La iluminación en el cultivo de marihuana

El recurso más preciado del cultivo indoor es por muchas razones la luz. La luz es la energía que utiliza la planta para fabricar cannabinoides. Con la máxima cantidad de luz y con el ambiente óptimo para su desarrollo, la planta podrá sacar la mejor calidad y producción posibles, el objetivo principal de todo cannabicultor. Ahora que conocemos la importancia de la luz en nuestro cultivo de interior, veamos cómo elegir la adecuada para el nuestro.

Aplicaciones de la iluminación en el cultivo de interior

Lo primero que tenemos que saber para elegir un kit de iluminación adecuado para nuestro cultivo es que la luz para el cultivo no es una sola, hay varios tipos para distintos usos. Entonces, debes saber en qué situaciones podrás usar el kit de tu cultivo. El mercado ofrece luces específicas para:

• Germinación y/o esquejes
• Etapa de crecimiento
• Mantenimiento de plantas madres
• Etapa de floración
• Radiación UV para aumentar la producción de cannabinoides
• Apoyo de cultivo exterior
• Ver en el cultivo en la fase de oscuridad

Ahora que sabemos más sobre las aplicaciones de la iluminación en el cultivo de interior, veamos cuáles son los componentes de un kit de iluminación para poder elegir el adecuado.

¿Qué incluye un kit de iluminación?

Bombilla

La bombilla es el corazón del kit de iluminación. Es lo que va a determinar la calidad de la cosecha en gran medida, así que prestemos atención.

• Alta Presión de Sodio (HPS). Son las más comunes y económicas. Las hay para floración o para floración y crecimiento, pero en general da mejor resultado utilizar la de floración y otra para crecimiento de HM. Hay de 250W, de 400W y de 600W, por lo que el consumo eléctrico es su gran desventaja.
• Bombillas de Alta  Presión de Sodio Double Ended (HPS-DE). Son bombillas que tienen un espectro lumínico más amplio y tienen más durabilidad respecto a las HPS. Están disponibles para crecimiento y floración. Normalmente se encuentran a 1000W por lo que son más adecuadas para cultivos de mínimo unas 8 plantas que para uno de un metro cuadrado.
• Halogenuros Metálicos (HM). Estas bombillas sólo son adecuadas para la etapa de crecimiento. Se puede complementar con una bombilla de HPS para floración.
• Bajo consumo fluorescente compacto (CFL). Son lámparas que se utilizan principalmente de apoyo. Para utilizar en los días nublados del cultivo de temporada o para mantener un crecimiento sin apuros. Lo mejor es que como su nombre indica consumen muy poca electricidad. No esperes sacar lo máximo de tu floración con este tipo de bombillas. 
• Inducción Magnética (IM). Es una tecnología relativamente nueva en el mundo del cultivo indoor de marihuana. Se conoce que tiene un consumo muy bajo y que prácticamente no emite calor, pero que aún no se consiguen rendimientos muy significativos en todas las etapas del cultivo. Por lo que se sugiere que es una luminaria más adecuada para germinación, esquejes, mantener madres o utilizar en crecimiento, pero se necesita apoyar con otra luminaria en floración para obtener el máximo rendimiento del cultivo. Aún así puede que esta tecnología avance y mejore los rendimientos.
• LED. No es la opción más económica ya que los equipos son más caros que los de sodio y los de HM. La gran ventaja que proponen es su bajo consumo, su alta durabilidad y sus resultados son bastante prometedores. Para pequeños cultivos o cultivos que pueden permitirse una gran inversión es una buena opción.
• LEC. Es una opción que compensa las ventajas y desventajas de las otras. Tiene un consumo que llega casi a la mitad que el de sodio y HM, tiene un espectro amplio como el HPS-DE y si bien no con tanto éxito, pero emiten poco calor como las lámparas LED.
• Luz nocturna. La luz nocturna es una luz verde que no estresa a las plantas durante la noche y permite ver para efectuar alguna labor. Es una luz que se utiliza como accesorio y es una excelente opción para poder realizar una tarea en la oscuridad. Puede que no sea necesario para tí, pero es un complemento que nunca está de más en un cuarto de cultivo.

