El etanol y las extracciones tipo aceite
Las extracciones con disolventes son ya la forma de consumo favorita de muchos usuarios. El disolvente empleado marcará la técnica de extracción a utilizar, así como ciertas características del producto final. En este artículo veremos como podemos utilizar un disolvente al alcance de todo el mundo, el etanol, para hacer extracciones con éxito.
Sobre aceite y solventes
La influencia norteamericana en el mundillo fumeta ha sido enorme desde hace mucho tiempo. Podemos hablar de las genéticas made in USA que sirvieron de base para los breeders holandeses, también de la cultura de consumir en cristal de borosilicato o incluso de los deliciosos brownies de chocolate, pero, está claro que la tendencia americana qué más da que hablar hoy en Europa no es otra que el consumo/elaboración de hachís tipo aceite.
Aceite es el nombre de pila que damos muchos a los tipos de hachís elaborados con métodos de extracción, implican la disolución de cannabinoides en un solvente adecuado y su posterior purgado. Para hacerlo se pueden emplear gran variedad de técnicas y disolventes, llegando a texturas, sabores y calidades realmente dispares. Este tipo de hachís puede recibir nombres específicos, según la variedad de técnica usada o la presentación y textura del producto final.
Muchos cultivadores y potheads de mis círculos cannabicos habían probado un montón de veces en nuestras fronteras los aceites marroquíes, aspecto petrolífero, sabor infernal y efecto devastador. También éramos bastantes los que habíamos hecho nuestras propias practicas (sin apenas información) con butano y alcohol, obteniendo productos que en la mayoría de ocasiones estaban mal purgados o sobreexpuestos al disolvente. Ninguna de estas experiencias nos daba seguridad en estos productos e incluso los criticábamos.
Entonces, uno a uno, empezamos a probar aceites de calidad, ya sea mediante algún compañero americano, un viaje a California o simplemente a través de un amigo que había buceado en foros, hasta aprender procedimientos adecuados. Casi todos cambiamos radicalmente nuestro punto de vista sobre los aceites. Cuando profundicé en las técnicas, vi que se podían obtener resultados decentes con un montón de solventes, la verdad es que me hubiera gustado tener este conocimiento hace unos años, me habría ahorrado bastantes extracciones “chungas”.
Para hacer estos tipos de hash necesitamos como ya hemos dicho un disolvente. Los cannabinoides son insolubles en agua, pero se disuelven muy bien en multitud de disolventes orgánicos como el alcohol, el butano o las grasas. El butano es el solvente más empleado, es fácil de usar, da resultados muy buenos y su rendimiento es muy bueno. El problema es que hay muchas clases de butano y la disponibilidad del de calidad en algunos sitios es limitada. Además es bastante peligroso y a la gente le da miedo.
Si hablamos de riesgos por incendios, deflagraciones y pesadillas relacionadas, nos convendría tener claros varios conceptos que nos pueden hacer valorar mejor los posibles riesgos de trabajar con estos disolventes. Por ejemplo los límites inferior y superior de inflamabilidad nos indican las concentraciones mínimas y máximas de combustible respecto al oxígeno, para que exista riesgo. La temperatura mínima a la que un combustible desprende vapores susceptibles de arder si hay una fuente de ignición se denomina flash point, es decir por debajo de esta temperatura el combustible no arde. Y la temperatura de autoignición, determina la temperatura a partir de la cual un combustible arderá sin necesidad de una fuente, mientras exista presencia suficiente de oxígeno.
Si comparamos butano y etanol, teniendo en la mano estos datos, vemos claramente que el butano es más peligroso, su flash point es de -60Cº y su limite inferior de concentración para ser inflamable es cercano al 1,6%, mientras que el etanol tiene un flash point en torno a los 13Cº y necesita estar presente en mas de un 3% en el aire para que pueda haber una deflagración. Esto no quiere decir que haya que relajarse, el etanol es extremadamente inflamable y peligroso.
La polaridad es un concepto complicado que no vamos a desarrollar, pero diremos para simplificar que tiene un efecto en los disolventes, según sean estos polares o no (apolares), tendrán mayor capacidad para disolver a los solutos, cuya polaridad sea semejante a la suya. Esto quiere decir que lo polar disuelve bien lo polar y lo apolar disuelve lo apolar.
