181 ONGs reclaman transparencia a la JIFE

Elizabeth Erhardt
04 Dec 2021

El pasado jueves 2 de diciembre se cumplió el aniversario de la decisión de la ONU que impulsó una serie de cambios en todo el mundo. Hace un año, la ONU decidió reclasificar el cannabis quitándolo de la lista de sustancias estupefacientes más nocivas y reconociendo su potencial terapéutico apoyado sobre el correspondiente aval científico. Esta semana, 181 ONGs de 56 países distintos, se han dirigido a los altos cargos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y la ONU para reclamar a la agencia de medicamentos de la JIFE, transparencia y rendición de cuentas en el esfuerzo de las "Directrices sobre el cannabis".


A un año de que nuestro mundo diera un paso en el reconocimiento del valor terapéutico del cannabis, distintas organizaciones advierten que desde ese momento no parece haber cambiado el rumbo de la política prohibicionista que se aplica al cannabis en el comportamiento de la agencia de medicamentos de la JIFE.

Falta de transparencia

La JIFE está creando documentación dentro del sistema de fiscalización de drogas para facilitar el comercio y la investigación del cannabis medicinal. Tanto las directrices que propone esta documentación como su proceso de redacción, indican oponerse a las decisiones votadas el año pasado. Según informa un comunicado emitido por la ONG que investiga ética y política de drogas, FAAAT, desde el 2020 la JIFE ha estado desarrollando sus directrices con total opacidad, lo que genera inquietudes sobre la legitimidad y el alcance del proceso, un mandato difuso y los riesgos de conflictos de intereses.

 

La importancia del papel de la JIFE

Los documentos que crea la JIFE son tomados como marco de referencia para orientar y dar forma a legislaciones de distintos países. Así, se afectará al cultivo, comercio, producción y uso de una planta autóctona de muchas regiones del mundo. Estas legislaciones tomadas por los gobernantes condicionarán la vida de muchas personas desde agricultoras y agricultores, médicas y médicos, pacientes, etc. Desde FAAAT nos alertan del impacto de unas políticas equivocadas de cannabis en los países con menor poder económico. Advierten: “Se corre el riesgo de convertirse en un estándar, particularmente entre las naciones más pequeñas con menos capacidad para establecer sus propias regulaciones”. Así es como se incluye el saqueo a la soberanía a la lista de consecuencias devastadoras de la aplicación de leyes prohibicionistas. 

Es por eso que una legislación desfavorable para el cannabis es un agravante para la miseria de nuestra sociedad. FAAAT es contundente a la hora de ubicar a la JIFE en su sitio cuando dice: “La JIFE por sí sola no puede dar forma al futuro económico, social, ambiental y cultural de nuestras comunidades.” 

Además, la iniciativa deshonesta de la JIFE amenaza la confianza de un orden legal en funcionamiento afirmado hace un año.

ONU
“Se corre el riesgo de convertirse en un estándar, particularmente entre las naciones más pequeñas con menos capacidad para establecer sus propias regulaciones”

181 ONGs se han dirigido tanto al presidente de la JIFE, Jagjit Pavadia, como al secretario general de la ONU, António Guterres, para reclamar transparencia en la redacción de sus documentos y redirijir el rumbo de sus directrices en función de lo afirmado en 2020. Para facilitar la aplicación de estos reclamos, las ONGs han incluído 6 recomendaciones.

 

Recomendaciones que más de 180 ONGs le hacen a la JIFE

  1. Divulgar la documentación de la JIFE, al igual que otros órganos similares de la ONU
  2. Participar en el sistema de archivo y acceso a la documentación en línea de las Naciones Unidas
  3. Ampliar las consultas de la sociedad civil a todas las áreas de trabajo de la Junta
  4. Solicitar y recopilar contribuciones escritas de agentes no estatales
  5. Permitir que las ONGs y los actores no estatales participen como observadores en las reuniones de la JIFE
  6. Ampliar las “visitas a países”, inspiradas en el Mecanismo de revisión anual de los órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos

FAAAT marca un camino con claras indicaciones para construir políticas de cannabis con una ética mejor desarrollada. Las indicaciones y los fundamentos están pasando por los ojos de las personas que tienen en sus manos la decisión de afectar a muchas más personas de las que nos podemos imaginar. Las ONGs demuestran unión y solidez para impulsar una lucha que merece la participación de todos los sectores de nuestra sociedad.

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Elizabeth Erhardt