Barcelona controla el auge de los Club Sociales de Cannabis

Las dificultades económicas que sufren muchos grandes consumidores de alcohol ha incrementado de forma sustancial las peticiones de tratamiento para dejar esa adicción, informan los centros de atención y seguimiento de drogodependencias de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). Algo similar ocurre con los consumidores de cannabis, que desde el 2010 han doblado las cifras de demanda de tratamiento de deshabituación. En ambos casos, no se tiene constancia de que haya aumentado el consumo de esas drogas, sino las cifras de quienes quieren distanciarse de ellas.

Estos datos figuran en el informe anual sobre la salud de los barceloneses, que ayer presentó la ASPB, documento que confirma que la esperanza de vida media de los barceloneses sigue siendo de las más elevadas del mundo: 80 años en el caso de los hombres y 86 en el de las mujeres, casi seis más en ambos sexos que hace 20 años. El cáncer de pulmón, en los hombres, y el de mama en las mujeres, son la principal causa de muerte.

El creciente consumo de cannabis en Barcelona preocupa a las autoridades sanitarias, que buscan cómo acotar los puntos de acceso a una droga que, indicó la doctora Teresa Brugal, de la ASPB, causa pérdida de memoria no siempre reversible, conduce a crisis de psicosis con delirios y alucinaciones, y lleva al abandono de los estudios y el trabajo. El ayuntamiento se propone elaborar un registro que localice e identifique a los clubs de cannabis que en los últimos años se han establecido en la ciudad sin que exista constancia de ellos en ningún organismo sanitario. Un cómputo estimativo realizado por los técnicos de la ASPB indica que en estos momentos existen al menos 200 clubs o asociaciones de cannabis en Barcelona, la mayoría en el distrito de Ciutat Vella, establecidos bajo el amparo legal que les proporciona el registro de asociaciones. Algunos de ellos han sido localizados a partir de las quejas de los vecinos, que denuncian la emanación exagerada de humo de cannabis.

«Vamos a regular la implantación de los clubes de cannabis, dando prevalencia a los que tengan finalidad terapéutica», anunció Cristina Iniesta, presidenta de la ASPB, en alusión a los que promueven su consumo para combatir los efectos de la quimioterapia oncológica o los síntomas de la fibrosis espástica.

CONOCEN LOS EFECTOS

Quienes buscan tratamientos para dejar el cannabis lo han consumido durante los últimos siete o diez años, explicó Brugal, y son plenamente conscientes de sus consecuencias. «Ese periodo de consumo, como ocurre con todas las drogas, ha alterado los receptores neurológicos en que actúa el cannabis. Revertir esas secuelas, que empeoran con el consumo, no siempre es posible», añadió. La edad de consumo de esta droga oscila entre los 11 y los 55 años.

*Fuente: elperiodico.com

*Editado por Miky Pérez