Veterinario verde: uso de cannabis en mascotas

Soft Secrets
21 Oct 2015

En octubre de 2013 Nicky, un perro dálmata de seis años comenzó a recibir dos gotas cada ocho horas de una tintura de cannabis estacionada en aceite de oliva. Tomó de la cucharita que le daba Carol, su dueña, y movió la cola, a un lado y al otro.


¿Por qué funciona el cannabis para mascotas?


A la edad de un año y medio comenzó con las convulsiones. Al principio fueron una cada mes. Pero en 2014 llegó a padecer tres días seguidos con convulsiones, Carol y Eduardo Rodríguez —sus protectores— contabilizaron hasta 15 en un día.
Los amos compraron los anticonvulsionantes que recomendó la veterinaria. Pero la enfermedad no retrocedió. A Nicky le diagnosticaron una epilepsia refractaria, es decir que no cede con la medicación.

Carol y Eduardo decidieron probarlo todo, incluido el cannabis. Después de administrarlo las crisis convulsivas bajaron a una cada 10 días. “Pero queríamos obtener mejores resultados”, dice Tatiana Rivera, la veterinaria de Nicky. De las dos gotas cada ocho horas pasaron a cinco horas porque el metabolismo del can lo requería.

Entonces pasó un mes entero sin crisis. Nicky llegó a estar 59 días sin convulsiones. Ahora a veces tiene una en un mes, cada veinte días, “es muy variable”, explica Eduardo desde Arica. “La mejor cepa, la de mejor resultado fue la Durga Mata de Paradise Seeds”, entiende Eduardo que además es activista, presidente del grupo Usuarios Medicinales del Cannabis de Arica. La cepa se la entregó la presidenta de Fundación Daya, Ana María Gazmuri.

La Durga Mata es una índica dominante (90%). Los resultados fueron diversos porque la sustancia para hacer el aceite de Nicky se obtiene de diversas maneras, todas rozan algún conflicto con la ley. Las cepas nunca se sabe a ciencia cierta qué son, lo que hace difícil cualquier medición.

Una vez llegaron a que Nicky no tuviera ataques durante 56 días con una cepa que les duró cinco meses y que venía de Colombia, era muy sativa, pero no tienen más información de esa variedad que le regalaron. “Todo es empírico” dice Tatiana Rivera, la veterinaria.

Aunque en Chile no es posible hacer un estudio para determinar el perfil cromatológico de la cepa que le vaya mejor a Nicky, su veterinaria dice que la mejor fue la índica, estuvo 56 días sin convulsionar con los aceites de esa índica genérica. Cuando convulsionó, los episodios fueron más leves, se despertó más relajado y la recuperación fue más rápida. Los ataques, uno atrás del otro no llegaron a dos diarios, cuando antes llegó a tener 15.

A pesar de mantener la dosis de los anticonvulsionantes tradicionales, Rivera supone que fue tomando el aceite cannábico que el perrito pudo mejorar su función renal: sus niveles de enzimas hepáticas mejoraron sustancialmente. Nicky también fue objeto de estudio en el Intituto Neurológico Veterinario de Enzo Bosco, uno de los neurólogos veterinarios más reconocidos de Chile.

Entre mayo y setiembre de 2014 las mejorías fueron importantes, sobre todo en el hígado, algo que no pensaban. Porque solo buscaban regular el sistema nervioso central de Nicky. Soft Secrets conversó con la veterinaria Tatiana Rivera que le sugirió a Eduardo y Carol de Arica usar aceite de cannabis.

-Imaginamos que en la veterinaria como en otras disciplinas el rechazo al cannabis es alto. ¿Comparte la apreciación?
-Para la mayoría de la gente el cannabis se ve como una droga de entretención, más que como algo medicinal, no se sabe mucho de las propiedades medicinales. Recién se está abriendo ese campo y la base de este asunto corre por cuenta de algunos profesionales y los testimonios de la gente que la usan.

El cannabis es una planta, y con ella se puede hacer fitoterapia, como se puede hacer con un ajo. Trabajo mucho en la veterinaria con productos naturales, tratando de evitar los tratamientos de químicos. Tratamos de sacar lo mejor y menos dañino de cada lado de la medicina complementaria y eso se acepta. Pero con el cannabis hay desconocimiento, la gente no lo ha comprendido todavía.

-¿Qué tan frecuente es la epilepsia en perros?
-Es un cuadro frecuente. Hay razas que están más predispuestas como el pastor alemán o los cocker. En general el dálmata no es de los más frecuentes, pero cualquier raza puede presentar epilepsia. Producto, por ejemplo, de la secuela de un tumor cerebral, de un golpe en la cabeza o una infección que afecte al sistema nervioso, eso puede generar una crisis convulsiva que después se va a manifestar como una epilepsia.

