Cómo detectar y evitar reacciones alérgicas al cannabis

Soft Secrets
30 Nov 2019

Alergia a la marihuana

Hace poco, un buen amigo mío se quejaba de que cada vez que fuma tiene secreción nasal. Fue solo cuando mencionó que sufre de rinitis alérgica que tuve una idea: ¿Podría ser una alergia a la marihuana? La fiebre del heno es esencialmente una alergia al polen, ¡y el cannabis es una planta que produce polen! Lo investigué y descubrí que las alergias y la sensibilidad al cannabis eran una cuestión real y que podrían afectar a más personas de lo que imaginaba. 

¿Qué es la alergia al cannabis?

Las alergias son una reacción inmunológica desmesurada por parte del cuerpo en un intento de proteger el sistema respiratorio de las amenazas percibidas. Los anticuerpos producidos por el cuerpo mantienen la amenaza controlada, pero también causan los síntomas de la reacción alérgica.

Los síntomas de la alergia a la marihuana van desde molestias incómodas hasta convulsiones fatales. Generalmente las alergias son leves, o moderadas en el peor de los casos, y se alivian evitando el irritante y/o tomando un antihistamínico.

En los últimos años las alergias al cannabis han aumentado. Según un estudio de 2015, se estima que el 70/73% de aquellos que sufren de alergias estacionales (como la fiebre del heno) también pueden ser alérgicos al cannabis.

Esto se debe a que el polen y el moho provocan las alergias estacionales, y el cannabis es una planta que produce polen y es susceptible al moho. Ahora bien, si consideramos que hay aproximadamente 50 millones de americanos con alergias estacionales, esto significa que hasta 36.5 millones podrían ser alérgicos al cannabis solo en EE.UU.

Las alergias al cannabis afectarán con frecuencia a quienes lo ingieran, quienes trabajen con él o estén expuestos a su cultivo de forma regular. Las alergias tienen tanto un componente genético como uno ambiental, lo que significa que, a medida que aumenta la exposición a una sustancia, también aumenta el riesgo de desarrollar una sensibilidad hacia ella, y a consecuencia de su creciente legalización, vemos un aumento en la sensibilidad.

Cómo-detectar-y-evitar-reacciones-alérgicas-al-cannabis¿cuáles son los síntomas de la alergia a la marihuana y qué los causa?

Los síntomas de la alergia a la marihuana incluyen ojos rojos con picazón, secos o llorosos, secreción nasal, estornudos, congestión nasal/sinusitis, náuseas y enfermedades físicas.  Como con cualquier reacción severa a un alérgeno, en una minoría de casos es posible que si no se tratan los síntomas algunos de ellos podrían ser mortales.

Entonces, ¿Qué está causando esta sensibilidad? Bueno, existen varias razones. Es posible ser alérgico al polen del cannabis (como al de todas las plantas), así como a altos niveles de cannabinoides como el THC.

También es posible sufrir una reacción alérgica a las especies que crecen en la planta, como el moho. La planta de cannabis es "acumuladora", lo que significa que absorbe sustancias de su medio de cultivo a través de sus raíces, permitiendo que se acumulen en la planta metales pesados nocivos y otros productos químicos.

El consumo excesivo (o insuficiente), la modificación genética, el uso de pesticidas y fertilizantes, la crianza selectiva, la desinfección y la interferencia humana en general parecen ser la norma actual en cuanto a los entornos en los que vivimos, los productos que utilizamos y los alimentos y las bebidas que consumimos.

Estos factores se alteran y cambian constantemente para adaptarse a nuestros estilos de vida, lo que conduce a más y más intolerancias y alergias, a medida que nuestro cuerpo intenta luchar contra todo aquello que se sale de los parámetros de lo natural.

Incremento de niveles de THC y alergia al cannabis

El cultivo de cannabis consiste en intentar evitar la polinización de la planta hembra. Esto aumenta las propiedades psicoactivas de la planta, elevando el contenido de THC. El aumento de la potencia del THC es un factor importante que contribuye al creciente número de alérgicos al cannabis, ya que el THC se reconoce como un posible alérgeno.

Hoy en día, las variedades de cannabis con altos niveles de THC son muy comunes y experimentan una gran demanda. Son opciones excelentes para aquellos que persiguen un "colocón" más fuerte, pero los altos niveles de THC pueden causar hipersensibilidad y mayores reacciones alérgicas.

En promedio, los niveles de THC han aumentado dramáticamente debido a la crianza selectiva: entre el 1% y el 3% en los años 60 y 70, respectivamente, a 4% en los 90, y hasta 12% para arriba en los últimos años.

Con el aumento de la legislación, la investigación, el desarrollo y el crecimiento comercial a gran escala, no es raro encontrar ahora cannabis con niveles de THC de entre un 20 y un 30%. Sin embargo, algunas personas están genéticamente predispuestas a sufrir una sensibilidad independientemente de los niveles de THC, ya que tienen diferencias genéticas en su forma de metabolizar los cannabinoides como el THC, lo que resulta en una mayor sensibilidad.

Las alergias a la marihuana pueden provocar síntomas alérgicos parecidos a los de la fiebre del heno, como picazón en los ojos, secreción nasal, estornudos, conjuntivitis, dolor de garganta, tos y asma.

