Cultivo hidropónico
Aunque uno va viendo cada vez más tiendas Grow Discount, a mi me gusta ir a la originaria, a San Sebastián de los Reyes (Madrid) y aprender con Nico, ideólogo y creador de la marca. En su tienda siempre se ven diferentes sistemas hidropónicos encendidos y en funcionamiento (con Kalanchoes, no penséis mal) todos ellos con un sustrato único que han creado ellos, específico para la hidroponía. Ya hemos hablado de este sustrato y de sistemas hidropónicos con Nico en otros números, pero esta vez me desplazo para hablar de los problemas más comunes que tienen los cultivadores de este tipo. Muchos se han metido en la hidroponía sin tener ni idea, sólo el dinero del sistema, otros muchos han tenido que aprender a base de prueba y error. Hoy, te vamos a ahorrar todo ese tiempo, ya seas primerizo o no consigas amortizar tu sistema hidropónico.
¿Por que hidroponía?
Digamos que en España es el país dónde menos, o de los que menos se practica la hidroponía en cultivos de marihuana. En el resto de Europa, de los Pirineos para arriba, es bastante habitual. ¿Por qué? La verdad es que en el resto de Europa está bastante más extendido el cultivo comercial, pocos son los que tienen su autocultivo como aquí en España, por lo que las medidas de seguridad de acentúan más. Una de estas medidas es no llamar la atención. Entrar en una casa cada dos meses con kilos y kilos de tierra llama la atención; sin embargo, ir con unas garrafas de fertilizante de vez en cuanto no cantea tanto. Como son cultivos comerciales, la seguridad, la rapidez y el poco olor que desprenden, los cultivos hidropónicos son ideales.
En hidroponía, la planta crece más rápido, ya que come más rápido y se cosecha antes también, gracias a la cantidad de oxigeno que hay en el agua. Esto se verá en los tallos y nudos, más gruesos, cogollos más compactos con mayor cantidad de resina. Para el autocultivador español, un sistema hidropónico aporta las ventajas de la limpieza e higiene de la sala, mayor rendimiento y mayor cosecha, así como menor gasto en mantenimiento.
Instalaciones hidropónicas
No nos vamos a entretener citando cada uno de los tipos de sistemas hidropónicos que existen en el mercado, podéis verlo en números anteriores de Soft Secrets. Cada uno tiene sus características y tenemos que ver cual se adapta mejor a nuestras necesidades y circunstancias. Tengamos en el que tengamos, hay que prestar mucha atención en el montaje, máxime si es uno casero, comprobaremos que todo ensambla bien y funciona perfectamente.
El mayor problema que suele haber en las instalaciones hidro es el equilibrio y sustento del mismo y las plantas, sobre todo cuando estamos en floración avanzada y los cogollos cogen peso. El peligro de esto es, que por el propio peso de las plantas, una mañana nos levantemos viendo que esta todo destrozado, porque una maceta se cayó arrastrando todo el sistema consigo. Para ello, las recomendaciones son usar tutores si se pueden poner, nunca introducir madera o bambú dentro del agua (provoca verdín y podredumbre). La mejor opción es poner una malla en horizontal para sujetar los cogollos (ver en este mismo número “Técnicas de cultivo” el método S.C.R.O.G.). La clave para evitar sobrepeso de las plantas y que no se puedan sostener en el sistema, es no darles mucho crecimiento, que ya se pondrán lo suficientemente grandes durante la floración.
Mantenimiento del sistema
Muy importante que mantengamos nuestro sistema hidropónico en perfecto estado durante todo el proceso, que además le hagamos un chequeo y limpieza completa antes de ponerlo en funcionamiento otra vez. Antes de cada cultivo (o justo después) debemos limpiar a conciencia todas las piezas que hacen circular el agua: tubos, curvas, gomitas, tanques...
