LA VIDA EN TU SUSTRATO

Elizabeth Erhardt
21 Jan 2022

Nos esforzamos para que la tierra nos rinda una gran producción de marihuana, pero muchas veces es poca la atención que nosotros le prestamos a ella ¿Sabes que habitan más de 6 mil millones de organismos en apenas una cucharadita de tierra?¿Tienes en cuenta que el 30% del nitrógeno del suelo lo aporta la fauna del suelo en los ecosistemas naturales? Así es, la tierra está mucho más viva de lo que creemos y te lo mostramos en este artículo.


Antes de ver la vida del sustrato resulta interesante conocer sobre qué se sostiene la misma. Evidentemente el suelo no lo fabrica la compañía que nos vende el sustrato, si es que lo compramos en la tienda growshop. La mezcla de minerales que contiene el sustrato provienen originalmente de rocas y sedimentos. Esta mezcla de minerales es la que le da al sustrato su textura. La materia orgánica es otro de los principales componentes del sustrato. En suelos agrícolas la mayor parte de la materia orgánica producida por la actividad biológica se encuentra en los primeros 20 cm de profundidad, mientras que en suelos no cultivados la encontramos en apenas 5 cm. Esta materia orgánica proviene de la descomposición de la materia vegetal por parte de los organismos que habitan en el suelo. 

Problemas causados por el desequilibrio del suelo

El suelo mantiene su vida y fertilidad sin que intervenga ninguna persona. De hecho, como podemos comprender si miramos a nuestro alrededor, la intervención del hombre altera este equilibrio, causando pérdidas en la biodiversidad. Las prácticas agrícolas nocivas que rompen las relaciones naturales entre los organismos, reducen la calidad, fertilidad y biodiversidad del suelo. Mantener el equilibrio entre los microorganismos y los animales que viven en el suelo es una práctica agrícola que, al permitir la convivencia simbiótica entre los organismos, hace que prospere la biodiversidad. Una cosa que podemos hacer para mantener la vitalidad del suelo es rotar los cultivos, aunque utilicemos macetas. Si cultivas en exterior en tierra madre, procura administrar los sitios de manera que puedas hacer un cultivo en un lado, mientras la tierra se prepara para el próximo cultivo en otro, para luego rotarlos y que la tierra mantenga su fertilidad.

Si cultivas en macetas no hace falta que cambies de sitio, solo debes gestionar correctamente la tierra. La tierra que utilizas para un cultivo puedes utilizarla para otros cultivos que no sean de marihuana, y una vez que esta se haya recuperado la puedes volver a utilizar. Para comprobar por ti misma/o la calidad del sustrato debes informarte para que la fertilidad, aireación y retención de agua sean adecuadas. El pH es otro factor que interviene en la salud del suelo. Así como el pH regula la disponibilidad de nutrientes para nuestra planta de marihuana, también afecta a los organismos que habitan en el suelo. En este sentido, según el pH habitarán unos u otros organismos. Por ejemplo, la especie de lombrices Lumbricus terrestris habita preferentemente en suelos con un pH de 5,5 a 7, mientras las lombrices de la especie Allolobophora longa prefiere un pH de entre 5,5-4,5.

Organismos que habitan en el sustrato

Si bien los organismos que viven en el suelo se pueden clasificar de muchas maneras distintas, la más habitual es según el tamaño. Así, la vida del suelo se compone de la macrofauna, la mesofauna, la microfauna y la microflora.

Macrofauna

La macrofauna comprende evidentemente a la vida de mayor tamaño, pero no de mayor cantidad. Estos organismos tienen más de 2 mm y van desde conejos y topos hasta caracoles y babosas. Hay algunos que excavan sus propios hogares como las hormigas, las lombrices y los milpiés, y otros que aprovechan los espacios de aire como los ácaros y los colémbolos. Los animales de la macrofauna más destacados para el cultivo son sin duda las lombrices. Ellas se alimentan de restos de materia orgánica en descomposición y excretan humus, un material rico en nutrientes para las plantas. Además, las lombrices mejoran la estructura del suelo a través de su labor de excavación.

Mesofauna

Los organismos que forman parte de la mesofauna miden entre 0,1 y 2 mm. Entre ellos se encuentran ácaros y colémbolos. Si aún no escuchaste hablar de los colémbolos seguramente no se deba a su escasez, ya que hay de ellos 62.000 individuos por m2 y se han registrado cifras de hasta 200.000 por m2. Los colémbolos habitan en todos los hábitats, incluida la Antártida, y son unos de los animales terrestres más antiguos. Seguramente, alguna vez te habrás sorprendido de ver diminutos puntos saltando por el sustrato que se esconden, pues son ellos. Si bien no contribuyen tanto como las lombrices para generar nutrientes para las plantas, son responsables de entre el 1 y el 30% de la respiración de los invertebrados del sustrato.