Balastro

Hay algunas bombillas que requieren el uso de un balastro. Las bombillas de sodio, de halogenuros y las LEC son ejemplos de estos casos. El balastro le provee a la bombilla la energía que necesita para funcionar. Por eso, necesitamos un balastro de la potencia adecuada de nuestra bombilla en nuestro cultivo de interior.

Encontraremos balastros de 100W, 125W, 250W, 400W, 600W y 1000W. También los hay regulables que son una excelente opción. Hay dos tipos de balastros: magnéticos y electrónicos.

Los balastros magnéticos salieron al mercado antes que los electrónicos y son muy económicos. La desventaja es que son pesados y emite calor. Vale la pena sin duda invertir en uno electrónico.

Por otro lado el balastro electrónico es un poco más caro pero es más liviano, silencioso y emite menos calor. La gran ventaja es que la luz no parpadea al funcionar, sino que es continua. Esto permite que la planta reciba más luz y sea más productiva.

Reflector

Hay varios tipos distintos de reflectores para elegir en función de nuestras necesidades. Los reflectores permiten aprovechar al máximo la luz de la bombilla. Lo principal a tener en cuenta cuando elegimos un reflector es la superficie que queremos iluminar. A partir de ahí nos convendrá elegir un reflector más cerrado para espacios que acumulan calor como alguno con cooltube, o uno para un espacio más amplio como un parabolic. Quizá lo más conveniente para nosotros sea elegir uno regulable como el mantis o el adjust-a-wing.

Parámetros a tener en cuenta

¿Qué parámetros podemos tener para evaluar la eficiencia de los equipos de iluminación en el cultivo de marihuana? Para decidir qué kit de iluminación es mejor para nuestro cultivo podemos considerar los siguientes valores:

• El potencial eléctrico expresado en voltios. De esta forma haremos coincidir el kit de iluminación con la compatibilidad de nuestra instalación eléctrica.
• La corriente eléctrica medida en amperios.
• La potencia eléctrica expresada en vatios. Generalmente se encuentran disponibles desde los 250W hasta los 1000W.
• El consumo eléctrico en kWh. Nos permite calcular el gasto del consumo eléctrico.
• La temperatura del color en K. Con este dato podemos adaptar el espectro de la longitud de onda de la luz a la etapa o al tipo de cultivo que necesitemos. Así impulsar el desarrollo radicular, foliar o la producción de brotes o resina según corresponda.
• El flujo luminoso en lúmenes. Este valor hace referencia a la luz que emite una fuente.
• La iluminancia en lux. Indica la cantidad de luz que llega a una superficie.
• El Flujo de Fotones Fotosintéticos (PPF) en μmol/s. Este parámetro mide la luz que viene de una fuente determinada.
• La Radiación Fotosintéticamente Activa (PAR) expresada en micromoles de fotones/m2/s. Hace referencia a la cantidad de luz que puede aprovechar la planta.
• La Densidad de Flujo Fotosintético de Fotones o PPFD. Indica los fotones que llegan a la planta. Según un artículo del blog de Humboldt Seeds es recomendable buscar valores de PPFD de más de 500μmol/(m2s). El valor de PPFD se obtiene dividiendo el PPF por el área en m2.
• La Luz Diurna Integral DLI. Mide la cantidad de luz que recibe la planta durante el fotoperiodo. Se expresa en moles por m2 por día (mol/m2/d).
• La relación gramo / vatio. Hace referencia al rendimiento y productividad de la cosecha.
• Las horas de uso. Este valor indica la durabilidad de la bombilla.
• Índice de reflexión del reflector. Buscamos que sea lo más cercano al 100% para aprovechar la luz al máximo.

Ya tenemos suficiente información para ir en busca del mejor kit de iluminación para nuestro cultivo indoor. Solo queda seguir cultivando para sacarle provecho a estas herramientas que nos dan la energía para cultivar en interior, y seguir apoyando a la innovación del sector cannábico. 

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