Muchas veces se nos queda verdín en las pareces que no somos capaces de quitar, lo mejor es sumergirlo todo durante tres días en una bañera que cubra todas las piezas. Al agua le añadiremos ¼ de litro de ácido nítrico por cada 200 litros. Después de un buen aclarado, los restos de verdín (y de todo en realidad) se quitarán hasta con el dedo. Algo parecido tendremos que hacer con el sustrato antes de usarlo otra vez.
Mantenimiento del cultivo
Algo que diferencia a los cultivos hidro frente a los de tierra es la facilidad de pillar alguna plaga de raíces. Los motivos pueden ser varios, aunque se pueden resumir en una falta de higiene en el sistema o en el agua que recircula. Lo más habitual.
en las plagas radiculares son los hongos, entre ellos el pythium y el fusarium, que hacen que tus raíces se vuelven marrones uno y rojas el otro, provocando podredumbre y desprendimiento de las mismas. Es bastante drástico y fácil de reconocer, si lo haces a tiempo, aun puedes ponerle remedio. El método para ambas es prácticamente el mismo, por un lado la lucha biológica, usando un filtro en el depósito de agua que contenga tricodermas que se alimenten de la plaga. O bien, si la situación es muy dramática, usar peróxido de hidrógeno, es decir, agua oxigenada, en disolución al 1%, así mataremos a toda la vida que haya en el agua, ya sea maligna o benigna y vuelta a empezar. Antes de que tengas que actuar de esta manera, siempre es conveniente usar los tricodermas en el depósito de forma preventiva.
De raíces para arriba, las plantas pueden coger cualquier plaga, como en cualquier tipo de cultivo, aunque cierto es que la más común en hidroponía sean las moscas del mantillo. Sus larvas se depositan en las raíces y se las comen, mientras que los adultos salen volando hacia otras plantas para poner más huevos, por lo que se propaga muy rápidamente. Pueden echar a perder todo el esfuerzo, ya que además en sus mordeduras suelen salir otras plagas de hongos, así que tenemos dos opciones para echarlas: una es la lucha biológica con nematodos y otra es la lucha a base de insecticidas. Recomendamos leer la serie sobre pesticidas publicada por José T Gallego en este y otros números de Soft Secrets.
El agua
El agua es la parte más importante y característica de un cultivo hidropónico, por lo tanto va a ser una de las partes que más cuidemos, de lo contrario será fuente de diversos problemas (como plagas o simplemente que las plantas “no tiran”). Como comentábamos al principio, la clave de la rapidez en hidro es la cantidad de oxigeno que tiene el agua, lo cual hace que sea todo mucho más rápido (tanto proceso como infección o malnutrición, todo se acelera).
El agua, cuanto más caliente está menos oxigeno tiene y viceversa, por lo que nunca vamos a dejar que la temperatura del agua de circulación de nuestro sistema pase de los 18 ºC. Muchos pensaron que si ponía el agua a 5 ºC tendría más oxigeno e iría mejor... pero es demasiado frío para el buen desarrollo de las raíces. El equilibrio perfecto sería siempre entre 16 y 18 ºC. En caso de que nuestra agua de riego esté a mucha menos temperatura, nos hará falta un calentador en el tanque; si por el contrario tenemos el agua muy caliente, necesitaremos un enfriador.
Otra parte importante es la mezcla de nutrientes, la cual difiere de la metodología empleada en cultivos en tierra o coco. Ahora os vamos a mostrar una de las mejores formas de hacer una mezcla para un sistema hidropónico. En un tanque, aparte del que tengamos conectado para la recirculación de agua, haremos nuestra solución de nutrientes. En nuestro deposito secundario vertemos todo el agua que nos sea necesaria, una bomba de recirculación para que mantenga todo en movimiento y no estanque, los nutrientes necesarios y por último un estabilizador específico para hidroponía. Importante el estabilizador para mantener los parámetros deseados durante los diferentes riegos que haga nuestro sistema.
