia la cultura del autocultivo en España. El principio de un movimiento que más tarde cobró fuerza y cambió para siempre la escena cannábica del país. Se pasó de importar y consumir el hachís que llegaba de Marruecos, a ser el principal jardín de marihuana de Europa.

 

Yon y el Profesor OG: amor cannábico a primera vista

A su vez, Yon también había vuelto de Ámsterdam y se había puesto manos a la obra con su cultivo de interior. A diferencia del Profesor OG, que cultivaba en exterior en la montaña y en interior en casas okupadas, Yon lo montó directamente en su propio hogar. Vivía con las plantas, y por tanto, podía centrar toda su atención en ellas.

Un autocultivo que contaba con 6 lámparas de 400W, unas 226 plantas en total, algo que en aquel momento resultaba absolutamente inaudito. En sus armarios había únicamente variedades de gran calidad. Entre ellas, G13, Shiva y una de sus preferidas, que era una California Orange muy dulce. Yon dedicaba a sus plantas mucho tiempo, y sobretodo las trataba con mucho amor. Comenzó a hacer madres y a sacar esquejes de ellas para utilizarlos de forma sistemática. Utilizaba la técnica de SOG con clones, como en Holanda. Comenzó a producir plantaciones muy uniformes y con cosechas de gran calidad, ya que utilizaba únicamente fertilizantes orgánicos. Vivía por y para ello. ''Lo que algunos pocos habíamos visto únicamente en Positronics en Ámsterdam, de repente Yon lo había reproducido en su casa en San Sebastián. El cultivo era impoluto y perfecto. Todos alucinaban con la calidad de sus cogollos. Era el mejor jardín de interior de todo Euskadi'' recuerda el Profesor OG.

Es en ese preciso momento, en 1993, cuando Profesor OG y Yon se conocen a través de una amiga en común. Ambos quedan muy sorprendidos por el conocimiento cannábico del otro, ya que, hasta ese momento, no habían conocido a nadie en la región que tuviera un nivel tan avanzado. Así que pronto comienzan a trabajar juntos y a compartir largas conversaciones en las que intercambian todo lo que cada uno ha aprendido por su lado. Y es que el conocimiento de Yon en materia de indoor era inaudito en España en aquel momento. Había creado un cultivo modelo, y su casa se había convertido literalmente en un centro de peregrinación, pues cultivadores de todas partes acudían para admirar su trabajo y aprender de de él. Aquellos que más tarde abrirían los principales Grow Shops del País Vasco, pasaron primero por su casa. En aquella época, su indoor era algo tan insólito, que solo podía verse en Ámsterdam. Los que acudían a su humilde morada podían ver todo el ciclo (madres, clones, el resultado final de cogollos en seco), y también incluso catar el producto. Fue un período muy importante para los dos growers, ya que aprendieron mucho el uno del otro. Yon ganó conocimiento sobre cultivo en exterior y de guerrilla, y Profesor OG sobre cultivo en indoor. Empezaron a experimentar y a mezclar los dos mundos, haciendo cultivos de exterior con los clones de las genéticas seleccionadas de Yon, en lugar de semillas regulares.

 

Los primeros híbridos made in Euskadi

En el año 1995, ese grupo de growers con un nivel ya muy avanzado comienza a hacer sus propios cruces. Cepas que no son creadas únicamente a partir de variedades holandesas, también utilizan semillas de Landraces que vienen de todas partes del mundo. Les llegan semillas de Marruecos, de la mano de aquellos amigos que deciden “bajarse al moro”, así como también de la India y Nepal, pues algunos vascos aficionados al montañismo viajaban a estos países para hacer rutas. ''También hicimos algunos cruces con sativas de Brasil'', recuerda el Profesor OG. ''Hicimos un cruce de brasileña por Skunk que se hizo muy popular entre esa incipiente comunidad de cultivadores. La cultivábamos en exterior y daba muy buenos resultados. La Skunk dominaba tanto, que a pesar de estar cruzada con la brasileña (que como buena Sativa era tardía), seguía manteniendo el periodo de floración corto. Una característica que con nuestro clima norteño ayudaba mucho, pues las lluvias otoñales arruinaban muchas cosechas''. La Landrace de Bahía era una variedad que se llamaba Cabeza de Negro, y el Profesor OG junto con otros cultivadores hicieron varios experimentos con ella.

