Industria cannábica en Colombia sigue creciendo
Colombia aprueba su ley de cáñamo, sigue recibiendo inversiones millonarias en el rubro cannábico y concretó su primera exportación de flores con THC.
Procolombia, la agencia colombiana de promoción de exportaciones, anunció que la empresa Kinetic Group, invertirá en el Valle del Cauca, a través de Breedco su filial en el país para exportar cannabis medicinal.
En 2022 esta compañía, parte de una empresa internacional que según ellos mismos han invertido 10.000 millones de dólares en el sector cannábico de todo el mundo, se instalará en el municipio de Vijes, en el Valle del Cauca para producir semillas de cannabis y el año próximo esperan producir flor seca.
La empresa prevé exportar a Sudáfrica, Estados Unidos, Australia y Reino Unido, este último país es además de donde provienen los capitales. La inversión en Colombia será cercana a los tres millones de dólares al año próximo, cuando duplicarán los invernáculos que ya tienen operando.
En los cinco invernáculos actuales que mantienen la producción de Breedco trabajan unas cincuenta personas entre técnicos, trabajadores rurales estables y zafrales. La compañía tiene 13 genéticas certificadas para exportación y para uso interno en Colombia. La revista Semana señaló que la empresa tiene un cuarto de millón de semillas prontas para exportar al Reino Unido.
Por otra parte, Colombia concretó su primera exportación de flores de calidad farmacéutica. La empresa Pideka embarcó flores de cannabis desde Cundinamarca a México uno de los mercados más grandes de cannabis de América Latina por su gran población.
El 17 de diciembre el Congreso colombiano aprobó la ley para reglamentar la plantación de cáñamo que estaba pendiente. Sus permisos para cultivo tendrán distintos costes dependiendo del tipo de empresa (pequeña, grande o mediana).
Además, los beneficiarios podrán pedir líneas de crédito. Lo que se pretendió con esta ley fue que la familia campesina pueda tener un cultivo de renta que no sea una planta fiscalizada y de fácil acceso para la familia campesina que podrá vender directamente fibras y granos a la industria. Aunque muchas sociedades campesinas han criticado a la ley que permite cultivar variedades con hasta 0,3% en vez del 1% que pretendían.