Escoge la luz adecuada para tu indoor

Elizabeth Erhardt
05 Sep 2022

La iluminación artificial es el área del cultivo de interior en la que se está produciendo un desarrollo más rápido y dinámico. Hasta hace una década, las lámparas de sodio y de halogenuros metalizados dominaban el mercado. En aquel momento, los módulos LED acababan de llegar al mercado, y la gran mayoría de los cultivadores tenían dudas sobre si serían adecuados para cultivar plantas. Hoy en día, puedes escoger entre un amplio rango de opciones que incluyen ambas tecnologías. En este nuevo artículo vas a descubrir qué tecnología es la más adecuada para ti y cómo tomar la decisión correcta.


Artículo escrito por Mr. José / info@mrjose.eu

¿Por qué se necesitan luces especiales par cultivar cannabis?

Hay dos razones básicas. El Cannabis necesita iluminación de alta intensidad (veremos esto con mayor detalle más adelante) y, también, lámparas diferentes a las que la gente usa normalmente, ya que el ojo humano percibe la luz de modo bastante distinto a las plantas. Lo que es especialmente importante es la necesidad de que el espectro de la luz tenga una composición distinta, cuando queremos inducir una floración potente.

 

¿Qué significa realmente la palabra luz?

La luz es una parte de la radiación electromagnética con una longitud de onda determinada. Las ondas de la radiación electromagnética son como las olas del mar, la distancia entre una ola y la siguiente es lo que llamamos longitud de onda. Las radiaciones con longitudes de onda más cortas incluyen los rayos gamma o los rayos X, mientras que las longitudes de onda más largas son las ondas de radio. En un lugar intermedio entre esos dos extremos, se encuentran las radiaciones con una longitud de onda entre 400 y 750 nanómetros, constituyen lo que denominamos "luz visible". Las plantas perciben y responden activamente a las radiaciones electromagnéticas que se encuentran en el rango entre 300 y 800 nm, pero sabemos que utilizan para la fotosíntesis el rango entre 400 y 700 nm. El rango de 300 a 800 nm se suele denominar radiación fotobiológicamente activa o PBAR, por sus siglas en inglés. Algunas fuentes sugieren que la PBAR comienza en 280 nm. A pesar del hecho de que parece haber una superposición significativa entre la luz visible y la radiación fotosintéticamente activa, la principal diferencia es que las plantas son más sensibles a ciertas zonas de este rango que el ojo humano. Esto puede demostrarse fácilmente, por ejemplo, con el color verde. En esa zona concreta del espectro las plantas son muy poco sensibles (reflejan la mayor parte del color verde) mientras que nosotros, los humanos, lo vemos muy bien.

Por otro lado, somos menos sensibles, por ejemplo, a la radiación roja de onda larga. En la práctica, esto significa que, si ponemos las plantas bajo las lámparas que usamos normalmente en las casas, crecerán, pero serán débiles y la cosecha, si llega, será muy escasa. Hoy en día, los fabricantes de luces para el cultivo de cannabis tienen distintas actitudes. Algunos se enfocan en espectros completos para imitar la luz solar tanto como sea posible. Otros se concentran sólo en el espectro rojo/azul, que es el rango de la luz al que las plantas son más sensibles fotosintéticamente. En ambos casos, los fabricantes intentan ampliar la radiación hacia el área de la luz UV-B que ayuda a aumentar la producción de resina y hacia las ondas largas del rojo lejano, que tiene un efecto sobre el inicio de la floración y el alargamiento de las zonas sombreadas de las plantas.

 

¿Puedo cultivar con luces de baja intensidad?

Si, por supuesto que puedes, pero no esperes grandes cosechas y buena calidad, ya que las plantas de Cannabis necesitan una alta intensidad lumínica para producir cosechas importantes y flores compactas. Con un PPFD (densidad de flujo de fotones fotosintéticos) de 400-600 μmol/m2s se pueden cultivar correctamente tomates durante la floración y la maduración pero, para lograr una cosecha de Cannabis de buena calidad, es necesario disponer de 700 a 1100 μmol/m2s, casi el doble que para los tomates. Sin embargo, hay muchos cultivadores, sobre todo cultivadores domésticos, que crecen sus plantas bajo luces de baja intensidad. Las razones varían: Puede que tengan muy poco espacio donde cultivar o no sean capaces de enfriar el área eficazmente, o quieran gastar la mínima cantidad posible de dinero. Para estas situaciones, las lámparas fluorescentes de baja presión y base de mercurio, conocidas como CFLs, o los módulos LED menos potentes son las opciones más adecuadas. Las lámparas CFL pueden comprarse por tan solo 40€. Personalmente no me gusta esta forma de cultivar, en mi opinión sólo sirve como solución de emergencia para entusiastas, ya que no es eficiente en relación al coste.

 

Lámparas de descarga de alta intensidad (HID)

Hasta el día de hoy, este tipo de iluminación es la elección preferida por los cultivadores de interior alrededor del mundo. Este grupo incluye las lámparas de sodio de alta presión (HPS), las lámparas de halogenuros metalizados (MH), las lámparas cerámicas de halogenuros metalizados (CMH) y las lámparas de plasma. Su enorme ventaja es la gran potencia, la intensidad de luz y, en mi opinión, su amplio rango de precios. El kit más barato de reflector y lámpara de sodio (600W) con sus accesorios puede comprarse por unos 120€. Los mejores modelos de 600W con balastro electrónico y control de potencia cuestan entre 500 y 600€. Las lámparas de plasma son ligeramente más caras, pero pueden emitir una mayor proporción de radiación UV-A y UV-B, que estimula a las plantas a producir más resina y también las protege frente a muchas enfermedades fúngicas. Las lámparas de plasma son muy prácticas como iluminación suplementaria a otros tipos de lámparas HID y también para los módulos LED.

