Cómo lograr un cannabis de élite

Elizabeth Erhardt
24 Sep 2025

Cosechar tu planta de cannabis es solo la mitad del trabajo. Para transformar esos cogollos repletos de resina en un producto final de calidad de experto, el proceso de secado y curado es fundamental. Muchos cultivadores cometen errores en esta etapa crucial, perdiendo potencia, sabor y aroma. La diferencia entre una cosecha promedio y una excepcional no es cuestión de suerte, sino de control preciso. En esta guía, te mostramos cómo usar la tecnología y la ciencia para llevar tus cogollos al siguiente nivel.


Cómo controlar la temperatura y humedad en tu secadero

El objetivo del secado es deshidratar el cogollo de manera lenta y uniforme, evitando la proliferación de moho y la degradación de terpenos y cannabinoides. Los rangos ideales son:

  • Temperatura: Entre 18°C y 20°C.
  • Humedad relativa (HR): Entre 50% y 60%.

En lugar de confiar en la intuición, un termohigrómetro digital te dará lecturas precisas. Te recomendamos usar modelos con sondas externas, que te permiten medir las condiciones exactas dentro de tu secadero sin necesidad de abrir la puerta y alterar el ambiente.

Para un control aún más exhaustivo, puedes implementar un sistema de control de clima automático. Dispositivos como un controlador de temperatura y humedad, conectados a un extractor de aire y a un deshumidificador, se encargarán de mantener el ambiente perfecto sin tu intervención constante. Esta automatización minimiza los errores en el secado del cannabis y asegura un proceso estable, clave para obtener un producto de máxima calidad.

 

Optimización del curado: La clave para el aroma y sabor

Una vez que los cogollos están secos (las ramas pequeñas se quiebran con facilidad), comienza la fase de curado. Este proceso, que puede durar semanas, es donde se descomponen la clorofila y otros compuestos, permitiendo que el perfil de terpenos del cannabis se desarrolle por completo.

El curado se realiza en botes de vidrio herméticos, pero la clave está en el control de la humedad dentro del propio bote. Aquí es donde entra en juego la tecnología:

  • Medición de la humedad en los botes: Utiliza un higrómetro digital para curado, que cabe dentro del bote. Esto te permite saber si la humedad está en el rango ideal (58% a 62%) y cuándo es el momento de abrir el bote para que se ventile.
  • Controladores de humedad para curado: Bolsitas reguladoras de humedad para curado no solo mantienen la humedad perfecta dentro del bote, sino que también ayudan a equilibrar la humedad de los cogollos, extrayendo el exceso de humedad o añadiéndola si es necesario. Su uso es esencial para un curado perfecto y para evitar el moho.

 

Evita los errores más comunes en la pos-cosecha

A menudo, los pequeños fallos son los que arruinan un proceso de meses. Evita estos errores y garantiza un cannabis de élite:

  • Secado rápido: Un secado demasiado veloz (menos de 7-10 días) deja la clorofila atrapada, resultando en un sabor a "heno" o a "verde".
  • Falta de ventilación: La mala circulación del aire es la principal causa de moho. Asegúrate de tener un ventilador en tu secadero para renovar el aire y evitar la humedad estancada.
  • Botes de curado incorrectos: Usar botes de plástico o contenedores que no sean herméticos no te permitirá controlar las condiciones, llevando a una degradación del cogollo.
  • Olvidar los cogollos: El curado no es un proceso de "mete y olvida". Debes revisar tus botes a diario al principio para liberar la humedad acumulada, y luego cada pocos días.

 

La ciencia detrás del proceso: ¿Por qué el secado lento es vital?

Más allá de la temperatura y la humedad, el secado y curado son procesos bioquímicos que definen la calidad final del cannabis. Para entender su importancia, hay que saber qué ocurre dentro de los cogollos tras la cosecha.

Después de la cosecha, la planta no muere de inmediato; sigue con una actividad metabólica interna. Durante el proceso de secado, las enzimas dentro de las células vegetales están activas y comienzan a descomponer macromoléculas como los carbohidratos, las proteínas y, crucialmente, la clorofila. Este proceso de "limpieza" es esencial para eliminar los compuestos que causan sabores y olores desagradables.

El agua es un componente vital para que estas reacciones enzimáticas se lleven a cabo. Si el agua se evapora en solo unos días (por ejemplo, con altas temperaturas o baja humedad), la actividad enzimática se detiene abruptamente. La planta se seca y se vuelve quebradiza antes de que las enzimas hayan tenido tiempo suficiente para degradar toda la clorofila residual.

El resultado es un producto final con un sabor áspero a "heno" o "hierba" y un olor menos complejo, enmascarando el verdadero perfil de terpenos. El curado lento, en cambio, permite que esta degradación continúe de forma gradual, creando un perfil de sabor más suave y matizado.

 

Dominar la pos-cosecha es lo que separa a un buen cultivador de uno excepcional. Invirtiendo en las herramientas adecuadas y comprendiendo la ciencia detrás del proceso, podrás disfrutar de un cannabis de máxima calidad en cada cosecha.

 

Bibliografia: 

Benke Kuai, Junyi Chen, Stefan Hörtensteiner, The biochemistry and molecular biology of chlorophyll breakdown, Journal of Experimental Botany, Volume 69, Issue 4, 6 February 2018, Pages 751–767, https://doi.org/10.1093/jxb/erx322

Nancy A. Eckardt, A New Chlorophyll Degradation Pathway, The Plant Cell, Volume 21, Issue 3, March 2009, Page 700, https://doi.org/10.1105/tpc.109.210313

Sylvain Aubry, Bastien Christ, Bernhard Kräutler, Enrico Martinoia, Howard Thomas, Cyril Zipfel, An evergreen mind and a heart for the colors of fall, Journal of Experimental Botany, Volume 72, Issue 13, 22 June 2021, Pages 4625–4633, https://doi.org/10.1093/jxb/erab162

 

Sigue leyendo

¿Qué es el curado y por qué es tan importante?

Curado de cannabis: guía para corregir errores

E
Elizabeth Erhardt