El butano es apolar y por lo tanto hay un montón de cosas que no extrae, entre ellas el disolvente más polar que hay, el agua, que entre otras cosas arrastra ciertas clorofilas que no queremos en el extracto. Por otro lado el etanol actúa de una manera extraña, pues su parte hidrocarbonada le permite hacer disoluciones con algunos apolares, mientras que su terminación hidroxilo le hace ser polar con lo que conlleva. Es por eso que el etanol disuelve bien lípidos, pero también agua.
Hablando de solubilidades, es conveniente saber que la solubilidad también depende de la temperatura, así pues un determinado disolvente es capaz de albergar más soluto cuanto mayor sea la temperatura.
Alcoholes
Los alcoholes son compuestos orgánicos que se usan en gran variedad de industrias con distintas finalidades. Quizás el ejemplo más conocido para el gran público (gracias a que es el tipo de alcohol de las bebidas alcohólicas) es el alcohol etílico o etanol. Este alcohol, además de en industrias alimentarias, se utiliza como disolvente en la fabricación de fármacos, plásticos, lacas, barnices, plastificantes, perfumes o cosméticos. Es un buen disolvente para los cannabinoides, por los que tiene más afinidad que por otros compuestos de naturaleza lipídica.
El etanol, debido a su uso como droga, tiene impuestos que hace que su precio sea considerable. Existe ciertos tipos de etanol a los que se exime de pagar impuestos, este alcohol es lo que se llama desnaturalizado (denat) y es básicamente un alcohol etílico con ciertos aditivos que hacen que no se pueda beber. Este aditivo normalmente suele ser Bitrex(el amargante más fuerte que existe) para hacerlo amargo, pero puede contener otros productos que lo hagan muy venenoso. Para hacer extracciones siempre compraremos etanol de 96º sin desnaturalizar, es decir del que paga impuestazo, el de farmacia no vale.
Otros alcoholes muy conocidos y accesibles son el metanol y el isopropanol. Estos alcoholes no son aptos para consumo humano, sobre todo el metanol que puede dejarnos ciegos de por vida, incluso matarnos con dosis pequeñas. El isopropanol se usa mucho en USA, pero yo no lo recomiendo, pues es más tóxico que el etanol y además como disolvente es más agresivo, por lo que extrae en mayor medida sustancias no deseadas. Hay muchos limpiadores hechos a base de este isopropanol que presentan % de metanol y otros tóxicos, si a pesar de todo decidís usar isopropanol cercioraros de que esté sin “condimentar”.
Dos técnicas para usar etanol
A continuación repasaré dos técnicas que pueden emplear etanol. Recordar que estas cosas no hay que hacerlas en casa, siempre al aire libre. Utilizaremos material vegetal preferiblemente de calidad y seco, pero sin demasiado curado, de uno a dos meses después de cortar es lo ideal. El purgado lo haremos con calor(sin pasarse) en un pyrex lo más grande posible, o de poco en poco, de tal manera que tengamos una capa fina (thin layer) al final de extracto, pues su purgado correcto será mucho más fácil de conseguir.
Quick Wash
La técnica aconsejada es hacer un lavado rápido (quick wash) con el disolvente a la materia vegetal. Este lavado ha de ser rápido, pues dada la alta polaridad del alcohol arrastramos mucha más agua del interior del vegetal que con el butano(prácticamente nada polar), este agua (muy polar) arrastrará ciertas clorofila y otros hidrosolubles que estropearían el extracto.
Podemos evitar estos efectos indeseados al limitar el tiempo de contacto con el vegetal y enfriar el disolvente (incluso por debajo de 15 grados bajo cero), para que el agua literalmente sea congelada y no se extraiga tan fácil. Además ciertas ceras menos solubles que los cannabinoides verán reducida su presencia, dando un extracto más puro.
