Laboratorio en casa

16 Feb 2020

Procedimiento y consideraciones del Test de Beam en la determinación del CBD.


El “Test de Beam” es una técnica colorimétrica sencilla que se utiliza principalmente para la determinación del principio activo Cannabidiol (CBD), el cual se evidencia por la aparición de un producto color violeta. Una reacción centenaria de identificación toxicológica/forense ampliamente utilizada en la historia del cannabis.

Además de ser económica en su desarrollo e inmediata en su reacción, esta técnica puede llevarse a cabo con medios bastante accesibles y en casi cualquier lugar. Además de ser económica en su desarrollo e inmediata en su reacción, esta técnica puede llevarse a cabo con medios bastante accesibles y en casi cualquier lugar. 

 

Cómo preparar el reactivo de Beam

Como se mencionó en la edición pasada, el “reactivo de Beam” está compuesto principalmente por dos elementos: hidróxido de potasio (KOH) y etanol (más conocido como alcohol etílico u otro solvente similar). El hidróxido de potasio (también conocido como potasa cáustica) es un compuesto químico inorgánico que tiene muchos usos tanto industriales como comerciales. El más conocido es como precursor del jabón potásico. Es una sustancia fuertemente alcalina (pH alto, base fuerte) y por lo tanto es corrosivo y peligroso para la salud, así que debe ser manipulado con precaución. Puede venir en diferentes formatos, por ejemplo, en polvo, hojuelas, lentejas o bolitas. Se  puede adquirir en droguerías o en centros que expendan materiales o insumos de laboratorio, y los precios varían de acuerdo con la cantidad comprada, 1kg suele valer entre 5 y 7 euros. El alcohol etílico se puede adquirir en casi cualquier lugar, como una farmacia o un supermercado. Por lo general, la preparación del reactivo es al 5% en etanol. Es decir, que la cantidad en gramos de hidróxido de potasio va a variar, según la cantidad de reactivo que quieras preparar, o sea la cantidad de alcohol que quieras usar. Por ejemplo, preparar 100 ml de reactivo llevará 5 gramos de KOH. Si necesitas preparar 200 ml, entonces serán 10 gramos de KOH. Es importante siempre utilizar material de vidrio, y luego el reactivo puede ser guardado en un frasco para posteriores utilizaciones. También es relevante aclarar que esta reacción puede precipitar, esto significa que no todo el hidróxido de potasio se disuelve en el etanol. En un laboratorio común, suelen utilizarse baños sonicadores con un poco de temperatura para salvar este problema. Agitar prolongadamente y dar calor puede servir también, y quizás probar una proporción menor puede ser recomendable (3%, o 4%), aunque no aparece en ninguna bibliografía.

 

Cómo usar el reactivo de Beam

El test de Beam es muy sencillo de realizar, es cómodo y rápido, y se necesitan materiales mínimos, hay registros de su empleo desde el consultorio de un médico, hasta en un growshop. Cuando se trata de identificar CBD en productos de cannabis, es muy importante tener en cuenta de qué tipo de producto se trata, para evaluar cuál es la mejor forma de hacer el test de Beam. Actualmente, esta reacción colorimétrica está siendo mayormente utilizada en el análisis de aceites que presuponen tener CBD. Teniendo en cuenta que en algunos países el CBD se encuentra en un limbo legal y por lo tanto no está debidamente regulado, esto ocasiona en varios casos la aparición de oportunistas y estafas. Hay un sinfín de productos que se venden con la pancarta de tener CBD, y son numerosos los reportes en los que no se detectó CBD en los mismos, o en los que las etiquetas estaban mal informadas o incompletas. La reacción puede ocurrir en un recipiente pequeño, lo que se suele utilizar en el laboratorio es un eppendorf o un tubo de ensayo, así que cualquier recipiente con características similares podría funcionar. Si los volúmenes son pequeños, también podría usarse una cuchara. Cuando se trata de un aceite o de una resina, el procedimiento consiste, generalmente, en la aplicación de entre 3 y 5 gotas (o en exceso, a veces) del reactivo de Beam en 0,05ml (1 gota) del aceite o resina. Suele suceder que como la resina es un extracto muy concentrado, se necesite diluirla en etanol antes de proceder con el test. Cuando lo que interesa es analizar una flor, lo que tiene que hacerse es una extracción previa de cannabinoides. Las formas de extracción de cannabinoides son muchísimas, muy variadas y dependen de varios factores. Lo más sencillo, en este caso quizás, es hacer una extracción con algún solvente, como por ejemplo el mismo alcohol etílico que se utilizó para preparar el reactivo de Beam, sería como analizar una suerte de tintura. Por otra parte, cuando se quieren analizar otros productos como, por ejemplo, cremas, ungüentos o pomadas, es importante entender que las matrices suelen ser diferentes de acuerdo al proceso de formulación, y que a veces son bastante engorrosas de manejar. Por lo tanto, quizás también convenga evaluar cómo es la matriz, y ver si conviene también hacer una dilución (o extracción) en alcohol.

 

Consideraciones a tener en cuenta

Es relevante recordar que el Test de Beam es una reacción colorimétrica que presenta ciertas limitaciones asociadas a la detección. La cantidad de CBD que puede llegar a detectar es de 1 µg, es decir, 0.001 mg de CBD. Aunque tenga un límite de detección bastante sensible, estas aclaraciones deberían ser tomadas en consideración para adecuar la cantidad de muestra a analizar y la cantidad de reactivo de Beam a agregar. Esto se debe a que las concentraciones de CBD en las inflorescencias de cannabis, o en algún producto pueden llegar a ser increíblemente variables. Otra circunstancia a tener en cuenta es que la reacción puede visualizarse de forma rápida si las concentraciones de CBD son altas en el preparado. La cinética de la reacción, por otra parte, suele alcanzar un tope a las 15 horas, por lo que también será conveniente visualizar luego de un tiempo la reacción si no observamos cambios de color instantáneos. Asimismo, por lo general, la intensidad de color en una técnica colorimétrica suele estar relacionada con la concentración del principio activo. Se puede inferir que diferentes intensidades de color púrpura indicarían diferentes concentraciones de CBD, por ejemplo. Hoy por hoy, este tipo de técnicas y reacciones colorimétricas se llevan a cabo en ámbitos de consulta rápida, donde no haya ningún tipo de infraestructura analítica avanzada. Para un correcto y profundo análisis, es necesario recurrir a metodologías analíticas más precisas, rigurosas sensibles y cuantitativas como la cromatografía líquida de alta eficacia, o la cromatografía de gases.