Creatividad en el manejo del fotoperiodo
La marihuana es una planta dependiente del fotoperiodo, su estado natural es crecer con los largos días de la primavera, la llegada de San Juan y el solsticio de verano, marca el momento en que los días empiezan a decrecer, lo que funciona como señal de floración para las plantas.
La marihuana es una planta dependiente del fotoperiodo, su estado natural es crecer con los largos días de la primavera, la llegada de San Juan y el solsticio de verano, marca el momento en que los días empiezan a decrecer, lo que funciona como señal de floración para las plantas.
La marihuana es una planta dependiente del fotoperiodo, su estado natural es crecer con los largos días de la primavera, la llegada de San Juan y el solsticio de verano, marca el momento en que los días empiezan a decrecer, lo que funciona como señal de floración para las plantas.
Por estos motivos se aconseja no germinar demasiado temprano, ya que precipitarse a germinar antes de tiempo hace que las plantas empiecen una falsa floración durante los días más lluviosos de la primavera, luego, con la llegada de los días largos vuelven al crecimiento, lo que supone un estres añadido para la planta.
El esqueje imaginario
Supongamos un esqueje imaginario de una variedad cualquiera, la famosa Hindu Kush, por ejemplo. Podrían cultivarse en tierra madres diferentes esquejes de la misma progenitora, a mediados de mayo y junio, incluso a principios de julio y agosto. A pesar de haber salido al exterior en distintos momentos, todos los esquejes tenderán a florecer a finales de septiembre, ya que los días cortos son señal de floración para todas por igual. La diferencia entre todos estos esquejes vendrá en el tamaño, puesto que el periodo de crecimiento ha sido distinto.
La Hindu Kush es una planta poco productiva, por lo que las cantidades que vamos a dar son suposiciones generosas. El esqueje sacado al exterior a principios de mayo tiene bastante tiempo de crecimiento, por lo que si recibe buenos cuidados y mucho sol hará una planta muy frondosa, de la que podrá cosechar en torno a 700 gramos de cogollo seco. La que llega al exterior a principios de junio todavía tiene de tiempo de hacer una planta bastante grande, incluso de llegar al medio kilo de peso con suerte. La plantada a principios de julio ya será una planta de tamaño mediano, en torno a los 400 gramos. Respecto a la plantada a principios de octubre, crecería y florecería a la vez, por lo que el tamaño alcanzado no sería muy grande, en torno a unos 80 gramos. Como ocuparán poco se pueden sacar muchas plantitas y hacer un S.O.G de exterior.
Como ejemplo el invernadero de las fotos de este artículo, donde hay cuatro bancales de unos 6 metros cuadrados cada uno. Las dos plantas del fondo llegaron en torno a finales de mayo, rindieron en torno al kilo. En primer termino a la izquierda hay una planta que salió a finales de junio y rindió sobre 600 gramos. En primer termino a la derecha hay un SOG que se plantaron los esquejes a finales de julio y rindieron entre todos, también sobre 600 gramos.
La poda de los plantones sacados en mayo y junio, nos permite obtener nuevos esquejes, solo hay que enraizar estas ramitas, ya que el fotoperiodo solar en estos meses es ideal para el crecimiento. De esta forma con un solo esqueje sacado en mayo, podríamos ir obteniendo nueva tropa en los siguientes meses. Otro interesante truco es quitar a la planta horas de luz para adelantar la floración, si se mantiene la constancia diaria es posible conseguir cosechas forzadas de primavera o de verano.
A finales de septiembre ya estaban listas para la cosecha, al mismo tiempo que sus hermanas mayores |
Esqueje imaginario y fluorescente
Estas serían algunas de las posibilidades del esqueje imaginario, solo con el empleo de la luz solar. Imaginemos ahora que añadimos al conjunto un fluorescente compacto. Se trata de una fuente de luz sencilla, de bajo consumo y precio de compra barato, pero puede dar mucho juego. En primer lugar permite mantener madres y esquejes en interior, lo que es una ventaja indudable para conservar las genéticas.
Para mantener la genética también está la posibilidad de la revegetación, es decir cuando se ha cosechado una planta en exterior, se dejan algunas ramas bajas, se pasa la planta a interior y se le da un ciclo de luz de crecimiento, poco a poco la planta retornará a la vida.
Otro uso de este fluorescente compacto es complementar el fotoperiodo solar para mantener las plantas en crecimiento. Entonces podemos sacar las plantas en abril, durante el día reciben la luz del sol y por la noche se complementa con el fluorescente compacto, de forma podemos llegar a hacer plantas gigantes, una forma de controlar las plantas gigantes es el enmallado o SCROG.
Estas plantas llegaron al suelo a finales de julio, las del fondo estaban ya inmensas |
Esqueje imaginario y sodio
Ahora, al esqueje imaginario vamos a añadirle una sencilla instalación de floración, esto nos permite otro par de jugadas muy interesantes, una al principio de la temporada y otra al final.
Para conseguir una cosecha de primavera, ya hemos comentado que basta quitarles horas de luz solar a las plantas de forma metódica. Más hay otro camino. Consiste en realizar en el interior el crecimiento y las dos o tres primeras semanas de floración, de esta forma cuando las plantas salen al exterior, ya van con el proceso de floración disparado, de forma que no se detendrá y volverá al crecimiento.
Otra posibilidad llega en la época de la cosecha, cuando algunas plantas no han acabado de hacerse, pueden pasarse desde el exterior al interior, para darles el último madurado. Incluso se pueden hacer cultivos mixtos, en los que se mezcle la luz del sol y la de luminarias de interior.
Todas las plantas se cosecharon a la vez, pero tienen distintos tamaños, según cuando se plantaron |
Más variables desde semilla
Hasta el momento, al objeto de simplificar, hemos empleado en nuestros juegos imaginarios, esquejes de la misma madre, de forma que el factor planta no cambiaría, solo se alteraría la cantidad de luz recibida por la planta.
En el caso de que el cultivo sea a partir de semillas, se introducen más variables. Los esquejes son iguales que la madre de donde provienen, también en su grado de madurez, por lo que si se sacan al exterior a principios de mayo y vienen una serie de días malos, pueden ponerse a florecer, teniendo que retornar luego al crecimiento. Las semillas, en cambio, necesitan alcanzar un periodo de madurez, es decir, antes de ponerse a florecer, la plántula que sale desde semillas necesita pasar su "adolescencia", por lo que no se pondrá a florecer tan rápidamente, aunque en mayo vengan unos cuantos días malos.
Otra posibilidad es usar la floración para el sexado, es decir, se planta pronto y se permite que las plantas entren en una falsa floración. En ese momento se pueden separar los machos y las hembras.
Con un fluorescente se devuelve a las hembras identificadas al estado de crecimiento y se aprovecha para sacarles esquejes.
Por último, dado que cada variedad tiene un tiempo de floración concreto, se puede jugar con los distintos tiempos de floración de cada variedad, la idea es cosechar primero las Indicas y luego meter Sativas de floración más larga, de forma que la temporada se puede alargar uno o incluso dos meses más.
¿Te interesan estas sugerencias? Pues en el dossier que tienes a continuación te explicamos paso a paso, estas y otras posibilidades de empleo del fotoperiodo en exterior.