Este círculo de growers se componía de unos 30 integrantes que se ayudaban mutuamente, compartiendo conocimiento y variedades de marihuana a través de esquejes. Esos experimentos con Landraces les sirvieron para darse cuenta de que los híbridos holandeses eran mucho más estables, ya que habían pasado por procesos de breeding. El profesor OG, que ya conocía las bases de la genética mendeliana, se dio cuenta entonces de la importancia de estabilizar las cepas cannábicas a través de procesos de selección para aumentar la predictibilidad y obtener mejores cosechas.

Durante ese año, uno de los objetivos principales del Profesor OG con esos "experimentos" era conseguir variedades resistentes al clima norteño de San Sebastián. Para ello, hizo una selección de Early Pearl selecta (una Sativa temprana), de la que eligió un macho. Con él polinizó diferentes variedades: Skunk, Shiva Skunk y la misma Early Pearl. Uno de los resultado de esos cruces fue una Early Skunk que le fue muy útil, pues le interesaba acortar el periodo de floración de la Skunk debido al clima de la zona. También hizo cruces con variedades Landrace que provenían de Marruecos, de Nepal, de Brasil y de Colombia. Entre esas primeras plantas seleccionadas también estaban la California Orange, la Power Plant y la White Widow.

Fue también en esa época cuando la idea de crear semillas feminizadas comenzó a tomar forma. ''Empezamos a observar que, en los cultivos de interior en los que solamente utilizábamos clones de plantas hembra, empezaron a aparecer algunas semillas entre los cogollos. Al principio, creímos que podía tratarse de polen que hubiera llegado del exterior y se había colado dentro. Pero luego, nos dimos cuenta de que esto también sucedía en invierno, cuando no había cultivos de exterior, y por tanto era imposible que el polen llegase de fuera.'' Comenzaron a prestar atención y se dieron cuenta de que esos clones de plantas madre hembras producían algunas bananas de polen cuando eran sometidas a temperaturas más altas de lo habitual. Es así como los jóvenes growers obtienen sus primeras semillas feminizadas de manera accidental. Unas semillas que producían plantas extremadamente parecidas a la madre, un sueño hecho realidad: plantas que se asemejaban mucho al clon original, y que por tanto replicaban todos esos atributos tan especiales, pero con el vigor de la semillas. Aquello fue todo un descubrimiento.

El hecho de crear unas semillas de tan alta calidad y que encima fueran hembras, hizo que el Profesor OG recuperara una idea que le había surgido ya en Londres: revertir el sexo de plantas hembras con ácido giberélico para crear semillas feminizadas. Decidido a probar su teoría, el joven consigue el producto, y junto a Yon, hacen una primera prueba. Con una dilución de este ácido pulverizan clones selectos de Master Kush y California Orange de Yon, y los ponen a florecer. Con ello, descubren que este producto hace que las plantas aumenten su crecimiento, y por tanto su tamaño, pero de reversión de sexo ni rastro. Desanimados por el resultado, no le dedican más tiempo y energía a este proyecto. Las semillas feminizadas aún tendrán que esperar unos años más para ver la luz. Sin embargo, hay que destacar que este experimento tuvo lugar en 1996, siete años antes del nacimiento de Dinafem Seeds. Y es que, a pesar de que no consiguieran su objetivo en aquella ocasión, el experimento en sí fue significativo, pues sería el preludio de algo muy grande que estaba por llegar. Pero eso, junto con muchas otras aventuras más, son ya otra historía que algún día contaremos. 

S
Soft Secrets