Esquejes y clonación

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21 Aug 2014

Un buen crecimiento vegetativo es fundamental para obtener una cosecha sana.


La etapa de crecimiento de la plántula de cannabis dura entre dos y tres semanas, desde la germinación hasta el establecimiento radicular (fuerte). Una vez establecido un sistema fuerte de raíces, el desarrollo del follaje aumenta con rapidez y los plantones entran en fase de crecimiento vegetativo. Cuando la producción de clorofila se pone a toda velocidad, las plantas vegetativas producen tanto follaje verde y tanto crecimiento de raíces como es física y genéticamente posible. Por supuesto, las condiciones de cultivo - CO2, niveles de oxígeno en la tierra, nutrientes, agua, y demás- no han de estar limitadas, deben encontrarse en el equilibrio apropiado para estar disponibles con el fin de que pueda darse una absorción rápida. Si se mantienen adecuadamente, hay variedades de cannabis que crecen entre 1,5 y 5 cm al día. Una planta que se queda parada por el motivo que sea puede tardar semanas en retomar el crecimiento normal. Una planta severamente atrofiada puede no recuperarse por completo jamás.  

El cultivo de plantas grandes en contenedores relativamente pequeños, 19 L en este caso, requiere riego diario con una solución nutriente completa. Una capa de acolchado evitaría que las raíces estén expuestas.
Un sistema de raíces fuerte y sin restricciones en una rizosfera (zona de las raíces) perfecta que sea capaz de absorber todos los nutrientes necesarios que estén disponibles resulta esencial para un crecimiento robusto. La clave de una cosecha sana es un crecimiento vegetativo sin restricciones. La toma de agua y nutrientes por parte de las plantas cambia durante el crecimiento vegetativo. Se necesitan niveles altos de nitrógeno. El potasio, el fósforo, el calcio, el magnesio, el azufre y los oligoelementos se usan a un ritmo mucho más rápido. La transpiración ocurre más deprisa, por lo que hace falta más agua. Cuanto más grande se haga la planta y mayor sea su sistema de raíces, más rápidamente se secará la tierra. La clave de un crecimiento vegetativo fuerte y una buena cosecha estriba en proporcionar a las plantas el entorno perfecto sobre el suelo y bajo el suelo. 

Estas plantas pasarán poco tiempo en crecimiento vegetativo y estarán expuestas a menos problemas.
Durante el crecimiento vegetativo, las plantas necesitan agua y, a menudo, también suplementos a base de fertilizante. Los jardineros de exterior y de invernadero pueden preparar tierras orgánicas con nutrientes y enmiendas a granel. Los cultivadores de interior suelen tener que añadir fertilizante a modo de suplemento. Además, el jardín necesita una circulación de aire y una ventilación adecuadas tanto de día como de noche. Las deficiencias de nutrientes que empiezan en la primera o la segunda semana de crecimiento en interior suelen dejarse ver entre la tercera y la quinta semana de crecimiento. Las deficiencias de nutrientes que empiezan durante la cuarta o la quinta semana de crecimiento en exterior y en invernaderos muestran sus síntomas visibles entre la sexta y la octava semana de crecimiento. Sin embargo, los desequilibrios menores de nutrientes tardan más en manifestarse, si es que llegan a hacerlo.  

Con frecuencia, las infestaciones de plagas y enfermedades aparecen a medida que progresan las deficiencias de nutrientes. Muchas veces, los clones nuevos procedentes de otro jardín ya están infestados con huevos de ácaros, oidio o enfermedades de las raíces, pero las señales visibles son escasas. Pon siempre en cuarentena los nuevos clones y plántulas, y sumérgelos en un acaricida/fungicida/insecticida orgánico antes de introducirlos en el jardín.

Las deficiencias múltiples de nutrientes, los excesos, las plagas y las enfermedades se hacen aparentes durante el crecimiento vegetativo.
Pasados entre uno y tres meses de crecimiento vegetativo, los nutrientes ya han tenido ocasión de acumularse hasta alcanzar niveles tóxicos, y las plantas pueden mostrar signos externos de deficiencias o excesos. Enjuagar el sustrato hará que eliminen los nutrientes tóxicos hidrosolubles, véase “Enjuague” en el capítulo 21, Nutrientes, para más información. Otros problemas –exceso o falta de riego, circulación del aire y ventilación, etc.- también ocurren ahora. Véase “Problemas comunes de nutrientes” en el capítulo 21 para más información.

