Autoflorecientes: Lo que necesitas saber

Dossier autoflorecientes

El truco con las variedades autoflorecientes de cannabis es apreciarlas por lo que son... y no criticarlas por lo que no son. Las autoflorecientes son plantas de cannabis que han sido especialmente seleccionadas para florecer en función de su edad y no del ratio entre luz y oscuridad. Esto hace que sean especialmente adecuadas para el cultivo en exterior en el hemisferio norte. El banco de semillas con sede en Ámsterdam Paradise Seeds te ofrece una guía para obtener el máximo de las automáticas.

Autofloración: los antecedentes

La base de la autofloración se encuentra en la genética de una curiosa planta de cáñamo, Cannabis Ruderalis, que crece en las regiones por encima de los 50 grados de latitud al norte del ecuador, desde Polonia, a través de Rusia central y China. Debido al inhóspito clima, esta sorprendente planta ha evolucionado hasta ser pequeña y frondosa, con un ciclo de floración adaptado a los largos días de verano de las regiones más septentrionales del hemisferio norte. Durante muchos años su potencial fue despreciado debido a su bajo contenido en THC pero, con los avances desarrollados en las técnicas de crianza, fue posible cruzar las Ruderalis con otras genéticas más potentes, dando lugar a una nueva generación de plantas de cannabis autoflorecientes con mayor contenido de THC y mayor producción de cogollos.

¿Para qué son ideales las autoflorecientes?

Ahora, volviendo a los motivos por los que deben ser apreciadas... Aunque no son para todo el mundo, las autoflorecientes son ideales para:

• Principiantes: Los genes de Rudelaris hacen que estas plantas sean más resistentes a las enfermedades y los hongos.
• Velocidad: Crecen rápido y florecen en poco tiempo. ¡Ideales para el cultivador impaciente!
• Calidad: Con la buena genética que ofrece Paradise Seeds puedes esperar una cosecha de calidad.
• Autosuficiencia: Perfectas si estás más interesado en una cosecha personal que comercial.
• Restricciones de espacio: Su tamaño las convierte en perfectas para pequeños jardines y balcones.
• Vecinos entrometidos: Como son pequeñas resultan muy fáciles de camuflar.
• Veranos nórdicos: Afrontémoslo, antes de que aparecieran las autoflorecientes, el cultivo al norte del hemisferio norte era un auténtico inconveniente. Disfruta, las automáticas han permitido que los nórdicos tengamos una hierba que podamos considerar nuestra.

Paradise Seeds, pioneros en autoflorecientes 

Paradise Seeds fue una de las primeras empresas en sacar variedades autoflorecientes al mercado y han seguido trabajando para mejorar la calidad y la cosecha en cada nueva generación. Tienen plantas que se ajustan a cualquier paladar, con tiempos de floración de entre 60 y 75 días en interior y entre 65 y 80 días en exterior.

Desde dulces Sativas como nuestra Auto Jack (cruce entre Jack Herer y White Widow) o Auto Acid (la aproximación de Paradise a la variedad Diesel) hasta la potencia compacta de índica de Pandora (en la tradición de las afganas y de Sensi Star) y Auto White Berry (rápida de principio a fin) o las cualidades medicinales de Vertigo (muy resinosa y lista en 60 días); sin duda, en la colección de Paradise Seeds hay una automática con tu nombre.

Para obtener lo máximo de las variedades autoflorecientes de Paradise Seeds, han preparado un programa de diez pasos, diseñado para ayudarte a optimizar tu cultivo y lograr la mejor de las cosechas. Lee, aprende y disfruta.

Diez pasos para optimizar tu cultivo de autoflorecientes

1. Siembra tus autoflorecientes en el momento adecuado

La belleza de las plantas autoflorecientes de cannabis es que empezarán a florecer tras dos o tres semanas y estarán listas para la cosecha en 10-12 semanas. Esto quiere decir que el cultivador de exterior tiene la posibilidad de realizar dos o, incluso, tres cosechas en un año. Como cualquier cultivador te contará, acertar con el momento adecuado es muy importante. La guía básica de Paradise Seeds consiste en sembrar en exterior entre el 1 de mayo y el 1 de julio, y cosechar en exterior desde finales de julio hasta finales de septiembre.

Se recomienda germinar las semillas a principios de mayo y sembrarlas en exterior a mediados del mes (15 de mayo). Esta fecha coincide con el inicio de la segunda fase o fase tardía de la primavera (llamada IJsheiligen en holandés) que los jardineros consideran que empieza cuando las heladas nocturnas desaparecen. Si siembras demasiado pronto, la cosecha será prematura y más pequeña.