El cannabis contiene el alérgeno más común: el polen, un polvo que sueltan árboles, hierbas y malezas para fertilizar las semillas de las plantas vecinas. Aunque generalmente se piensa que solo las plantas masculinas lo desprenden, el polen también puede ser producido por hembras hermafroditas, y el hecho de que en la actualidad existan tantas variedades diferentes de cannabis solo complica el tema.

Las reacciones alérgicas al polen son más comunes en las áreas donde se cultiva el cannabis y, por lo tanto, no sorprende que haya aumentado el número de casos de alergia en éstas, así como en los alrededores de los grandes cultivos comerciales legales.

Aquellos que trabajan estrechamente con el cannabis en los lugares de cultivo son quizás uno de los mayores grupos que ha experimentado un aumento en su sensibilidad debido a las alergias relacionadas con el polen.

Las alergias al cannabis también pueden causar dermatitis por contacto, cuyos síntomas más comunes incluyen piel seca, escamosa o enrojecida, picazón, inflamación e incluso urticaria.

Moho y alergia a la marihuana

El moho es una espora que crece en troncos podridos, hojas muertas, plantas y hierbas. Muchos tipos de moho prosperan en condiciones húmedas, aunque también hay algunos tipos de "moho seco". Se forman en el cannabis expuesto a temperaturas extremas o a altos niveles de humedad, ya sea accidentalmente o por falta de conocimiento.

Los mohos comunes de los que quizás haya oído hablar incluyen la pudrición de la raíz, el mildiu y la septiorosis. El cannabis también puede enmohecerse si no se almacena correctamente después de la cosecha y el curado.

Algunas personas muy sensibles podrían tener la mala suerte de experimentar reacciones alérgicas al moho y hongos de la marihuana, además de a su polen. Los síntomas de una alergia al moho incluyen rinitis alérgica, conjuntivitis, erupciones cutáneas y un empeoramiento del asma.

Metales pesados y alergia a la marihuana

Al ser una planta acumuladora, el cannabis puede absorber niveles peligrosos de metales pesados como el arsénico, el cadmio, el cobalto, el cobre, el plomo o el mercurio, que se originan en el agua, en la tierra y los fertilizantes contaminados.

También puede absorber cualquier otra sustancia peligrosa o posibles alérgenos en el entorno de cultivo de cannabis. Estas sustancias pueden ser responsables de cualquier reacción alérgica experimentada por la inhalación o ingestión de cannabis, desde dolores de cabeza y náuseas hasta un mayor riesgo de problemas respiratorios, o incluso cáncer o un fallo de órganos si la exposición es extrema y prolongada.

La mejor manera de evitar cualquier absorción excesiva de productos químicos peligrosos o metales pesados es utilizar medios, nutrientes y aditivos de calidad, ya que los productos baratos de baja calidad a menudo contienen trazas de metales pesados.

Desafortunadamente, si eres alérgico a un alimento o sustancia con propiedades proteicas similares podrías tener un mayor riesgo de alergia al cannabis. Esto se conoce como una reacción cruzada de alergia. Algunos alimentos que contienen propiedades alergénicas similares a las de la planta de cannabis son tomates, melocotones, pomelo, berenjenas, plátanos, manzanas, almendras y castañas.

¿Qué  hacer si sospechas que tienes alergia al cannabis?

Bueno, si donde vives el cannabis medicinal o recreativo sigue siendo ilegal, puede que un médico no tenga mucha simpatía o motivación para hacer mucho al respecto. Hay algunos remedios que puedes comprar sin receta, como las tabletas antihistamínicas, aerosoles nasales, inhaladores y descongestionantes, que pueden aliviar los síntomas.

Si tienes la desgracia de sufrir una reacción más grave, la única respuesta es dejar de consumir cannabis por completo. Para limitar el contacto con el cannabis mientras crece, se recomienda usar ropa protectora, guantes y máscaras faciales, y tener a mano en todo momento medicamentos para la alergia o el asma.

Si estás usando cannabis legalmente, un médico puede realizar una prueba de punción cutánea. Si tienes alergia, mostrará una reacción como un hinchazón o picazón en un plazo de 15 a 20 minutos.

También puedes hacerte un análisis de sangre para detectar los anticuerpos específicos a un cierto tipo de alérgeno. Cuantos más anticuerpos haya en tu sangre, mayores probabilidades tendrás de sufrir alergia a una sustancia específica.

No es de extrañar que las alergias y la sensibilidad al cannabis estén aumentando, ya que corresponde a los inicios de la legalización y que se haga más común que más y más personas lo usen, trabajen con él y generalmente tengan más contacto con él.

Aún así, las alergias al cannabis siguen siendo relativamente poco frecuentes. El Cannabis Sativa se clasifica como un alérgeno leve que requiere una exposición significativa para inducir reacciones alérgicas de cualquier tipo, y aunque se han observado reacciones graves, ésta es la excepción y no la regla, y la mayoría de los síntomas se tratan fácilmente con antihistamínicos o similares.

Al igual que en muchos sectores de la industria del cannabis, la falta de normalización legislativa limita el conocimiento, las pruebas y los tratamientos disponibles, lo cual es muy lamentable. Todavía queda mucho por descubrir antes de que podamos definir con mayor precisión los alérgenos, desarrollar ejemplos estandarizados y producir planes de tratamiento claros y efectivos para aquellos que lo necesiten.

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