Vox propone el cierre de CSC en BCN
En respuesta a la reciente entrada del nuevo gobierno municipal en Barcelona, los clubes sociales de cannabis están denunciando una brutal campaña de acoso de la que están siendo víctimas. Estos establecimientos están siendo sometidos a una serie de acciones que amenazan su existencia y el derecho de sus miembros a acceder de manera segura al cannabis.
El valor de los clubes sociales de cannabis
Los clubes sociales de cannabis en Barcelona, además de ser espacios de encuentro para las personas usuarias, han demostrado ser una respuesta eficiente al consumo de cannabis. Se han convertido en un refugio para miles de ciudadanos y ciudadanas que buscan utilizar el cannabis de manera responsable y segura. Estos espacios han sido pioneros en la promoción de un modelo de consumo responsable, ofreciendo a sus miembros un entorno seguro y controlado donde obtener y consumir cannabis de calidad. Sin embargo, desde la entrada del nuevo gobierno municipal, estos clubes se han enfrentado a un incremento alarmante de persecución y acosos.
El modelo asociativo de los clubes sociales de cannabis ha recibido elogios a nivel internacional por su enfoque responsable del consumo de cannabis. Ejemplos de esto son Alemania, que a partir de abril del próximo año imitará este modelo asociativo, y Suiza, que inició una exitosa prueba piloto basada en este modelo en marzo de este año. A pesar de que el modelo asociativo de estos clubes ha sido ampliamente reconocido en países como Estados Unidos y Países Bajos, es probable que las inspecciones a las asociaciones ubicadas en Barcelona tengan intenciones más políticas que técnicas, con el objetivo de comprometer su funcionamiento.
Propuesta presentada por VOX
En el ayuntamiento de Barcelona, dirigentes del gobierno local han declarado su intención de eliminar todas las asociaciones cannábicas de la ciudad con los medios a su alcance. El partido socialista, Junts y el Partido Popular han votado a favor de una propuesta presentada por Vox con ese objetivo. Esta decisión ha generado preocupación entre los clubes sociales de cannabis, quienes ven amenazada su existencia y su labor social en la comunidad. Esta postura genera incertidumbre y malestar dentro de la comunidad de personas uauarias del cannabis medicinal, así como entre las personas defensoras de la regulación responsable y el enfoque basado en la reducción de daños.
El cierre de estas asociaciones en Barcelona supondría un revés para la comunidad de personas consumidoras. Las autoridades han dejado entrever que el cierre de estos establecimientos implica el rechazo de todos los progresos alcanzados hasta ahora, lo que representaría una grave vulneración al derecho de asociación de la ciudadanía.
Es vital que se busquen soluciones alternativas que permitan conciliar los intereses de todos los actores involucrados, asegurando así un espacio donde se respeten los derechos y se promueva un consumo responsable. El futuro de estas asociaciones y de un enfoque inclusivo en la comunidad de Barcelona está en juego, y es responsabilidad de todos encontrar una solución justa y equitativa.