Siguiendo estas indicaciones tus plantas autoflorecientes se beneficiarán de la máxima cantidad posible de luz natural.

2. Asegúrale a tus plantas un buen comienzo en la vida

Cuando llegue el paquete de semillas de cannabis de Paradise Seeds, almacénalas correctamente. Sí, están selladas, pero como a cualquier semilla no les van bien las fluctuaciones en la temperatura o la alta humedad. El lugar ideal para guardarlas es un frigorífico o un armario o cajón fresco.

Cuando estés preparado para germinarlas, sigue trucos y consejos para obtener los mejores resultados (tanto en tierra como en sistemas hidropónicos). Puedes encontrarlos en la página web de Paradise Seeds.

3. Ofréceles a tus autoflorecientes unas buenas condiciones higrométricas

Se recomienda plantar las semillas directamente en la maceta en la que pasarán el resto de su vida. La sugerencia de Paradise Seeds es usar macetas de 4 a 10 litros llenas con tierra de buena calidad.

Como el contenido mineral de la tierra puede quemar las raíces, si llegan a ella demasiado pronto, haz un pequeño agujero de un par de centímetros de profundidad y rellénalo de tierra para semilleros. Pon la semilla en ella y cúbrela con una cúpula de plástico para que crear un microclima que estimule su crecimiento. La solución más simple es cortar una botella de plástico por la mitad. Usa la mitad que tiene el tapón. Desenrosca el tapón y coloca la cúpula sobre la semilla. Este sistema es ideal para que la planta crezca los primeros días, tanto en interior como en exterior. Una vez que aparezcan las primeras hojas, retira la cúpula.

4. Brindar el mejor medio de cultivo posible

En esto no valen los atajos. Tu cosecha está directamente relacionada con la calidad de la genética, el medio de cultivo, las condiciones medioambientales y, en menor grado, con la calidad de los nutrientes. El medio de cultivo debe ser lo suficientemente aireado como para asegurar un buen drenaje, así como una buena retención de agua. El pH ideal debe estar entre 5.8 y 6.5. Hay muchas tierras de calidad disponibles en las tiendas de jardinería y los growshops. No hay mucho que elegir en ellas, aunque siempre es más recomendable lo orgánico. Recuerda que lo que obtienes sale de la tierra en la que plantas.

Puedes buscar en la web distintas recetas de tierra. También puedes añadir elementos como fibra de coco, bolitas de arcilla o perlita para aumentar la aireación de la tierra y darles a las raíces más espacio para crecer.

5. El riego de las automáticas: menos es más

Una de las cosas más dañinas que les puedes hacer a las plantas es regarlas en exceso. Las raíces se ahogarán y serán incapaces de absorber nutrientes para la planta. Un error muy común entre los principiantes es pasarse con el riego. Si la planta se riega demasiado su crecimiento se detiene. A menudo, el novato ve este síntoma y decide que lo que necesita es más agua y nutrientes (que es el equivalente a mantener un rato más bajo el agua a una persona que se está ahogando).

Una solución pasa por pesar la planta cuando la maceta está seca (tras el trasplante, por ejemplo) y luego añadir entre el 5 y 10% del peso en agua para tener una referencia. Algún fabricante de macetas blandas recomienda regar las plantas con el 20% del volumen de la maceta (por ejemplo, una maceta de 11 litros requiere 2,2 litros de agua en cada riego). Si no te fías de tu técnica de riego, puedes buscar un sistema de autoriego o para monitorizar la humedad de la tierra (como Autopot o Blumat).

Es importante que las raíces pasen por periodos de relativa sequedad antes de recibir un nuevo riego, ya que las puntas de las raíces crecerán en busca de agua y expandirán el sistema radicular.

6. Alimentando las autoflorecientes: poco a poco, nada de grandes comidas

Una semilla de cannabis autofloreciente dará lugar a una planta más pequeña y compacta. Como resultado, las raíces son más delicadas y frágiles que las de las variedades regulares o feminizadas. Por esta razón, no te pases con los nutrientes.

En un medio aireado y vivo (una tierra con trichoderma, bacterias y compost que contenga ácidos húmicos y fúlvicos) las plantas no deberían necesitar ningún nutriente durante al menos dos o tres semanas. Puedes potenciar el desarrollo de las raíces en los primeros días con algún estimulador radicular de los muchos que hay en el mercado. Sigue las instrucciones de la etiqueta con cuidado. Si tienes un jardín, un té de compost aireado durante 24 horas les dará a las plantas un buen empujón, y pulverizarlas con aceite de neem siempre es beneficioso para ellas.