Corregimos el EC echando más agua en caso de pasarnos o más nutrientes si nos quedamos cortos. Esta mezcla la dejamos recirculando en el mismo tanque durante unas horas, de forma que se homogeneicen todos los nutrientes, oxigeno y agua (el tiempo de este proceso dependerá de la gama de fertilizante). Cuando pasen al menos 2 horas, medimos y corregimos el pH además de parar la bomba de recirculación y dejar que precipiten todas las sales minerales que no se han disuelto. Sin remover de nuevo, pasamos la mezcla al tanque de riego. Esto deberíamos de hacerlo todas las semanas. Para que la mezcla salga bien, tenemos que tener unos buenos medidores calibrados, uno que te lo mida todo con precisión siempre es la mejor opción.
Nuestro tanque de riego debe estar bien equipado. Como hemos comentado, enfriador o calentador en caso de necesitar uno u otro, además de una bomba de recirculación que no deje el agua del depósito estancada en ningún momento (agua estancada...sobran las palabras). Poner piedras generadores de burbujas con oxigeno nunca está de más, que sean burbujas pequeñas, no grandes.
Sería muy difícil estipular el número de riegos específicos por cada hora, pues depende tanto de las plantas, como del sistema hidropónico instalado. A rasgos generales, podemos decir que con las raíces bien crecidas, incluso podemos dejarlo en modo flujo continuo, eso si, apagarlo en las horas nocturnas, pues de lo contrario creará exceso de humedad. Nuestro tanque de riego nunca se podrá quedar sin agua, bajo ningún caso de despiste, ni tampoco deberíamos dejarlo que baje más de la mitad. Cuanta menos agua tenga, mayor concentración de sales minerales habrá, por lo tanto la EC se nos dispara y tenemos unas plantas sobrefertilizadas. Si tenemos la suerte de vivir en una zona de aguas blandas, perfecto para nosotros, pero si vivimos en zona de aguas duras, tendremos que trabajar sobre ella. Hay dos opciones, una es bajarle el pH y volvérselo a subir a nuestro depósito lleno y si esto no funciona...un filtro de ósmosis en la toma de agua (recomendable también si el EC de tu agua está por encima de los valores deseados para el cannabis).
Sustratos
Técnicamente, la hidroponía es el cultivo sin sustrato, pero algo tendremos que poner para que las plantas se sujeten sobre el agua, no van a estar suspendidas del techo. En la mayoría de sistemas hidropónicos se colocan cestillas o pequeños depósitos, con un sustrato muy aireado, por el que las raíces bajan y cuelgan. Muy común es estos casos son las bolitas de arcilla expandida, muy baratas, con buena transpiración y toxicidad nula. Lo malo es que sueltan mucho polvo, dado que se degradan muy rápidamente. Esto lo solucionamos dando diversos lavados a las bolas de arcilla, enjuagándolas con el pH ajustado. Otro problema que presentan es que alteran el pH del agua de riego, lo hará sobre todo en las primeras semanas, por lo que tendremos especial cuidado en este periodo.
Otro sustrato muy usado también es la lana de roca (fibra de vidrio expandida) un material barato, con buena aireación y resistente a la mosca del mantillo (que no a otras plagas u hongos). Lo malo, que es un material tóxico que no podemos usar en seco por lo que desprende y tiende a absorber demasiada agua. Tiene un pH muy alto también, pero es más sencillo de controlar que en la arlita.
Por ultimo los Hydroplets, un sustrato hecho a partir de PVC reciclado, nada tóxico, que no suelta ni deprende polvo, no altera el pH, es reutilizable y dura toda la vida. Casi que se trata del sustrato perfecto para la hidroponía, aunque exige un mayor control de la temperatura del agua y del cultivo, se hace obligatorio el uso de tutores o mallas, no se trata de un producto barato como los otros, aunque si contamos que es para toda la vida...sale bastante rentable. Un agradecimiento especial a Nico de Grow Discount por su paciencia y brindarnos toda la información necesaria para este artículo.