El lavado de raíces, explicado
El agua es un gran disolvente: Descompone y disuelve sales minerales. Como los nutrientes de las plantas, y especialmente los nutrientes hidropónicos, se basan en sal, con el paso del tiempo puede producirse una acumulación de sales no disueltas en el medio de cultivo y alrededor de la zona de la raíz. Esto puede provocar una deficiencia de nutrientes, un bloqueo, o incluso una toxicidad.
¿Qué significa lavado de raíces?
Realizar un lavado de raíces simplemente significa suministrarles solo agua durante un tiempo determinado para que actúe como disolvente y descomponga las sales restantes no disueltas. Las enzimas, cuya función es descomponer activamente el sustrato orgánico en pedazos más pequeños para que las raíces puedan absorberlo, ayudarán a acelerar este proceso.
Los pelos radiculares de las plantas absorben los nutrientes de su medio de cultivo, a través de una capa fina de agua que entra en contacto con los pelos radiculares y el sustrato de crecimiento, por lo que las plantas siempre podrán acceder a los nutrientes si los requieren.
El lavado de raíces puede comenzar cuando faltan tres semanas para la cosecha.
¿Por qué es necesario el lavado de raíces?
Es necesario realizar lavados de raíces en las plantas de cannabis por varias razones, que abarcan la experiencia de cultivo y la calidad general de la flor cosechada.
Los fumadores que acuden habitualmente a coffee shops, clubes sociales y dispensarios esperarán que se haya hecho correctamente el lavado y que las flores estén bien cultivadas y podadas. En fin, que sean casi perfectas.
Cualquiera de los puntos de venta que suministran marihuana a expertos y entusiastas se arruinaría si proporcionara flores dañinas para los pulmones y la garganta, o porros que necesitaran reencenderse constantemente o desprendieran grumos de ceniza negro carbón.
El lavado de raíces es una parte integral del cultivo de cannabis de alta calidad. Generalmente, aquellos que se saltan esta parte del ciclo de crecimiento tienen poca visión de futuro, o simplemente se centran en producir la cosecha más grande posible, sin tener en cuenta ni el sabor del producto, ni la experiencia general del usuario final.
Esta planta muestra una falta de nitrógeno durante el lavado.
Características del cannabis bien lavado
Cuando se fuma el cannabis bien lavado, tanto la inhalación como la exhalación será sumamente suave y de sabor duradero. El porro se quemará con facilidad y a una velocidad uniforme, lo que significa que no habrá quemaduras laterales del papel. Cuando uno golpetea el porro en el cenicero, la ceniza será muy suave y parecerá ligera, cayendo de manera similar a la ceniza de un cigarrillo.
No debería hacer falta encender el porro más de una vez: la flor limpia y aceitosa se quemará hasta el final sin la ayuda de un mechero o la necesidad de soplar constantemente la brasa. La ceniza estará tan limpia que si dejaras caer algo de ella en las palmas de tu manos y las frotaras, no quedarían residuos, y podrías eliminar la ceniza suave simplemente soplando.
- Ceniza suave de color gris claro.
- El porro se quema de manera uniforme.
- No hace falta volver a encender el porro.
- Sin sensación de tos.
- Sabores duraderos tanto al inhalar como al exhalar.
- El aroma del porro quemando es muy agradable.
- La mejor experiencia y sensación posibles.
- Todo el exceso de sales eliminado.
Características del cannabis mal lavado
No hay manera de saber si una flor no ha pasado por un lavado de raíces correcto hasta que la fumes, pero hay varias cosas que te pueden servir de advertencia. En primer lugar, el porro se quemará más de un lado que del otro, ya que la brasa tendrá problemas para quemarse correctamente, haciendo que el porro parezca estar apretado. El sabor será muy soso y casi picante en el paladar, y el aroma no será aquel de un producto de alta calidad.
Golpetear la ceniza puede hacer que la brasa se caiga por completo con un poco de tabaco suelto, debido de nuevo a que la brasa no se quema uniformemente. El color de la parte superior del porro será de un negro carbón oscuro y frotar la ceniza en tus manos seguramente dejará un residuo negro que necesitará limpiarse.
- Falta de sabor al inhalar y exhalar.
- El porro se apagará todo el rato.
- El porro está muy apretado.
- Ceniza negra que se quema de manera desigual.
- Una sensación de cosquilleo áspero en los pulmones.
- Tos y sabor picante.
- Residuos de carbón de la ceniza en la piel.
- Mal olor al quemar un porro puro.
- Dolores de cabeza y migrañas después de fumar.
- Aún permanece un exceso de sales.