Cultivar marihuana en la ciudad
Cinco aspectos a tener en cuenta para cosechar sin sobresaltos
Cinco aspectos a tener en cuenta para cosechar sin sobresaltos
Las plantas de marihuana son muy delicadas. Todo aquel que haya entrado alguna vez en la experiencia del cultivo sabe que su cuidado requiere tiempo y dedicación. Ahora que llega la temporada de exterior, son muchas las personas que deciden poner un par de plantitas en su balcón para poder autoabastecerse. Pero los cultivos urbanos suelen ir acompañados de una serie de dificultades que hay que saber esquivar si se quieren obtener buenos resultados.
1º La luz nocturna. Ya sabéis aquel dicho de ''las grandes ciudades nunca duermen...''. Bien, pues nuestra planta SÍ que necesita sus horas de sueño. Si vives en un piso no muy alto, como por ejemplo en un segundo, es muy probable que la luz de las farolas afecte al normal desarrollo de tus plantas. Si llega la temporada de floración de tu pequeña y ves que aun no ha empezado a desarrollar los primeros pistilos, es hora de actuar. Si la mata no es de un tamaño considerable, puedes probar a meterla dentro de casa cuando haya cumplido las 12 horas de sol, o esconderla en un lugar donde no esté expuesta a este factor. Otra solución es tapar a la planta pasado este tiempo con alguna manta fina, red, o cualquier otro material transpirable (ni se os ocurra taparla con una bolsa de basura) que la proteja de la luz exterior. Recuerda que tienes que repetir esta acción diariamente hasta el día de la cosecha, sino la planta se estresará y posiblemente no disfrutes de todo su potencial. Si eres un poco perezoso o no te quieres comer demasiado el coco, opta por plantar variedades autoflorecientes, que no dependen del fotoperiodo para florecer.
2º La flora urbana. Obviamente, nuestra marihuana no es el único vegetal que reside en la urbe, sino que existen una gran variedad de arbustos, plantas y árboles que podemos encontrarnos en cada rincón de nuestro barrio. Éstos suelen ir acompañados de una gran cantidad de bichos que pueden, literalmente, comerse a nuestra planta. Otra vez nos encontramos con el problema de vivir en uno de los primeros pisos, ya que probablemente tengamos a los típicos árboles decorativos rozando la barandilla de nuestro balcón. Los árboles cítricos como pueden ser los naranjos atraen a la fastidiosa mosca blanca, fácilmente contagiable. Antes de echar mano de pesticidas químicos, prueba a espolvorear tus plantas con agua y un poco de jabón potásico. Este jabón se puede encontrar en el supermercado, es la típica pastilla blanca que utilizaban nuestras abuelas para lavar la ropa. La mezcla las mantendrá libres de plagas siempre y cuando no tengan una gran cantidad de bichos. Para prevenir su llegada, también puedes mezclar todo lo picante que tengas por casa (guindillas, pimienta, ajo...) con agua y espolvorear cada dos o tres días. Aunque este método no es del todo efectivo cuando la plaga ya está desarrollada.
3º La fauna urbana. Para los cultivadores que tenéis mascotas en casa, estad atentos y vigilarlas, pues no sería la primera vez que un animal le coge demasiado cariño a una planta y se la acaba comiendo. Si tus macetas están en el suelo o en un lugar fácilmente alcanzable, acuérdate de protegerlas adecuadamente. A los gatos les suele dar por comerse las hojas de la planta y arañar el tallo, por lo que pueden llegar a partirlo. En el caso de los perros, es muy común que les de por rascar la tierra, lo que es peligroso para las raíces, y si tu planta aun está en las primeras semanas de vida, es posible que la entierre y la mate. Por otro lado, es recomendable que utilices una redecilla para protegerlas de los pájaros cuando aun sean pequeñas, porque sino un día saldrás a hacerles una visita y te encontrarás con las macetas vacías.
4º Los ladrones. Sí, a todos nos gusta observar orgullosos como nuestros cogollos están apunto de alcanzar el clímax. Cuando se acerca el momento de la cosecha, contamos las horas para poder cortar la planta y comenzar con la etapa de secado y manicurado de nuestros ''frutos''. Pero una planta en un balcón es como un caramelo en la puerta de un colegio, resulta bastante apetecible. Hay mucho ladrón de maría suelto por la ciudad, así que si crees que tu balcón es de fácil acceso para los cacos, asegúrate de que tu planta se encuentra protegida de posibles hurtos. A todos nos da rabia ver como otra persona se lleva el premio de meses de esfuerzo e inversión. Y nos da más recelo aun cuando nos cortan la planta y ésta ni si quiera estaba aun preparada para su recolección.
5º La ley. Aunque nos pese, en España seguimos teniendo unas leyes restrictivas y un tanto confusas en lo relacionado con la tenencia y consumo de cannabis. Si algún vecino te denuncia y eres llevado a los tribunales, lo único que te puede salvar de una sanción es demostrar que lo que cultivas es para consumo propio y no para tráfico de drogas. Si en tu casa dispones de objetos sospechosos tales como chivatos, básculas, hojas con anotaciones, etc es muy posible que te culpen de traficante. El juez es el que debe decidir a que bando perteneces, así que si vas a cultivar y no quieres meterte en líos, será mejor que realmente tus intenciones no estén relacionadas con el mercado negro. Si algún día la policía llama a la puerta de tu casa y te pide acceder al interior, exígeles una orden judicial. Y si vives en un piso elevado, ten cuidado con los helicópteros que suelen merodear por el cielo. Por último, fíjate en que los vecinos de tu alrededor no tengan alma de chivato, pues esto te podría ocasionar muchos problemas. En mi caso, mi edificio siempre huele a aroma cannábico y eso que yo nunca fumo en el interior de la vivienda, así que puedo considerar que mi comunidad es bastante enrollada y que no voy a tener problemas para cultivar mi pequeña dosis de felicidad.
J.Vega
E
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