-¿Qué soluciones brinda la farmacopea veterinaria para los animales con epilepsia?
-La medicina tradicional generalmente trata a los animales con anticonvulsivantes, que deprimen la función del sistema nervioso, eso aplaca las convulsiones.

-¿Y aplaca al animal?
-Sí puede haber un efecto en pacientes que requieren dosis mayores y puedan perder el tono muscular, presentan menor actividad motora y se reduce la alerta. En general lo que más se da son anticonvulsivantes y benzodiacepinas para tratar los ataques. La idea es que acompañen la protección del hígado, trabajamos bastante protegiendo otros órganos para que no sufran los efectos adversos de los medicamentos naturales.

-¿Qué ofrece el cannabis?
-Lo que tenemos documentado es el caso particular de Nicky, este dálmata, tiene epilepsia refractaria que ya no tiene tratamiento convulsionante tradicional. Tomaba tres tipos de anticonvulsivantes diferentes en altas dosis y aún así no era capaz de controlar sus convulsiones.
El cannabis se usó como una fitoterapia. La fitoterapia es la extracción de los principios activos de distintas plantas, muchas de ellas con propiedades medicinales que desintoxican el cuerpo y previenen enfermedades. Cuando la enfermedad está avanzada se tratan algunos síntomas como dolores, mejora en el movimiento intestinal, dolores de cabeza, asma, diversas plantas para diversas patologías, es una disciplina conocida.

-¿En la clínica trató un solo caso?
-Es el caso que tengo documentado y al que puedo referirme. Tenemos restricciones legales en Chile que nos permiten a los médicos veterinarios recetar algún derivado del cannabis como terapia en animales que no tengan otra alternativa terapéutica y que uno le haga un seguimiento.
No en todos los casos podemos tratar animales con esas condiciones porque trabajamos con bastantes menos recursos que la medicina humana. No todos los dueños pueden tener acceso a los exámenes, algunos tienen toda la intención pero no tienen los medios y por lo tanto tenemos que trabajar con menos recursos para el diagnóstico y seguimiento de los casos. Pero Nicky tiene unos dueños capaces de comprometerse y con los medios para hacerlo, para trasladarlo a Santiago al Instituto Neurológico Veterinario y hacerle exámenes. Se le hicieron electroencefalogramas y todos los exámenes requeridos para un diagnóstico que sería el ideal en todos los perros epilépticos.
Los diagnósticos nuestros son con los medios que contamos y no pude documentar otros casos. Hemos avanzado con otros animales, en epilepsia y en cáncer de piel con gatos que es muy frecuente y hasta ahora han andando bastante bien. Necesitamos que esto se legalice para que no tengamos problemas, la gente consigue aceite por medios que no son los ideales.

-¿Qué se ve de los análisis clínicos?
-Se ven los cambios que hubo. Hicimos un seguimiento antes, durante y después del tratamiento con hemogramas, perfiles bioquímicos, análisis de orina completo y medición del nivel plasmático en sangre. Se puede observar el descenso de las enzimas hepáticas que en el caso de Nicky que estaban muy elevadas.
A pesar que lo teníamos con un tratamiento natural era capaz de mantenerlas más a raya, porque podrían estar incluso más altas pero después que se inició la terapia con cannabis sus niveles de encimas hepáticas bajaron por lo tanto su función hepática mejoró.
Y eso, asumimos que es por el aceite de cannabis, porque no sacamos otros agentes de su tratamiento porque aún mantiene los anticonvulsivantes normales, porque la idea es tratar de bajar la dosis paulatinamente hasta llegar solo al aceite. Pero no sé si solo en el caso de Nicky será posible porque su epilepsia es muy severa, es refractaria porque ya no tienen efecto los medicamentos.

-¿Cómo es el aceite que usan?
-Es una maceración en alcohol que se traspasa al aceite de oliva. Los dueños no pueden generar tanto cannabis para obtener las cantidades necesarias para un extracto. Lo ideal sería estandarizar lo que le estamos dando. Eso afecta en algunos casos la terapia. Hemos visto que con la índica Nicky anda bastante mejor.

Pero debemos seguir investigando con parámetros claros. Nicky es un perrito de seis años que llegó a tener 15 convulsiones diarias. Después de tomar aceite de cannabis las convulsiones disminuyeron a una cada cuarenta días, la intensidad de los ataques disminuyó sensiblemente, la función hepática mejoró y Nicky parece más relajado, no tuvo efectos adversos. Más bien tuvo suerte, sus amos pudieron pagar todos los análisis para chequear la efectividad del cannabis. Además, lo atendió Tatiana Rivera, una veterinaria por la legalización.

S
Soft Secrets