CO2 en clonación de marihuana: anti hongos y mejor enraíce
El uso de CO2 consigue clones más fuertes, de follaje más definido y con menor probabilidades de problemas de hongos además de mayor disponibilidad de carbohidratos.
¿Cómo usar CO2 para clonar cannabis?
Los beneficios del uso de dióxido de carbono en el cuarto de cultivo de cannabis son conocidos. En síntesis, mejora y mucho la producción final de la cosecha.
Los clones deben tener una humedad muy alta para poder enraizar, es decir desarrollar su sistema vascular y estirarse. Pero hasta entonces absorberán la necesaria agua de sus hojitas peluqueadas a través de la traspiración.
El ambiente alto en agua le permite respirar la humedad que de otra manera evaporaría y se secaría. Los estomas absorben dióxido de carbono cuando se abren. Al haber más CO2 disponible los estomas no se abren tanto y reducen la cantidad de agua que evaporan lo que redunda en un beneficio en cuanto al uso del agua.
Este simple pero complejo proceso consigue clones más fuertes, de follaje más definido y con menor probabilidades de problemas durante esta fase crítica del crecimiento del cannabis.
Una de las principales amenazas en esta etapa tan delicada de la vida del cannabis son los hongos que aman el exceso de humedad. El CO2 es uno de los grandes preventivos en esta etapa en ambientes controlados.
La fundamentación es que un ambiente rico en CO2 altera los niveles intracelulares de pH. Algo que en la hoja actúa como una barrera anti hongos. Además, el CO2 ayudará a la creación de carbohidratos que la planta necesita para su estructura y un rápido crecimiento tanto de raíces como de tallo, hoja y fruto.
Hay varias formas de enriquecer el área de cultivo con CO2. Puede ser con botellas, garrafas, tanques o quemadores que consigues en tu grow shop. También lo puedes hacer tu mismo. Lo importante es que se mantengan entre 1000 y 1200 partes por millón.