Aunque algunos miembros de la mesofauna como los colémbolos Sminthurus viridis puedan resultar una plaga para el cultivo, si no encuentran su depredador natural, todos aumentan la fertilidad del suelo, porque descomponen la materia orgánica y estimulan la actividad de los microorganismos.

Microfauna

Como podemos imaginar, la microfauna es la fauna más pequeña del sustrato. Tiene menos de 0,1mm, por lo que sólo podemos verla a través de un microscopio. Es por esto que habitualmente recomendamos incluir un microscopio en las herramientas de cultivo, de esta forma podremos conocer más en profundidad lo que sucede en nuestro cultivo y descubrir lo apasionante que es conocer animales nuevos.

Los integrantes más relevantes de la microfauna son los nematodos y los protozoos. Los protozoos son grandes consumidores de bacterias, y algunos son los parásitos que causan graves enfermedades para los humanos como la malaria. Los nematodos son gusanos redondos, algunos de ellos son parásitos de plantas y otros de animales. Por ejemplo, los nematodos del género Meloidogyne parasitan las raíces, los del género Ditylenchus dipsaci los tallos y los del género Aphelenchoides, las hojas.

Microflora

La microflora está compuesta por bacterias, actinomicetos, hongos, algas, virus y protozoarios. La microflora mejora las propiedades físicas del suelo, controla a fitopatógenos, y aumenta la fertilidad del suelo. Por lo tanto, el aumento de microorganismos en el sustrato produce plantas mejor nutridas, más productivas y más resistentes, y la pérdida de la fertilidad del suelo está dada principalmente por la disminución de la actividad microbiana. Utilizar fertilizantes con abonos orgánicos aumenta la microflora del sustrato, a la vez que controla a los patógenos que infectan a la planta por la raíz como el Fusarium.

Lo más sorprendente de las bacterias es la velocidad a la que pueden crear enormes poblaciones. Las bacterias que más nos ayudan en el cultivo son: Bacillus, Pseudomonas, Azotobacter, Azospirillum, Beijerinckia, Nitrosomonas, Nitrobacter, Clostridium, Thiobacillus, Lactobacillus, y Rhizobium. Los actinomicetos son muy importantes para la fertilidad del suelo, ya que descomponen sustancias complejas como lignina, hemicelulosa y quitina. Cuando el sustrato tiene una buena cantidad de materia orgánica y bastante aireación estos microorganismos se encuentran en grandes cantidades, pueden alcanzar hasta el 50% de la actividad microbiana. Los actinomicetos más destacados para el cultivo son: Streptomyces, Nocardia, Micromonospora, Thermoactinomices, Frankia y Actinomyces.

Los hongos que habitan en el suelo se ubican principalmente en las raíces de las plantas para aprovechar los metabolitos que esta produce. Estos son tan beneficiosos que hemos hablado muchas veces de ellos. Los hongos más importantes para el cultivo son: Aspergillus, Penicillium, Rhizopus y Trichoderma.

La vida del sustrato y el cultivo de Cannabis

La vida que habita en el sustrato se organiza en niveles que construyen una trama organizada. Mientras la microflora cataboliza materia orgánica y mineraliza nutrientes, la microfauna regula la población de la microflora, cuya población es a su vez regulada por la mesofauna. Toda una sinfonía regulatoria natural.

Puedes activar esta vida en tu cultivo de una forma sencilla a través de diversos productos que se comercializan en las tiendas growshop. Algunas buenas opciones para incorporar a nuestro cultivo de marihuana y darle vida al sustrato son el Kraken de Mykoterra que nos provee de una buena fuente de hongos, y el Mycro Monkey de Monkey Soil que nos provee de bacterias beneficiosas.

Existen diversas maneras de cultivar, algunas utilizando más productos comerciales y otras menos.

Una forma de cultivar es desentendernos de la biología, y otra es apoyándonos en ella. Resulta imposible cultivar desentendidos de la biología, pero la mecanización y el afán por aumentar la producción sin considerar la calidad nos llevan a ello. Por eso intentamos mostrar que un entendimiento de los procesos naturales que suceden a nuestro alrededor nos permite mejorar enormemente nuestras prácticas agrícolas. Esperamos haber aportado un punto de vista que al llevarlo al cultivo aumente la comprensión.

Bibliografía:
Hallett, SH & Caird, SP 2017. Soil-Net: Desarrollo e impacto de recursos educativos innovadores, abiertos y en línea sobre ciencia del suelo. Ciencia del suelo. Vol 182, número 5, 188-201. doi: 10.1097 / SS.0000000000000208. En línea http://doi.org/10.1097/ SS.0000000000000208
Ramirez C. 1991. X Congreso Nacional Agronómico. Efecto de las prácticas agrícolas sobre la microflora del suelo: Oportunidades en la fitoprotección.

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Elizabeth Erhardt