Autoflorecientes, la mejor opción para poco tiempo

La "Edición de Coleccionista" del banco Sweet Seeds, se presenta en un blíster con tres variedades, dos semillas de cada una. Dichas variedades se tratan de la primera generación de automáticas del banco, la Speed Devil#1, la Fast Bud#1 y la Big Devil#1. Actualmente, Sweet Seeds dispone ya de la 2º generación de estas variedades, todas ellas cruzadas con la autofloreciente de la casa. La Speed Devil se trata de una variedad cruzada entre la Red Devil y la autofloreciente de la casa, siendo la primera autofloreciente feminizada de este banco que presentan como "muestra campeona", pues ganó el pasado 2010, el primer premio de la I Copa de la Marina Baixa (Alicante). A decir verdad, coincidimos en que esta variedad se trata de una campeona, no solo por sus títulos, sino también fue nuestra favorita comparada con las otras dos, tanto en producción de THC, como en aroma. Según su ficha oficial, la Speed Devil tiene un aroma almizclado y tonos a levadura y queso, lo cual a nosotros nos recuerda más a aromas más dulces acercándose a la fresa, al igual que la Red Devil y otros muchos cruces realizados con esta variedad, como la Red Warlock.

En cuanto a la Fast Bud, se trata de un cruce entre la Big Bud y la autofloreciente de la casa, presentada como "la más rápida" y volvemos a estar de acuerdo con Sweet Seeds, pues esta variedad fue la primera en soltar los primeros pistilos blancos. Aun así, nos ha resultado la variedad más complicada, en el sentido que las otras dos eran mucho más agradecidas, es decir, que con las mismas condiciones dadas a todas por igual, la Speed Devil no ha respondido como las otras y su producción ha sido la más escasa, aunque unos cogollos compactos aferrados al tronco con un curioso aroma a la clásica yerba de exterior, por lo que es muy recomendable su curado en madera de cedro.

Por último, y no por ello menos importante, la Big Devil, sin duda alguna "la más grande", como dicta su título. Se trata de un cruce de las otras dos Autoflorecientes entre sí. Es la que mayor altura y mayor producción ha conseguido de las tres, pudiendo alcanzar en un tiesto adecuado hasta el metro y medio de altura. Tiene un aroma muy profundo que penetra hasta el fondo de las fosas nasales, recordando a incienso y sobre todo a tonos afrutados en el sentido más cítrico, como limón.

El proceso de cultivo

El cultivo al que le hemos hecho seguimiento se trata de un cultivo de exterior urbano, comenzó a mediados de Marzo y no ha finalizado hasta mediados de junio, es decir las plantas han estado tres meses en maceta. La gran mayoría de las genéticas automáticas terminan su ciclo en dos meses, aunque vemos indudablemente que son plantas idóneas para los dos meses de verano, julio y agosto. Las plantas, digamos que se han comido las ultimas heladas y tormentas, mas varios días de oscuridad en los que no salía el sol, por lo que su ciclo se ha extendido un mes más. Aun así, las plantas han respondido muy bien, para las duras condiciones en las que estaban.

Su germinación fue en agua durante 48 horas, tras esto, colocamos cada semilla en un jiffy. En el jiffy estuvieron casi diez días más antes de pasarlos a la tierra, de hecho, ya se veía como la raíz escapaba por una de las rendijas del jiffy hacia abajo, en busca del agua del fondo del vasito en el que estaba colocado. El sustrato que se ha usado durante todo el proceso de cultivo es tierra de María Green, así que con eso se rellenaron las primeras macetas de dos litros con los jiffy dentro y las plántulas sobresaliendo. Se le hizo en el trasplante el primer abonado. Durante las tres primeras semanas, se les ha estado abonando con Atami Organics Growth-C, para fomentar el enraizamiento y el crecimiento antes de que se pusiese a florar, pues están variedades empiezan a florar muy rápido. Lo normal es que las automáticas empiecen a echar pelitos y a decantarse a las tres o cuatro semanas. En cuanto al Growth-C de Atami, se trata de un buen abono orgánico que se presenta de forma líquida. Contienen un PNK de 3-3-5 y su dosificación es entre 30 y 50 ml de abono por diez litro de agua. El abonado de crecimiento fue uno por semana, con 10 ml de abono en dos litros de agua, con un riego sólo con agua intercalado entre cada riego con abono.

Casi a finales de abril, 4 semanas después de que germinasen las semillas, se tratan ya de pequeñas plantas de buen ver, a las que se les pueden vislumbrar una fina capa de pelitos blancos que las cubre y pistilos largos que salen de las esquinas de las ramas. Las plantas ya estaban florando. En ese momento se trasladaron las pequeñas plantas a macetas más grandes de cuatro litros y medio. Aunque lo idóneo sería colocar las plantas en tiestos más grandes aun, como de 7 litros por ejemplo, el ventanal en el que descansaban las macetas no permitía colocar ninguna más grande. Aun así, las plantas se adaptaron perfectamente a su medio y rindieron homenaje a sus cuidadores con olorosos y cristalinos cogollos. El abonado durante el periodo de floración se realizó con la marca B.A.C. A partir de la quinta semana hasta dos semanas antes de finalizar el cultivo, se abonó con Organics Bloom Nutrient, el abono de floración de B.A.C. contiene un PNK de 6-5-6.