Los fans de las lámparas HID suelen destacar el hecho de que emiten calor radiante además de luz, por lo que imitan perfectamente la radiación solar. Tienen razón, puesto que otros tipos de fuentes de luz no producen calor radiante. Además, las lámparas HID están disponibles en muchas variantes con diferentes curvas de espectro lumínico. Con otras tecnologías no es tan fácil imitar al sol, una fuente natural de calor y radiación fotosintéticamente activa. Pero toda historia tiene dos lados, y la emisión de calor es realmente la razón más importante por la que muchos cultivadores abandonan el cultivo con lámparas HID. ¿Por qué? La eficiencia a la hora de convertir electricidad en luz es mucho menor que la de la segunda tecnología más habitual hoy en día, los sistemas de iluminación LED. De hecho, a menudo sucede con las lámparas HID que la cantidad de calor emitido es mayor de lo que se necesita, especialmente en cultivos puramente de interior sin acceso a luz solar. Esto significa que no sólo se convierte directamente en calor indeseado parte de la energía utilizada por las lámparas, si no que además hay que dedicar más energía a enfriar la zona de cultivo (que se calienta más de lo necesario debido a las lámparas HID).

¿Quién puede beneficiarse de utilizar lámparas HID? Cualquiera que pueda usarlas sin tener que ajustar el clima, es decir, la humedad relativa y la temperatura, del cuarto de cultivo. En regiones con un largo verano y temperaturas que superan habitualmente los 25ºC, siempre resultará más caro enfriar un cuarto de cultivo de interior equipado con lámparas HID que usar tecnología LED. Bajo esas condiciones, los LED siempre serán la opción preferida en cuanto a la eficiencia energética general.

Por otro lado, en lugares de veranos cortos y temperaturas bajas, enfriar una habitación de cultivo puede ser más fácil y el bajo precio de las lámparas HID puede tener sentido por economía. En cualquier caso, sólo a corto plazo, pues la vida media de los módulos LED de buena calidad es mucho más larga que la de las lámparas HID. En ambientes fríos, las HID siempre pueden ser una solución excelente pues si se usan otras tecnologías de iluminación la habitación de cultivo deberá ser calentada por otros medios.

 

Módulos LED

No hay duda de que la tecnología LED es una buena solución para el cultivo de Cannabis. Las lámparas HPS siguen siendo una gran elección para los cultivadores de Cannabis. Hoy las luces LED son adecuadas para casi todo el mundo. Esta tecnología está en camino de convertirse en el sistema dominante entre los cultivadores, tal y como lo ha hecho en el sector de la iluminación convencional.

Los LED tienen dos ventajas enormes: ahorran alrededor del 30 por ciento de la energía comparados con las lámparas HID, y tienen una vida útil incomparablemente más larga. Mientras que las lámparas HID duran en buen estado entre 10.000 y 20.000 horas, los módulos LED pueden aguantar 50.000 horas, incluso hasta 90.000 horas según el tipo de lámpara. En un típico cuarto de cultivo de interior, las luces permanecen encendidas unas 5.000 horas al año. Además, las luces LED emiten una cantidad de calor significativamente menor y son mucho más asequibles que en el pasado, cuando para reemplazar una lámpara HID por LED había que gastar diez veces más. Siguen produciendo algo de calor en el cuarto de cultivo, ya que incluso los diodos semiconductores se calientan cuando están funcionando, pero muchísimo menos de lo que se calienta una lámpara HID. La temperatura de los LED se debe mantener lo más baja posible para que funcionen bien y con buena eficiencia.

La tecnología LED ofrece un espectro muy variable que puede cambiarse durante el cultivo. Para explicarlo de forma sencilla, una vez que el sistema de iluminación está montado con LED de diferentes colores, es posible cambiar el espectro lumínico a lo largo del ciclo de vida de las plantas para, por ejemplo, aumentar la proporción de rojo durante la fase de floración o, al contrario, más azul durante el crecimiento. Hay muchas variaciones disponibles.

Hay un número enorme de módulos LED en el mercado, y sus precios varían ampliamente. Una regla básica: los LED de calidad no son baratos. Cuando los fabricantes de LED quieren ahorrar dinero tienen varias opciones. Los fabricantes de chips, tanto OSRAM, como Samsung, Cree o Seoul producen chips de mayor y menor calidad con mayor o menor producción de luz, respectivamente.

La fabricación de semiconductores no permite un control total, por lo que hay diferencias en la producción. Cada fabricante ofrece diferentes niveles de calidad de cada tipo de diodo. Puedes llegar a pagar tres veces más por los diodos de alta calidad que por los de menor calidad. También puedes usar voltajes más altos y obtener más luz con menos diodos pero, en ese caso, la vida útil desciende significativamente y puede ser incluso más baja que con las lámparas HID. Por tanto, pueden presentarte muchas diferencias de calidad en los LED, elige siempre marcas de confianza y a poder ser fabricadas en España, como BioLED o Photosystem.

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Elizabeth Erhardt