Germinación del cannabis segundo a segundo

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30 Sep 2019

Todos los trucos para que la germinación del cannabis sea exitosa y evitar un sin número de problemas asociados a prácticas indebidas durante los primeros días de vida.


Hacia una sana crítica de la semilla, su entorno y crecimiento

La semilla de cannabis es un óvulo seco que ha sido fecundado para dar lugar a una nueva planta. Por sus características fisiológicas, estas semillas requieren de unas condiciones especiales para su germinación y posterior desarrollo. En estas líneas definiremos los puntos más importantes a tener en cuenta para un proceso exitoso de germinación, teniendo en cuenta aspectos de temperatura, humedad y condiciones de las semillas a germinar.

Viabilidad de las semillas

A simple vista las semillas parecen tener particulares características compartidas. Sin embargo, una mirada más detallada permitirá reconocer aspectos problemáticos que inciden de entrada en un proceso de germinación exitoso. El proceso meticuloso de selección de semillas debería formar parte de un trabajo serio de breeders y bancos internacionales que planean comercializar y distribuir semillas. Pues el descarte de semillas con anomalías, deformaciones, inmadurez y demás problemas físicos aumenta las posibilidades que esos lotes puedan tener mayor nivel de germinación.

Estos niveles varían de banco en banco entre diferentes porcentajes de acuerdo a las pruebas realizadas si se hacen con rigurosidad y periodicidad para mantener la reputación del banco.

A partir de la primera selección se evidencian semillas de estructura muy bien definida sin magulladuras ni cambios en su forma. Son las que tendrán mayor viabilidad. Sigue la mirada crítica a su proceso de maduración. Pues las semillas que resultan mal desarrolladas, coloreadas de blanco o con la variedad de patógenos deben descartarse del lote para facilitar el trabajo de quien germina.

Por último, las semillas deben guardar cierta dureza respecto a semillas que no obtuvieron su desarrollo pleno, pues con una leve presión con los dedos estas semillas inviables suelen romperse. Sin embargo, aunque es un método muy difundido debe tomarse con precaución. Si no se mide la fuerza podría romperse todo un lote de semillas de mala calidad. Por ello, aunque se busque una firmeza en una semilla a germinar, no hay un criterio único para establecer cuánta fuerza puede aguantar sin romperse.

Medio de cultivo: humedad

La red y las múltiples páginas y blog cannábicos disponibles sugieren una inmensa variedad de “métodos de germinación” que van desde el clásico algodón húmedo en frasco de vidrio hasta dejarlas en agua oxigenada flotando. No voy a entrar en el detalle de todos los métodos existentes, alternativos y su eficacia o no. Sino que trataré de describir las condiciones ideales de humedad, temperatura, luz y sustratos que garanticen las condiciones ideales para la germinación.

El medio más utilizado y eficaz para que emerjan las plantas es la germinación directa al sustrato. Sin importar la mezcla de sustratos que se utilicen este debe cumplir con un pH que oscile entre 6.0 y 7.0. Y conseguir un patrón medio de humedad del 60 al 80% con un sustrato que sostenga niveles de humedad deseables y continuos. Y que nunca llegue a resecarse pues la semilla moriría.

Tampoco puede ser excesiva, pues la semilla al tener una humedad por encima de los niveles mencionados se pudre. Es importante tener en cuenta que la semilla debe estar a una profundidad mínima de 2 centímetros y no muy enterrada, pues tardaría mucho más en emerger o morir en el camino.

Los factores ambientales del sitio de germinación van a jugar un papel crucial en este proceso. Por lo que se recomienda hacerlo en lugar aireado y donde no llegue directamente la luz del sol. Casi cualquier lugar de una casa, finca o edificio bajo techo es apto para esto. Pero debe fluir el aire o garantizar la ventilación para que el sustrato no se deshidrate rápidamente. La clave es la vigilancia constante. Lo que lleva a agudizar la vista, reconocer los niveles de humedad y compactación del sustrato a simple vista.

Para germinar lo mejor es un recipiente plástico no transparente para evitar que la luz llegue a la semilla. Aplicar calor a este recipiente o ponerla sobre una superficie que emita calor es uno de los mitos más difundidos de internet. Algunos blogs llegan a sugerir ponerlo sobre un módem. Pero eso solo conlleva el aumento constante de la temperatura del sustrato y puede conducir a la inviabilidad de la germinación.