A pesar de que la recomendación del fabricante es dejar de abonar una semana antes de cortar las plantas, se decidieron por dejarlas una semana más sin abonar para poder hacer más lavados de raíces. La dosificación fue entre 20 y 30 ml de abono por 10 litros de agua, o lo que también es, 10ml de abono por dos litros de agua. Entre abonado y abonado cada semana, se ha regado sólo con agua y las dos últimas semanas solamente lavados de raíces en la bañera.

En esas dos últimas semanas, las macetas eran colocadas 2 veces por semana en la bañera y se las regaba hasta inundar el tiesto. El agua que salía drenándose por debajo de este era limpia. Al fin y al cabo, tras tres meses de expectativas, se cortan los tallos y a colgar boca abajo durante una semana y media más en un armario empotrado de madera. Durante todo el proceso de cultivo, las plantas recibieron las mismas horas de luz, de ocho de la mañana a tres de la tarde (7 horas de luz directa) y recibieron las mismas cantidades de abono, cuidados y cariño. Aun así, cada variedad ha mostrado su personalidad diferenciada. El resultado, unos cogollos de plantas orgánicas en un tiempo y fecha record, comparado con las semillas convencionales.

Otra receta para el mismo cogollo

Tuvimos la oportunidad de comparar una de las variedades del cultivo al que hacíamos seguimiento, con otro cultivo que se colocaba en las mismas fechas pero en condiciones muy diferentes. La variedad en cuestión se trata de la Big Devil, hibrida entre la Speed Devil y la Fast Bud.

Podemos ver las diferencias entre un cultivo y otro sobre todo en el volumen y tamaño de las plantas, debido a que la receta para estos cogollos ha sido muy diferente. Inicialmente se colocaron cinco Big Devil a partir de semillas, junto con otras tres Maxi Gom Automáticas. Las semillas fueron germinadas en algodón, un método no del todo recomendable, pero que tampoco salió mal. Una vez germinadas las semillas, se plantaron en macetas de 20 litros rellenas de Canna Terra Profesional. Este sustrato fue elegido para el cultivo tanto por su calidad como por el aporte de nutrientes que contiene gracias a la mezcla de tierra, abono orgánico y perlita. Al colocar las plántulas en una tierra con suficientes nutrientes ya de por sí, no se abonó durante los 20 días de crecimiento.

Con el comienzo de la floración, como abonado tan sólo se procedió a la aplicación por riego de Bloombastic de Atami, 0,5 ml de compuesto por litro de agua una vez a la semana. Este estimulador se trata de uno de los más famosos y efectivos del mercado, resultado de una mezcla de bio-minerales y bio-estimulantes que hacen aumentar los azucares de las plantas, dando como resultado un aumento brutal de los cogollos con gran robustez y un regusto de olor dulzón muy propio del producto. El resto de días se regaba la planta con aceita de neem diluido en agua. Dos cosas que aclarar, la primera que el aceite de neem es básicamente con un fin preventivo, por lo que si uno tiene una plaga infectando sus plantas, sería mejor recurrir a la lucha biológica; la segunda cosa es que el aceite de neem se suele aplicar cada 15 o 20 días, alrededor de 4 ml por litro de agua, pero el autocultivador anónimo de estas pequeñas, insiste en que regaba todos los días con unas gotitas de aceite. En cuanto al hecho de regar las macetas todos los días era necesario, puestos que les daba el sol de ocho de la mañana a ocho de la tarde, durante los meses de mayo y junio, es decir, un calor considerable en la tórrida capital.

Las conclusiones son obvias. Gracias al haber sido plantadas en macetas mucho más grandes, las plantas crecen a su antojo, casi sin limitaciones; dado que las plantas crecerán por lo alto todo los que puedan crecer sus raíces por debajo.

Por otro lado, todas las horas de sol que recibía, un total de 12, también ha permitido que las plantas se desarrollasen mejor, considerando que no tienen un fotoperiodo como tal, al ser autoflorecientes. Y por último el Bloombastic, que hizo de las suyas inflando los cogollos al máximo. El resultado, una gran producción en un tiempo record, un total de 56 días, con un coste mínimo y una satisfacción garantizada. Cierto es que el método no es del todo ortodoxo y tachado por muchos, sobre todo por los no partidarios del Bloombastic, ya que ha sido el único abono que se le ha aplicado a las plantas, pero con unos buenos lavados de raíces antes de cortar se podría paliar un producto tan fuerte como este.