Distribución vertical del CO2

Exitable
20 Aug 2014

En diferentes ocasiones hemos visto como optimizar un Indoor para sacarle más rendimiento (es decir, mayor y mejor cosecha). Pero ¿se puede hacer algo más cuando ya se tiene todo optimizado y queremos maximizar aun más la recolección? Si se puede y por ello me voy a hablar con el equipo de Gramovatio para que me lo expliquen. La clave, la ventilación.


Lo que aquí vamos a contar lo aprendieron los chicos de Gramovatio gracias a Jorge Cervantes y a un gran cultivador, de esos que tienen tanto tiempo y espacio que han probado casi de todo en sus cultivos. La idea era imitar a la perfección la climatología de las laderas de las montañas: el aire fresco sube por la ladera y las plantas van absorbiendo CO2 a medida que esta va ascendiendo. Así que ese gran cultivador, empezó a comprobar con varillas de incienso como viajaba el aire en sus salas y se dio cuenta de que poco o nada tenía que ver con lo que pasaba en las montañas. Con el método holandés (que es el que instalamos casi todos) tenemos en alto un intractor en una esquina y un extractor en la otra, complementado todo ello con diferentes ventiladores que remueven el aire en la sala. Con las comprobaciones se dio cuenta de varios errores que sucedían en la habitación

El primer fallo del que se percató es que el aire no se repartía uniformemente por toda la sala, sino que por la fuerza de la ventilación formaba una curva a lo largo del indoor dejando gran parte de los laterales y esquinas sin ventilar ni renovar el aire. El segundo fallo que vio fue que, por culpa de esto, las plantas que estaban en esos “puntos muertos” de la sala no recibían el CO2 suficiente y disminuía la producción (en caso de salas pequeñas que si llega el aire, las plantas que estén en la corriente absorberán más CO2 dejando muy pocas partículas en el aire para el resto de plantas). Es muy importante que nuestras plantas tengan el CO2 necesario  pues consumirlo  y expulsar oxigeno durante el día es una de sus funciones vitales más básicas. Muchos optan por el enriquecimiento con CO2, pero no es sencillo ni barato

 

Reoptimización básica

Para poder imitar el ascenso vertical del aire sobre las plantas, como si de una ladera de montaña se tratase, había que modificar la ventilación del indoor. El equipo técnico es casi el mismo, pero cambia por completo su distribución. Veamos la forma más básica para adaptar nuestro sistema sin tener que hacer un gran gasto de dinero.

Lo primero que tenemos que hacer es bajar al nivel del suelo la entrada de aire, dejando en alto y enfrentado en paralelo la salida del mismo. Una vez lo tengamos bajado, colocamos un calcetín en la boca del intractor para que la entrada del aire sea más uniforme aun. Si esta calcetín lo ponemos extendido en el suelo en paralelo a la bandeja de cultivo, el aire cargado de CO2 se repartirá mejor, cada planta podrá absorber mayor cantidad y producirán más cantidad. 

Lo ideal sería hacer una U con dos calcetines unidos que rodeen la bandeja por cada lado. Así nos aseguramos que a todas las macetas reciben su parte necesaria. Importante no pegar las bandejas a la pared ya que, además de no tener espacio para colocar el calcetín, no podrá correr el aire y tendremos bolsas estancadas de aire viciado. De esta forma y sin necesidad de cambiar las bandejas de cultivo o su distribución, conseguimos una mejora en la ventilación gracias a la distribución vertical del CO2. 

 

Reoptimización avanzada

Ya hemos probado la distribución vertical por los laterales de la bandeja y hemos comprobado que nos gusta, que la producción nos ha aumentado. Entonces estamos dispuestos a darle una vuelta más y modificar del todo nuestra sala para que la distribución del aire sea totalmente uniforme en cada planta. 

Para ello, necesitamos cambiar nuestra bandeja de cultivo por una monorail. En estas bandejas sólo cabe una maceta a lo ancho, de forma que se quedan todas en fila india. Si sustituimos nuestra/s bandejas por unas monorail tendremos un pequeño espacio entre unas y otras. Este espacio que se crea en medio es la clave, ya que  es por ahí por donde va a subir todo el CO2 hacia las plantas. Tenemos dos opciones entonces, poner un calcetín grande y ancho o, dos más pequeños en paralelo.   El/los calcetines se colocarán en perpendicular a las bandejas, cruzándolas por debajo a ras de suelo. 

No nos olvidemos del extractor, que aunque siga en la misma posición de altura (al aire caliente sube y hay que expulsarlo), tenemos que hacerlo coincidir por encima del calcetín. Si tuviésemos colocados más de un calcetín, deberíamos colocar una extracción encima de cada uno de ellos. Podemos bifurcar los tubos de extracción con curvas y abrazaderas para que con la extracción del aire se cree la homogeneización perfecta del CO2 en la sala. Si ponemos muchas bifurcaciones al extractor debemos acordarnos de poner uno más potente que el estrictamente necesario en la sala, sino no conseguirá chupar bien el aire. En cada terminación de cada brazo colocaremos un filtro de carbón activo, recordando dividir la potencia por el número de veces bifurcado el extractor. Por lo tanto, si hemos hecho dos bifurcaciones al extractor, colocamos dos filtros de la mitad de canal que el necesario, y así sucesivamente a medida que vayamos haciendo divisiones en los tubos del aire. 

Para terminar de optimizar del todo nuestra sala ya “reoptimizada”, cuidaremos la temperatura del aire de entrada, que va a ser la que homogeneice la temperatura en el resto de la sala. ¿Cómo? Pues como lo hacemos siempre, con un aire acondicionado, sólo que esta vez lo bajaremos casi al nivel del suelo para que enfoque directamente al intractor. Así, todo el aire que entra en la sala tiene la misma temperatura, por lo que será mucho más fácil de controlar. No olvidemos de colocar unos ventiladores a los lados para remover el aire que puede haberse quedado estancado en algún lugar.

 

De nuevo, un agradecimiento especial al equipo de Gramovatio por compartir con nosotros su experiencia y sabiduría. 

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