Lo ideal es garantizar temperaturas entre 14 y 26 grados centígrados. En caso que disminuya busca lugares donde llegue menos la corriente de aire. Si el calor excede el margen de seguridad trata de refrescar el área con ventiladores o extractores de aire. Pero no exclusivamente sobre el recipiente con sustrato, porque esto no ayuda a mejorar las condiciones de temperatura del ambiente. De igual manera, es conveniente usar termohigrómetro para medir humedad relativa y temperatura del área donde ocurre la germinación.

Para completar un medio de cultivo exitoso es necesario tener un control bastante estricto con la humedad del sustrato, es decir de los riegos. Lo mejor en estos casos es utilizar agua reposada mínimo unas seis horas, almacenada en un sitio fresco. Luego se pulveriza para evitar que el agua por riego directo afecte el lugar de la semilla y favorezca la compactación del sustrato. Que es el principal factor de no germinación de las semillas. Es un aspecto que suele ser bastante descuidado por muchos cultivadores.

El nivel de agua aplicada no puede exceder la humedad determinada. Toda vez que ocurre ocasiona que el sustrato pierda muchas de sus cualidades y origine grumos o bloques donde la semilla queda atrapada. Si es que germina, no saldrá a la superficie, pues la radícula, lo primero que vemos al germinar, quedaría bloqueada hasta que se pudra. Pues estos grumos impiden el crecimiento de la raíz primigenia.

Es importante recordar que fuera cual fuera el recipiente utilizado debe ser debidamente perforado en el fondo. Porque el estancamiento del agua aumenta excesivamente los niveles de humedad que llevan al deterioro de la semilla. Los contenedores deben ser de un tamaño pequeño, al no haber tanto riego el sustrato podría salirse por los orificios y arruinar el proceso.

 

La supervivencia de la semilla

Habitualmente se aprecian muchos errores de cultivadores en todos los niveles en este proceso. A pesar que sus semillas han germinado, las plantas presentan un sin número de problemas asociados a prácticas indebidas durante los primeros días de vida.

Cuando la semilla emerge no puede ser sometida a la luz solar. Necesita un tiempo de 24 a 48 horas donde la plántula sólo puede recibir luz natural sin exposición directa al sol (una ventana, balcón o sitios techados al aire libre son ideales) así podrá garantizarse que la plántula podrá resistir posteriormente el sol, que también se manifiesta en una apertura completa de los cotiledones y un color verde de mayor tonalidad.

Las plántulas recién germinadas tienden a espigarse. Es decir, a estirarse de manera desmedida buscando la luz. Por lo que debe tenerse en cuenta que al momento de preparación del recipiente para germinar debe llenarse hasta un 50% o un 60% máximo. Cuando empieza este estirón inicial la planta pierde el equilibrio y su adhesión al suelo. Por eso, el recipiente debe llenarse constantemente con nuevo sustrato para darle forma y soporte al tallo, pero siempre por debajo de los cotiledones. Este espigamiento es el culpable de muchas de las deformidades de la planta o estancamiento en su crecimiento pues conlleva un gasto enérgico muy alto.

Es preferible evitar cualquier tipo de abonos, enraizantes o cualquier producto para estimular la germinación. Una pequeña equivocación puede conducir al aumento en los niveles de pH o alterar la electroconductividad. Muchos de estos productos sólo podrán ser absorbidos por la planta cuando tengan una raíz mucho más desarrollada. Por ende, se convierten en un completo desperdicio de dinero y hasta en una de las causales de germinación no exitosa.

Siguiendo estos pequeños pero minuciosos pasos y teniendo en cuenta los factores ambientales, y del medio de desarrollo de nuestras semillas, aumentamos las probabilidades que las plántulas de cannabis emerjan.

Aumentando la capacidad crítica de nuestro conocimiento sobre semillas se evita caer en estafas. Estamos obligados a exigir la mejor calidad para nuestros cultivos y que nadie se aproveche de la necesidad de obtener semillas a granel o por su restringido acceso. Con un ojo crítico es posible conseguir los anhelados procesos exitosos de germinación.

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