El contacto disolvente vegetal y filtrado usualmente lo llevo a cabo en embudo buchner, con filtro de laboratorio, enganchado a un matraz quitasato. He visto utilizar todo tipo de instrumentos, desde apaños caseros con botellas cortadas y coladores, hasta cafeteras de émbolo. El éxito residirá en tu habilidad para mezclar el vegetal con el disolvente y separarlos rápido.
El tiempo idóneo de contacto variará si removemos, según temperatura, presión… encuentra tu tiempo idóneo. Si no enfrías, yo que tú no pasaría mucho del medio minuto. Mas vale varias pasadas hasta extraerlo todo, que no una y cargártelo, sobre todo cuando lo hagas por primera vez. Si enfrías, verás que el tiempo de exposición aumenta mucho.
Cronometramos y una vez cumplido el tiempo se aplica vacío para filtrar instantáneamente el producto. Normalmente entran algunas motitas de vegetal, por lo que vuelvo a filtrar, luego evaporo el disolvente en un pyrex con un poco de calor. Hay que tener cuidado con la temperatura, si vemos hervir el alcohol estamos por encima de 80 Cº, eso quiere decir que estamos cargándonos el sabor y aroma, no tengamos prisa, a 60 Cº es suficiente. Una vez evaporado raspamos con cuchillas el producto final, como hacemos con el BHO.
Absolutos
La mayoría sabéis ya lo que es un shatter (aceite cristalizado) pero si hablamos de absoluto, absolut amber, amber glass o extractos winterizados posiblemente muchos se líen o pierdan. Y es que un absoluto no es solo una presentación, sino que es una técnica de procesado para hacer que un extracto sea prácticamente 100% cannabinoides.
La idea es fácil, haremos una extracción con disolvente apolar, luego será redisuelta en otro polar, para hacer un lavado de ceras al extracto mediante fraccionamiento por invernalizado y filtrado. Suena complicado, pero no lo es, simplemente jugamos con la polaridad de los disolventes y la acción de la temperatura sobre la solubilidad, para purificar el extracto.
Fundamentalmente filtraremos sustancias apolares y ciertos lípidos menos solubles en alcohol que los cannabinoides. El problema es que entre estas sustancias filtradas se encuentran gran parte de los codiciados terpenos, por lo que el extracto se queda con un olor y sabor más tenue. A cambio se gana en suavidad (tanto para garganta como pulmón) y en pureza, lo que conlleva que son todavía más potentes que los BHO de los que provendrían.
Comenzaremos con una extracción con disolvente apolar, n-butano, que verteremos en un recipiente a temperatura ambiente. Normalmente la gente que hace BHO en pequeñas cantidades calienta la superficie del pyrex o recipiente que contenga la extracción, pero aquí no es necesario, de momento cuanto más alejado mantengamos el calor menos perjudicaremos la calidad final del producto.
Dejaremos reposar hasta que la mayor parte del butano se haya evaporado, lo verteremos en un vaso de precipitados o algún recipiente que aguante frío y que nos permita un manejo cómodo. Echamos un volumen de alcohol de entorno al doble de lo que tenemos, removemos con varilla de borosilicato el contenido del vaso de precipitados, para que se mezcle bien, observaremos como el poco butano que queda se va evaporando con facilidad, desde que le hemos añadido el alcohol.
Congelaremos durante un par de días el vaso de precipitados, cuando lo saquemos procederemos a su filtrado. Este filtrado o se hace en ambiente muy frío o ha de ser rápido para que no se redisuelvan las ceras “winterizadas”. El filtrado por vacío mediante un embudo buchner, filtro y quitasato es altamente recomendable, pues será rápido. Si sospechamos que algo ha fallado podemos repetir el filtrado o incluso el winterizado.
Una vez filtrado tendremos por un lado un extracto alcohólico lleno de cannabinoides y pendiente de ser purgado, por otro lado unos filtros llenos de pigmentos y ceras. Hay gente a la que le gusta ir cogiendo el extracto con una pipeta para ir purgándolo poco a poco sobre el pyrex, dando origen a finitas tiras de amber que son muy bonitas. Me parece un buen método, sobre todo si se va a hacer en un pyrex pequeño, pues evitaremos una capa demasiado gorda de extracto difícil de purgar.