En el cannabis, el crecimiento vegetativo se mantiene en interior, exterior e invernadero con 16-24 horas diarias de luz. El cannabis autofloreciente (feminizado) florece según el desarrollo cronológico, y no se ve afectado por el fotoperiodo.
El cannabis prosigue su crecimiento vegetativo durante un año o más con un fotoperiodo de 18 horas y un clima templado. Pero antes o después se alcanza un máximo genético, que hace que el cannabis degenere. Las variedades Indica y de predominancia Indica que sufren estrés por las condiciones frías invernales tienden a florecer con independencia de las horas de luz, suelen producir más resina en las plantas atrofiadas.

El cannabis florece cuando tiene noches largas y días cortos.
En interior y en invernadero, las fases de crecimiento pueden controlarse mediante el ciclo de luz y oscuridad (fotoperiodo). Se trata del principal estímulo para provocar la floración. Haz que las plantas tengan un ciclo de luz 12/12 de día y noche para provocar la floración. Da a las plantas entre 0 y 8 horas de oscuridad y de 16 a 24 horas de luz para mantener el crecimiento vegetativo. El control del fotoperiodo permite a los horticultores de interior e invernadero controlar los ciclos vegetativo y de floración. Véase el capítulo 17, Luz, lámparas y electricidad, para más información sobre el control de fotoperiodo. Los jardineros de exterior trabajan con la Madre Naturaleza y cosechan con las noches largas y los días cortos de primavera y otoño.

Plantas madre y clones en crecimiento con días largos, de 18 horas, y noches cortas, de 6 horas. 
Una vez que el sexo de una planta está determinado, puede convertirse en una madre, un clon o un macho de crianza, y puede ser cosechada o incluso revegetada (véase “Revegetación” en el capítulo 5).

Nota: Las plantas muestran “preflores” tempranas masculinas o femeninas alrededor de la cuarta semana de crecimiento vegetativo. Véase “Prefloración” en el capítulo 8, Floración.

El trasplante, la poda, el doblado y el enmallado se inician cuando las plantas están en fase de crecimiento vegetativo. A continuación, se incluye información sobre estas prácticas. 

 

Trasplante

Los clones están listos para trasplantar cuando comienza a haber crecimiento verde nuevo.

Antes de que los clones estén listos para ser trasplantados, han de crecer unas buenas raíces fuertes.
Cuando las plantas se hacen demasiado grandes para sus contenedores, hay que trasplantarlas para que se mantenga el crecimiento rápido. Los sistemas de raíces que están apretados e inhibidos dan lugar a plantas enfermizas y atrofiadas. Los síntomas de que las plantas tienen las raíces constreñidas incluyen un crecimiento débil y lento. Las plantas cuyas raíces están severamente constreñidas tienden a crecer en vertical con ramas que se estiran concienzudamente, rebasando los bordes del contenedor. Cuando se observan estos síntomas, la planta está constreñida. Para comprobar el estado de las raíces, saca la planta de su maceta para ver si las raíces están apiñadas en la base o haciendo círculos por los lados de la maceta.  

Los clones de este jardín perfecto de Trichome Technologies resultan fáciles de cuidar.
Cuando se cultivan plantas pequeñas que pueden regarse a diario y alcanzar la madurez completa en 70-90 días desde clones o plántulas, no hacen falta contenedores de más de 11-19 litros. Las plantas de mayor tamaño y las plantas necesitan macetas grandes si van a mantenerse más de tres meses.

Una larga fase de crecimiento vegetativo permite que las plantas se hagan lo bastante grandes como para desarrollar una cantidad abundante de cogollos florales.
En exterior y en invernadero, las plantas pueden hacerse mucho más grandes que en interior. Los contenedores deberían ser tan grandes como sea posible para acomodar una gran masa de raíces. Las plantas que producen 4,5 kilos de cogollos de cannabis médico suelen cultivarse en contenedores de 750-1900 litros. 

 

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