7. Despuntado y enmallado de autoflorecientes ¿Lo hago o no lo hago?

Habrás oído hablar de estas técnicas que se usan para promover el crecimiento y aumentar la cosecha:

• Despuntado: Este sistema de poda potencia un crecimiento arbustivo. Al despuntar una planta, se elimina el brote principal del tallo central para lograr que se divida en dos tallos por debajo del punto de poda.
• Enmallado: La idea es enredar las plantas en una malla de alambre. Las puntas se elevan entre 8 y 10 centímetros por encima de la malla mientras que el resto de la planta se va desarrollando y creciendo por debajo.

Es debatible si estas técnicas logran una diferencia significativa en la producción de las plantas debido al corto periodo de vida de las autoflorecientes. Los principiantes deberían evitar estas técnicas y dejar que las plantas se desarrollen a su aire.

De todos modos, si quieres probar estos sistemas debes evitar despuntar y enmallar las plantas demasiado tarde en la floración, y descartarlos completamente con plantas de floración temprana o aquellas que crecen lentamente al principio. Con plantas de floración más larga siempre es posible doblar las puntas usando las técnicas de bajo estrés (LST). Como las autoflorecientes tienen una vida corta, se recuperan mal de cualquier condición que suponga un fuerte estrés.

8. Cosecha las autoflorecientes secuencialmente... y espera un poco más si es necesario

Una cosa que notarás con las autoflorecientes es que las puntas principales suelen estar listas para la cosecha antes que las ramas bajas. A menudo los cogollos más altos se parecen a la foto del paquete, mientras que los tricomas de los cogollos bajos sólo habrán empezado a cambiar. Esto es normal. En este punto del cultivo, vigila las plantas con cuidado si estás cultivando en exterior, ya que los factores medioambientales tienen su incidencia, desde los daños por calor o frío hasta la aparición de moho.

Si es posible, cosecha los cogollos principales y espera entre 6 y 10 días más para que los cogollos de las ramas bajas alcancen su máximo potencial. Por encima de todo, sé paciente. No tengas demasiada prisa en cosechar.

Una regla de oro es que las autoflorecientes necesitan una semana más para florecer en exterior, los tiempos que aparecen en el paquete sirven como indicación, pero no hay que seguirlos al pie de la letra. Hay muchos factores diferentes que pueden afectar al crecimiento de las plantas, la naturaleza es maravillosa pero impredecible... Por ejemplo, un cultivo a principio de la primavera alargará la maduración de la planta, las horas de sol todavía se están alargando y la planta lo nota. Si siembras después del solsticio notarás que la floración es una o dos semanas más rápida.

Con las variedades autoflorecientes puedes esperar una primera cosecha de buenos cogollos a mediados del verano y hasta tres cosechas al año en un invernadero a 50 grados de latitud norte.

9. Cultiva orgánico y mejora la calidad de la cosecha

El cultivo orgánico promueve el desarrollo de la vida microscópica (bacterias y trichoderma) que estimula el proceso de digestión y pone nutrientes naturales a disposición de la planta. Esto significa que la planta sufrirá un menor riesgo de sobrefertilización y el producto final quemará con mayor suavidad que si ha sido sobredosificado con nutrientes minerales. Una semana de lavar la tierra con riegos de agua con el pH estabilizado, enzimas o un te de compost diluido ayudará aún más a este proceso.

Al combinar una buena tierra con nutrientes orgánicos que contengan extractos de algas marinas, guano, melaza, extracto de caña de azúcar, jugo de coco o compost de lombriz, las plantas tienen lo mejor desde el principio hasta el final y lo notarás en los resultados.

10. Organiza la siguiente cosecha de autoflorecientes

Las plantas autoflorecientes de cannabis te permite cosechar al menos dos veces al año a 50 grados de latitud norte (esto incluye partes de Estados Unidos, Canada, Japón, Bélgica, Francia, Alemania, República Checa). Si volvemos a los consejos básicos de Paradise Seeds verás que con un poco de planificación se puede escalonar la germinación de las semillas para obtener varias cosechas.

Con un invernadero es incluso posible obtener una tercera cosecha, ya que la protección extra permite germinar semilla en agosto y cosechar a finales de octubre o principios de noviembre, antes de que lleguen las heladas del invierno. Aquellos que vivan en el sur de Europa, como partes de Francia, España e Italia pueden llegar lograr hasta cuatro cosechas...

Por supuesto, cosechar más tarde en el año trae sus propios problemas (sobre todo hongos) pero un invernadero bien ventilado puede ayudar.

Esperamos que estos trucos sean útiles. Visita la página web de Paradise Seeds para encontrar más consejos e información sobre qué semillas son las más adecuadas para tus circunstancias ¡Paradise Seeds te desea un excelente cultivo y una generosa cosecha!